Un vídeo muestra a una mujer muerta tirada en el suelo de un centro de detención de migrantes en Libia
Un vídeo grabado recientemente en un centro de detención de migrantes en Libia muestra a una mujer muerta tirada en el suelo en lo que constituye la última muestra espeluznante de las condiciones que soportan los refugiados en el país norteafricano.
El vídeo –que se cree que fue grabado hace dos semanas–, compartido con The Guardian por un grupo que llegó a Túnez procedente de Libia, muestra una sala del centro de detención de Abu Salim, en Trípoli.
Mostrando un espacio donde cientos de solicitantes de asilo están hacinadas en camas, se oye a una mujer nigeriana gritar y calificar el centro como una “prisión”.
El vídeo de 30 segundos concluye con la imagen de una mujer desnutrida que parece yacer muerta en el suelo, sin ropa, con los ojos abiertos. “Esta mujer está muerta”, dice la mujer nigeriana. “Ha muerto esta mañana”.
Médicos Sin Fronteras (MSF) y una fuente de la ONU han confirmado la autenticidad del vídeo y afirman que ha sido filmado en Abu Salim.
Numerosas ONG han denunciado repetidos incidentes de violencia contra refugiados y migrantes recluidos en el centro. En junio de 2021 se dispararon armas automáticas contra los detenidos, lo que causó varias víctimas, según MSF. El grupo anunció la semana pasada que pondría fin a sus actividades médicas a finales de año en Trípoli.
La fuente de la ONU sostiene que la mujer del vídeo, que se cree que procede de Somalia, podría haber muerto de tuberculosis. Decenas de solicitantes de asilo detenidos en Abu Salim han contraído la enfermedad y los trabajadores humanitarios informan de que languidecen hacinados en salas llenas de colchones y sin acceso a atención médica.
Ibrahim, un hombre de Sierra Leona que ahora se encuentra en Túnez y que anteriormente estuvo detenido en Trípoli, dice: “La única forma de salir de Abu Salim es pagando un rescate de 1.000 dólares”.
“No hay otra forma de salir de Abu Salim. Ese lugar es un infierno”, sice otra mujer procedente de Sierra Leona.
La ONG Refugees in Libya, gestionada por refugiados y solicitantes de asilo, ha señalado que está investigando el caso. “Estamos intentando averiguar quién era esta mujer”, dice un portavoz. “Por supuesto, siempre hay dificultades a la hora de recabar información sobre muertes y torturas en Libia. Las víctimas y los testigos presenciales dudan a la hora de contar estas historias y se necesita una atención especial para ganarse su apoyo.”
Vincent Cochetel, enviado especial de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) para el Mediterráneo occidental y central, ha dicho: “Horribles imágenes gráficas que nos recuerdan que las condiciones de detención en Libia no mejoran y que todos debemos seguir esforzándonos por poner fin a las detenciones arbitrarias”.
Miles de refugiados y migrantes se encuentran recluidos en centros de detención de toda Libia gestionados supuestamente por la Dirección de Lucha contra la Migración Ilegal (DCIM) y supervisados por el Ministerio del Interior.
Trabajadores humanitarios han documentado graves palizas, violencia sexual, extorsión y trabajos forzados en centros de detención de toda Libia que se utilizan para alojar a las personas devueltas a la fuerza por los guardacostas libios respaldados por la UE tras intentar llegar a Europa a través del Mediterráneo. Un informe de Amnistía Internacional de 2021 denunciaba que los guardias obligaban a las mujeres a mantener relaciones sexuales a cambio de agua y disparaban contra los detenidos.
Las autoridades libias se han comprometido a cerrar los centros de detención plagados de abusos, pero las violaciones de derechos humanos han continuado en los centros recién abiertos o reabiertos, ha denunciado Amnistía.
Un informe para el Consejo de Derechos Humanos de la ONU concluyó en 2021 que las condiciones en los centros de detención de migrantes de Libia eran un posible crimen contra la humanidad.
Los que consiguen escapar de los centros de detención libios intentan cruzar la frontera con Túnez, que ha superado a Libia como principal centro de salida de personas que intentan llegar a Europa y donde la UE firmó el mes pasado un acuerdo de 1.000 millones de euros para ayudar a frenar la migración irregular.
Recientemente se ha acusado a Túnez de expulsar a cientos de subsaharianos a una zona desolada de la frontera con Libia, donde los guardias fronterizos libios vuelven a detenerlos y los devuelven a los centros de detención.
Traducción de Javier Biosca
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