Se acabó el aceite de oliva barato, al menos por ahora. La falta de lluvias que ha sufrido el sur de España amenaza a la producción de aceite de oliva. Las previsiones para este año son muy pesimistas debido a la sequía, pero también al agotamiento de los árboles por la extraordinaria producción de la campaña anterior. El papel de primer productor internacional hace que el impacto de una mala campaña en España haga subir los precios en todo el mundo y ya se descuenta este fenómeno a nivel internacional.
En la campaña 2013-2014, la producción de aceite de oliva ascendió a 1,77 millones de toneladas, (un 41% superior a la media de las cuatro últimas), lo que supuso un récord de producción. Esto se tradujo en dos factores muy importantes: por un lado, unos precios muy asequibles en el litro de aceite de oliva y por otro, en una fuerte subida del empleo en el último trimestre de 2013 para recoger esa ingente cantidad de aceituna que ya no se verá en este ejercicio. Sin embargo, según David Erice, técnico de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), este año 2014, “ni los más optimistas cuentan con que la producción sea de un millón de toneladas. Se darán seguramente datos muy parecidos a los de 2012, cuando se produjeron al rededor de 700.000 toneladas”, apunta.
La causa de la bajada de la producción no se debe en exclusiva a la sequía. “El árbol está bastante agotado de la anterior campaña, en la que la producción fue récord”, recuerda Erice. Gregorio Sánchez, responsable del sector oleícola de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) coincide con Erice en que la campaña de este año va a ser complicada debido a la sequía. Desde Asoliva (la patronal de exportadores de aceite de oliva) señalan que, gracias a las reservas, la producción será suficiente para cubrir la demanda, aunque es difícil hacer una previsión. No obstante, The Wall Street Journal aseguraba esta semana que la producción del aceite de oliva en España podría descender hasta un 40% respecto a 2013, según las previsiones de las agencias internacionales.
Esta situación recuerda a lo ocurrido en 2012, cuando otra escasez de lluvias de similares características puso en jaque a la producción de aceite de oliva. En aquel momento, la mala cosecha (en la que se recogieron 618.200 toneladas) se tradujo en fuertes subidas de precio. En junio de 2013 el precio del aceite llegó a ser un 24% más alto que el del año anterior, según los datos del Instituto Nacional de Estadística, recogidos para el IPC. En este índice, que mide la variación de los precios de los productos más consumidos por los españoles, los aceites y grasas tienen un gran peso. En concreto, su ponderación es de 5,982 sobre 100, superior a la de la patata, el café, el azúcar y la carne de ovino, entre otros por lo que una fuerte alteración repercute en toda la subida de la cesta de la compra.
La semana pasada, el precio de un litro de aceite de oliva 1º en el supermercado era de 2,83 euros, un 14,2% más barato que en la misma semana de 2013, cuando costaba 3,3 euros el litro, según datos de Comercio. La fluctuación ha sido importante. En las mismas fechas de 2012, el litro de aceite costaba 2,56 euros, por lo que de agosto de 2012 a 2013 el precio de venta en el súper creció un 22,4%, arrastrando así el efecto de la mala cosecha. En el caso del aceite de oliva virgen, el precio por litro en 2012 era 3,2 euros, en 2013 era 3,79 euros y en 2014 era 3,44 euros.
Así las cosas, y tomando como ejemplo lo sucedido en 2012, el consumidor español se puede encontrar con subidas en el precio del aceite de oliva de alrededor de 50 céntimos por litro sobre el precio de venta actual, un buen pellizco para el bolsillo de las familias.
Además, esta escasez conllevará una subida en los precios que, según Erice, ya comenzó a mediados de junio y representa un ajuste de los precios a los costes de producción de los agricultores. En este sentido, señala que “estaría bien que existiesen mecanismos que hiciesen que el nivel de cotizaciones fuera más homogéneo”. Esta opinión es compartida por Sánchez, de COAG: “El aceite está tomando los precios que debe tener según los costes de producción. Con la subida los precios serán razonables”. Desde Asoliva dejan claro que todo son previsiones y que es complicado hablar de precios por la sensibilidad de los mercados.
El impacto en el negocio internacional no se hará esperar. “Debido a la sequía habrá menos aceite, por lo que las empresas tendrán menos posibilidades de exportar. Habrá que ver cómo responden los españoles, si son sensibles a las subidas de precios o no”, indica Erice, de la UPA. El responsable de COAG, por su parte, señala que tendrá que ser cada productor el que dosifique sus ventas para equilibrar la producción.
Las exportaciones de la campaña actual, desde octubre de 2013 al pasado junio se han situado en 805.300 toneladas (con datos provisionales de junio), de las cuales el 34,7% se dirigieron a países de la Unión Europea, según datos del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente.