¿Ricos más ricos y pobres más pobres? Nuestra sociedad está llena de brechas que incrementan las diferencias entre unos y otros. (Des)igualdad es un canal de información sobre la desigualdad. Un espacio colectivo de reflexión, análisis y testimonio directo sobre sus causas, soluciones y cómo se manifiesta en la vida de las personas. Escriben Teresa Cavero y Jaime Atienza, entre otros.
Transparencia o evasión: ¿de qué lado está Europa?
Hace unos pocos días, el Comisario Moscovici dejaba claro en una conferencia en Bruselas que la lucha contra la desigualdad pasa por construir un sistema fiscal más justo. “Necesitamos una Europa más justa y no puede ser tan solo un cliché. Es lo que la gran mayoría de ciudadanos europeos esperan de nosotros. Y esto no será posible sin una fiscalidad más justa”.
Más de 350.000 ciudadanos de todo el mundo dan la razón al Comisario Moscovici y han apoyado con sus firmas la lucha por conseguir un sistema fiscal más justo para todos.
Ahora sólo falta que no dejemos pasar de largo las ocasiones de ir más allá de la retórica. Y hoy es uno de esos días en qué veremos de qué lado se inclina la balanza de la maquinaria europea.
Esta mañana se vota en el Parlamento Europeo una propuesta para avanzar hacia una mayor transparencia en la tributación de las grandes empresas. Una propuesta que rompa con la opacidad sobre donde operan las grandes empresas, dónde declaran sus beneficios, dónde se ubican sus estructuras y trabajadores y… dónde pagan los impuestos que les correspondan.
Son muchos los escándalos que han ocupado portadas de todos los medios nacionales e internacionales mostrando las estrategias de planificacion fiscal agresiva y el uso de paraísos fiscales por parte de reconocidas corporaciones para reducir su contribución fiscal significativamente. Pero tener acceso a esta información no puede depender solo de filtraciones periodísticas. La transparencia no es una panacea para acabar con la evasión y elusión fiscal, pero sin transparencia los avances son mínimos.
La planificación fiscal agresiva no es una práctica nueva pero sí se ha venido sofisticando y generalizando, al tiempo que el uso de los paraísos fiscales se ha multiplicado por 4 en los últimos 15 años. En los últimos 5 años, las empresas del IBEX35 han multiplicado por 5 el número de filiales en paraísos fiscales Oxfam publicaba hace unos meses un informe, Bancos en el exilio, donde mostraba que los 20 principales bancos europeos declaran el 26% de sus beneficios en paraísos fiscales. No hubiera sido posible mostrar este desajuste entre dónde se desarrolla la actividad económica y dónde declaran los beneficios si el sector bancario no estuviera obligado por ley a este ejercicio de transparencia.
¿Pero por qué limitarlo al sector financiero? ¿No tiene sentido extenderlo ahora a todos los demás sectores de actividad? ¿No tienen derecho los ciudadanos a determinar sus decisiones de consumo según la confianza en las prácticas fiscales responsables de las grandes marcas?
De ahí que el voto de hoy marque una elección clara: anteponer las necesidades de los ciudadanos , como el Comisario reconocía, o seguir manteniendo un velo de opacidad sobre las prácticas fiscales de grandes empresas y el funcionamiento de los paraísos fiscales.
La transparencia tampoco puede ser un juego a medias. No pueden dejarse resquicios que permitan a las grandes empresas escapar de sus compromisos con la responsabilidad fiscal bajo la falsa excusa de que el acceso a determinada información es “comercialmente sensible”. La competitividad empresarial no puede armarse a costa de reducir la contribución fiscal bajo esquemas de planificación fiscal agresivas. Ni puede pasarse la factura a los ciudadanos del coste de financiar el Estado sin una contribución justa del sector empresarial.
En España, el 84% de la contribución fiscal recae ya sobre las familias frente a un 13% sobre el sector empresarial, mientras que antes de la crisis era del 75% y 22% respectivamente.
La ciudadanía se merece luz y claridad sobre quien financia el funcionamiento del Estado. Nos merecemos una mayor transparencia sobre la realidad de las prácticas fiscales de grandes empresas. Veremos de qué lado se inclina Europa hoy.
Hace unos pocos días, el Comisario Moscovici dejaba claro en una conferencia en Bruselas que la lucha contra la desigualdad pasa por construir un sistema fiscal más justo. “Necesitamos una Europa más justa y no puede ser tan solo un cliché. Es lo que la gran mayoría de ciudadanos europeos esperan de nosotros. Y esto no será posible sin una fiscalidad más justa”.
Más de 350.000 ciudadanos de todo el mundo dan la razón al Comisario Moscovici y han apoyado con sus firmas la lucha por conseguir un sistema fiscal más justo para todos.