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¿A quién beneficia (y a quién no) que los becarios tengan derechos?

Juventud Sin Futuro / Eduardo Ocaña

Eduardo Ocaña, portavoz de Oficina Precaria —
  • La Oficina Precaria lleva meses inmersa en su campaña “No más becas por trabajo” con la que pretenden denunciar que son muchas las empresas que se están aprovechando de la crisis para emplear a jóvenes en calidad de becarios, despojándolos así de sus derechos laborales

El pasado lunes 14 de marzo, Oficina Precaria presentó junto a Podemos en el Congreso una Propuesta No de Ley para acabar con los becarios en fraude o falsos becarios, estudiantes que ocupan puestos de trabajo sin unas condiciones y derechos laborales mínimos: sin salario obligatorio, sin derecho a subsidio por desempleo, sin indemnizaciones, sin vacaciones… Entre otras medidas, nuestras reivindicaciones incluyen aplicar una remuneración igual al salario mínimo y una jornada máxima de 6 horas, lo que quedaría en 486,45€/mes.

Desde los sectores más liberales, seguramente los que más beneficios han sacado de la explotación de becarios mientras se llenan la boca hablando de emprendimiento y sacrificio personal, se criticaron estas medidas con un viejo cuento que ya conocemos. La pérdida de “flexibilidad” (léase flexibilidad como la posibilidad legal de tener a un trabajador 8 horas a cambio de un salario de 0 euros), hará que las empresas dejen de demandar becarios. Una premisa por la que si toda la humanidad fuera esclava, no habría desempleo.

Recordemos que el objeto de los programas de prácticas para becarios no es ocupar un puesto poco relevante ni sustituir una baja por maternidad, es la formación del estudiante a través de un ambiente de trabajo real y que, de cumplirse las expectativas, acabará incorporándose como trabajador con todos esos conocimientos adquiridos en la empresa. No nos cabe duda de que son muchas las empresas que incorporan becarios honestamente con esta pretensión y estamos completamente de acuerdo, no obstante también son muchos los empresarios que los usan para no tener que pagar un salario y saltarse el Estatuto de los Trabajadores.

Vamos a empezar a analizar el efecto de las medidas que propone Oficina Precaria sobre ambas situaciones: la legal y la fraudulenta:

1. Cuando los becarios realmente reciben formación y el interés de la empresa es incorporarlos más tarde como trabajadores ya preparados. En el caso de estas empresas -paguen o no remuneración actualmente-, podemos suponer sin temor a equivocarnos los costes de contratación no son un escollo: pueden permitirse rebajar las horas de trabajo efectivo de sus empleados para dedicarlas a ejercer como tutores-profesores de los becarios. Más aún, su pretensión es contratar a alguno/s de ellos a coste de trabajador “normal” más adelante.

Resulta obvio que si la empresa es honesta e inteligente, una remuneración mínima de 486,45€ durante 6 meses es un coste más que razonable a cambio del trabajo productivo que el becario incorpora a la empresa y de formar a un estudiante a la medida de las características de la empresa para después hacerle un contrato.

2. Cuando los becarios encubren un puesto de trabajo. Es una situación más habitual de lo que parece, según un estudio de la Comisión Europea de 2015, el 72% de los becarios realizaba las mismas funciones que cualquier otro trabajador de la empresa. En muchos de estos casos, las empresas dan una remuneración económica a sus becarios a sabiendas de su labor productiva y para mantenerlos en ese puesto bajo la recurrente premisa liberal: mejor eso que nada. ¿Mejor para quién?

Para las empresas que remuneran a sus becarios con una cantidad superior a la que proponemos no habría problema, pero supongamos un empresario que pagara 300€ a sus becarios. Seguiría teniendo 2 opciones: cumplir la ley y contratar trabajadores o pagar a los becarios la exorbitante cantidad de 186,45€ más al mes. En este punto sería aburrir al lector recordar los millonarios beneficios del Banco Santander, Telefónica, Inditex, OHL, BBVA, Iberdrola, Ferrovial, Abertis, Caixabank, Mapfre, ACS, Gas natural, Repsol…

Los caraduras que no compensan económicamente a los becarios y solo pretenden tener un trabajador a coste cero, seguirán teniendo una disyuntiva similar: continuar jugándosela al margen de la ley explotando a un becario (ahora a cambio de 486,45€ al mes en lugar de gratis), o cumplir el derecho de los trabajadores pagando el salario por convenio.

Esta remuneración obligatoria no impide que, si de verdad el becario encubre un puesto de trabajo, pueda denunciarlo y ver reconocida la laboralidad y los salarios que tendría que haber cobrado.

Creemos que son muy pocas las empresas que no serían capaces de hacer frente a una remuneración de 486,45€ al mes; y de ser así, algo estarían haciendo muy mal y éste debería ser el menor de sus problemas. Recordemos que solo el 5% de los empresarios reconoce que no aumenta su plantilla por “el elevado coste de la contratación”.

La conclusión es que para aquellas empresas honestas, que pretenden formar a un estudiante para contratarlo en el futuro, estas medidas no son ningún obstáculo. Si ese es su objetivo real, seguirán demandándolos en la misma medida.

Por otro lado, la que sí bajará será la demanda de esclavos, de becarios que trabajen gratis… porque no existirán. Muchos empresarios sin escrúpulos podrán seguir encubriendo puestos de trabajo con becarios, pero se verán obligados a pagar al menos el salario mínimo y solo podrán hacerlo durante 6 meses.

Esto, unido a la acción de Inspección de Trabajo, será un gran incentivo para que cumplan la ley y contraten trabajadores jóvenes. Y así, a lo mejor, conseguimos bajar la vergonzosa cifra de 50% de paro juvenil.

  • La Oficina Precaria lleva meses inmersa en su campaña “No más becas por trabajo” con la que pretenden denunciar que son muchas las empresas que se están aprovechando de la crisis para emplear a jóvenes en calidad de becarios, despojándolos así de sus derechos laborales

El pasado lunes 14 de marzo, Oficina Precaria presentó junto a Podemos en el Congreso una Propuesta No de Ley para acabar con los becarios en fraude o falsos becarios, estudiantes que ocupan puestos de trabajo sin unas condiciones y derechos laborales mínimos: sin salario obligatorio, sin derecho a subsidio por desempleo, sin indemnizaciones, sin vacaciones… Entre otras medidas, nuestras reivindicaciones incluyen aplicar una remuneración igual al salario mínimo y una jornada máxima de 6 horas, lo que quedaría en 486,45€/mes.