La actividad en la industria crece en febrero por primera vez en ocho meses por la resistencia de la demanda

La actividad en la industria creció en febrero por primera vez en ocho meses por la resistencia de la demanda y la decongestión de las cadenas de suministro del comercio global. El índice adelantado PMI sobre el sector manufacturero de España volvió “a entrar en territorio de expansión” pese al aumento de los costes respecto a enero.

“Por primera vez desde junio del año pasado, las condiciones operativas del sector manufacturero español mejoraron en febrero”, destaca Laura Denman, economista de S&P Global Market Intelligence, la consultora que elabora estos indicadores PMI. En concreto, el último índice industrial se basa en encuestas a 400 empresas entre el día 10 y el 23 del mes pasado.

“La fuerza impulsora detrás del renovado crecimiento del sector fue un reactivado y sólido repunte de la producción manufacturera. Las empresas encuestadas ampliamente vincularon el último aumento de la producción con una mejora relativa en los volúmenes de ventas”, explica esta experta.

“De hecho, puesto que los nuevos pedidos cayeron al ritmo más lento desde junio del año pasado, los últimos datos de la encuesta mostraron cierta evidencia tentativa de dicha mejora de la demanda”, añade.

Otros aspectos positivos de los datos de febrero provinieron del primer aumento de la creación de empleo en ocho meses, así como del alargamiento más contenido de los plazos de entrega de los proveedores desde diciembre de 2019. Esta tendencia es reflejo de la de la decongestión de los cuellos de botella en las cadenas de suministro, uno de los principales problemas tras la salida de la pandemia.

“Puesto que las empresas encuestadas tienen la esperanza de una recuperación de la demanda y mejores condiciones del mercado en general, se mostraron optimistas sobre la producción futura y registraron el mayor grado de confianza desde abril del año pasado”, incide Laura Denman.

En una nota más negativa, las tasas de inflación de los costes de los insumos y de los precios cobrados se aceleraron con respecto al mes anterior, y los precios cobrados aumentaron hasta su máximo de tres meses. Estas presiones se han visto en el repunte de la inflación en el consumo, la que afecta a las familias y mide el IPC, y que aceleró al 6,1% en febrero.

Las empresas están traslando el aumento de los costes a los precios de venta. Y están mejorando sus márgenes de beneficio (la capacidad de convertir esas ventas crecientes en ganancias). Del total de los costes, los salarios se encuentran entre los que menos han subido en los últimos meses.

Crecimiento de los márgenes

Los datos más recientes de contabilidad nacional [del INE] sugieren que el dinamismo que los márgenes empresariales habían mostrado hasta el tercer trimestre –fundamentalmente para recuperar los niveles pre pandemia– se habría prolongado en el cuarto trimestre de 2022 [en nuestro país], lo que situaría a estos márgenes por encima de los niveles observados a finales de 2019 [de media]”, asegura el Banco de España.

Recientemente, el catedrático de Economía Aplicada de la UCM, Rafael Myro, publicó un artículo en el que incide en esta cuestión, también según los datos de contabilidad nacional del INE. “El incremento de los beneficios [de las empresas] explica casi por completo el aumento del deflactor del PIB en 2022 [la inflación interna, que excluye las importaciones, lo que se compra fuera de España”, explica este experto.

“Tras el año 2020, marcado por la pandemia, en el que aumentaron sensiblemente los costes laborales (salarios), debido sobre todo a la disminución de la productividad del trabajo, al tiempo que se reducían de forma drástica los beneficios empresariales. Éstos comenzaron a recuperarse ya en el último trimestre de 2021, un año en el que los impuestos indirectos se incrementaron considerablemente para recuperar el nivel prepandemia. Pero ha sido en 2022 cuando los beneficios de las empresas han experimentado un aumento decisivo, contribuyendo a acelerar la inflación”, añade.

“Los sectores de actividades extractivas y energía y banca han destacado así mismo por el alza de sus beneficios. Algunos servicios, como los de ocio y hostelería, han experimentado también una recuperación de sus márgenes, pero sufrieron más durante la pandemia”, continúa Rafael Myro.

En su opinión, “el ajuste salarial medio [para recuperar la pérdida de poder adquisitivo] no puede ser muy elevado, si se pretende reducir la inflación, con el fin de crecer más y crear más empleo. Pero los sectores en los que los beneficios han aumentado mucho, el alza de los salarios puede ser más intensa sin provocar nuevos aumentos en los precios”.