¿Ricos más ricos y pobres más pobres? Nuestra sociedad está llena de brechas que incrementan las diferencias entre unos y otros. (Des)igualdad es un canal de información sobre la desigualdad. Un espacio colectivo de reflexión, análisis y testimonio directo sobre sus causas, soluciones y cómo se manifiesta en la vida de las personas. Escriben Teresa Cavero y Jaime Atienza, entre otros.
La salud es un derecho, no un privilegio
Garantizar el derecho a la salud de todas las personas y en todos los contextos no es fácil. De hecho es muy difícil. Hasta hace pocos años y todavía hoy, en lugares de América Latina y África, el trabajo que hay que hacer para que la población y las personas más vulnerables puedan tener acceso a la salud y vivir en mejores condiciones es enorme. Lo curioso es que en Europa, desde hace 3 años, el panorama sanitario también ha cambiado. La salud ha dejado de ser un derecho para convertirse en un privilegio que depende de la situación administrativa de cada uno de nosotros.
En España, el 1 de septiembre de 2012, el Gobierno aprobó un decreto con medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud. Con el pretexto de adoptar medidas de ahorro y mejora de la calidad, se restringió el derecho del acceso a la salud para personas vulnerables que viven en nuestro país y se fueron activando diferentes regulaciones a nivel autonómico. Estas medidas han creado confusión y un aumento de la desigualdad entre las diferentes comunidades autónomas.
La medida anunciada recientemente por el Ministro de Sanidad consitente en permitir a las personas extranjeras en situación irregular acceder a la Atención Primaria, pero sin porporcionarles tarjeta sanitaria, no rectifica este retroceso en derechos humanos señalado por diferentes organismos internacionales.
Por ello hoy, 7 de abril, Día Mundial de la Salud, merece la pena destacar que diferentes organismos internacionales y mecanismos de derechos humanos europeos y de Naciones Unidas han venido recordando al Gobierno español que la exclusión sanitaria de las personas inmigrantes en situación irregular es contraria a los tratados internacionales de Derechos Humanos. Numerosas organizaciones han recogido miles de casos de vulneración del Derecho a la Salud que han sido incluidos en informes del Defensor del Pueblo y de relatores de Naciones Unidas.
Si extrapolamos esto al ámbito internacional, es conveniente explicar cómo un modelo de acceso a la salud primaria universal para todos y todas, incluidas las personas más vulnerables, a través de servicios de atención primaria públicos, conseguiría evitar epidemias y tragedias como la vivida recientemente en los países del África Occidental debido al ébolaébola. En estos países, que tienen un sistema nacional de salud muy frágil, la epidemia ha tenido un efecto devastador al causar decenas de miles de muertes, inluidas las del personal sanitario local. Por ello, el objetivo debe ser conseguir que la población afectada por el ébola, en este caso, pueda ser tratada, al mismo tiempo que se trabaja con los ministerios de salud de los países afectados para reconstruir un modelo del sistema de atención primaria que garantice el acceso a la salud para todos y todas. Ello les ayudará a afrontar fruturas epidemias. Pero sólo si somos capaces de entender que la salud es un derecho, no un privilegio.
Garantizar el derecho a la salud de todas las personas y en todos los contextos no es fácil. De hecho es muy difícil. Hasta hace pocos años y todavía hoy, en lugares de América Latina y África, el trabajo que hay que hacer para que la población y las personas más vulnerables puedan tener acceso a la salud y vivir en mejores condiciones es enorme. Lo curioso es que en Europa, desde hace 3 años, el panorama sanitario también ha cambiado. La salud ha dejado de ser un derecho para convertirse en un privilegio que depende de la situación administrativa de cada uno de nosotros.
En España, el 1 de septiembre de 2012, el Gobierno aprobó un decreto con medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud. Con el pretexto de adoptar medidas de ahorro y mejora de la calidad, se restringió el derecho del acceso a la salud para personas vulnerables que viven en nuestro país y se fueron activando diferentes regulaciones a nivel autonómico. Estas medidas han creado confusión y un aumento de la desigualdad entre las diferentes comunidades autónomas.