El expresidente de CatalunyaCaixa Adolf Todó ha achacado a la anterior dirección de la entidad los problemas que llevaron a su nacionalización, ya que en los años previos al estallido de la crisis se siguió una “estrategia equivocada”, basada en una “excesiva” exposición al sector inmobiliario, según su opinión. Todó, que llevó las riendas de la entonces llamada Caixa Catalunya desde marzo de 2008 hasta mayo de 2013, ha sido el primer directivo de banca en comparecer ante la comisión de investigación creada en el Parlamento catalán sobre las entidades financieras en Cataluña.
Todó ha asegurado que cuando él y el exconsejero delegado Jaume Masana -también ahora cesado- entraron en Caixa Catalunya la entidad era “una bomba con una espoleta de carga retardada”, por su elevada exposición al riesgo, y que acabó explotando a medida que la crisis se agravó. Caixa Catalunya, que luego acabó funcionándose con Caixa Tarragona y Caixa Manresa, “presentaba importantes debilidades”, según Todó, debido a su exposición a los promotores inmobiliarios, mucho mayor a la media del sector.
Todó ha explicado que la exposición a los promotores era tres veces superior al capital principal de la entidad, y que incluso en el ámbito de particulares la mora ya era considerable. El exdirectivo ha precisado que la entidad concedió una parte significativa de sus préstamos a particulares por un valor superior al 80% del valor de tasación del inmueble, y que para implantarse en nuevos territorios se concedieron hipotecas a clientes que no obtenían financiación de otros bancos.
El “derecho” a cobrar 3,5 milliones de pensión
Todó ha cifrado en 3,5 millones la pensión que “por contrato” tiene derecho a percibir tras su cese de la nacionalizada, pese a que el actual propietario de la entidad, FROB, ha decidido congelarla. El directivo ha explicado que el contrato que firmó hace aproximadamente un año y medio con el FROB establecía su derecho a cobrar esta pensión como expresidente de Catalunya Banc y como derechos por trabajar 18 años en Caixa Manresa, entidad que posteriormente se fusionó con Caixa Catalunya y Caixa Tarragona para dar lugar a CatalunyaCaixa, marca comercial de Catalunya Banc.
“Este contrato firmado con el FROB dice que esto son derechos consolidados por el señor Todó, cobrables cuando deje la entidad por cualquier motivo”, ha afirmado el exdirectivo. Todó ha insistido en que esta cifra “no es una indemnización”, sino que son “derechos de pensiones”, un salario que se va pagando cada año en diferido.
Cesado por estar en desacuerdo con el FROB
Durante su comparecencia, el expresident de la entitad ha atribuido su cese en el cargo a su oposición a la paralización del proceso de venda de Catalunya Caixa, una decisión tomada por el Fondo de Rreestruración Ordenada Bancaria (FROB). En su opinión, el fondo se equivocó al parar la subhasta por segunda vez, ya que si no se ponía a la venta la pérdida de valor de la entidad iba en aumento. El cese de Masana, según Todó, fue por el mismo motivo.