¿Ricos más ricos y pobres más pobres? Nuestra sociedad está llena de brechas que incrementan las diferencias entre unos y otros. (Des)igualdad es un canal de información sobre la desigualdad. Un espacio colectivo de reflexión, análisis y testimonio directo sobre sus causas, soluciones y cómo se manifiesta en la vida de las personas. Escriben Teresa Cavero y Jaime Atienza, entre otros.
La lucha contra el cambio climático necesita una agenda feminista
Marrakech se encuentra en estos momentos en el centro de la atención mediática por estar celebrándose la conferencia de las partes de la convención marco de Naciones Unidas contra el cambio climático (COP22). No es la primera vez que esta cita anual tiene lugar en esta ciudad marroquí. Ya en 2001 acogió la COP7 que concluyó con una decisión importante: la necesidad de aumentar el número de mujeres que participan en las negociaciones y debates en torno al cambio climático así como en las delegaciones oficiales y en los órganos de Naciones Unidas relacionados con el tema.
¿Renovar o no la agenda de Lima sobre género y cambio climático para los próximos años? Esta agenda, aprobada en la COP20 celebrada en Perú, ha supuesto algunos avances importantes en la incorporación de una mirada de género a la lucha contra el cambio climático en los últimos dos años. Después de varios días de negociación ha habido acuerdo: se renueva la agenda de Lima y se establece un compromiso para desarrollar un plan detallado de acción de género para los próximos años.
Pero, ¿son suficientes estas decisiones para asegurar que la perspectiva de género está presente en la lucha contra el cambio climático? ¡Claramente no! La agenda de la lucha contra el cambio climático no sólo debe tener en cuenta los impactos negativos sobre las mujeres sino que es vital que se convierta en una herramienta positiva de avance en la equidad.
Para ello, son muchos los elementos que tienen que estar presentes en todas las políticas, planes y acciones que se lleven a cabo. Empezando por la participación efectiva de las mujeres y siguiendo por el acceso a los recursos financieros y tecnológicos y la incorporación de enfoques sociales y de derechos humanos en todos los instrumentos de lucha contra el cambio climático.
Nadie hoy en día duda de las especificidades que se dan entre el cambio climático y el género. Sin embargo, sí existe mucha disparidad sobre los enfoques para abordar el tema: desde aquellos que ahondan en el rol reproductivo de las mujeres y en la vinculación con la naturaleza hasta aquellos que posicionan a las mujeres como agentes protagonistas del cambio.
De nada nos va a servir tampoco que las grandes corporaciones y empresas energéticas que se han enriquecido en las últimas décadas con la explotación de recursos naturales sean las que lideren y protagonicen la transición necesaria. Muy al contrario, en la lucha contra el cambio climático y por la defensa de la vida, necesitamos una agenda transformadora, empoderadora y feminista, que ponga a las personas y a los derechos humanos en el centro de todas las decisiones. Si no, como bien dice Naomi Klein, estaremos dejando pasar una oportunidad de oro de cambiar las cosas. Probablemente, la última que tengamos.
Marrakech se encuentra en estos momentos en el centro de la atención mediática por estar celebrándose la conferencia de las partes de la convención marco de Naciones Unidas contra el cambio climático (COP22). No es la primera vez que esta cita anual tiene lugar en esta ciudad marroquí. Ya en 2001 acogió la COP7 que concluyó con una decisión importante: la necesidad de aumentar el número de mujeres que participan en las negociaciones y debates en torno al cambio climático así como en las delegaciones oficiales y en los órganos de Naciones Unidas relacionados con el tema.
¿Renovar o no la agenda de Lima sobre género y cambio climático para los próximos años? Esta agenda, aprobada en la COP20 celebrada en Perú, ha supuesto algunos avances importantes en la incorporación de una mirada de género a la lucha contra el cambio climático en los últimos dos años. Después de varios días de negociación ha habido acuerdo: se renueva la agenda de Lima y se establece un compromiso para desarrollar un plan detallado de acción de género para los próximos años.