AENA, el grupo de empresas propietario de los 47 aeropuertos públicos nacionales y responsable de dar servicios de navegación aérea en el cielo español, intenta desprenderse del pesado lastre de su vinculación directa con la trama Gürtel. Y lo hace de una manera peculiar, con la aplicación de un expediente de regulación de empleo, ERE, por el que, desde enero hasta junio, eliminará de su plantilla a 1.250 de sus 15.000 trabajadores.
El principal y último imputado que permanecía vinculado por un contrato laboral con AENA, Ángel López de la Mota, ha sido diligente al convertirse en uno de de los primeros trabajadores en acogerse al ERE. Desde comienzo de año ya no aparece por el despacho que conservaba en la sede de la empresa que preside José Manuel Vargas.
Ángel López de la Mota fue imputado hace ahora un año, junto a José María Gavari Guijarro, por el juez instructor del caso Gürtel en la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, en una pieza separada en la que se investigan las actividades en AENA de la trama que dirigía Francisco Correa. A ambos se les considera presuntos autores de delitos de cohecho y prevaricación, al haber recibido presuntamente regalos y pagos de las empresas de la red corrupta entre los años 2000 y 2002, por un importe de 84.000 euros, a cambio de contrataciones que supusieron un desembolso de 2,4 millones de euros por parte de la empresa de aeropuertos.
Una década en Génova
La historia profesional de López de la Mota es paralela a la de otros que han utilizado su cercanía al partido que controla el Gobierno para buscar un acomodo laboral estable en alguna empresa pública. Después de trabajar durante una década en la sede central del Partido Popular en la calle Génova en Madrid, López de la Mota fue nombrado director de comunicación de AENA el año 2000, coincidiendo con el acceso de Francisco Álvarez Cascos a la cartera de Fomento, departamento ministerial del que depende el grupo aeroportuario estatal.
Durante algo más de tres años ocupó este cargo, desarrollando unas actividades que más tarde le llevarían a estar imputado en el caso Gürtel. Pero eso no sería hasta 2012. Entre tanto López de la Mota tuvo la habilidad de conseguir la condición de fijo en la empresa de aeropuertos. Así, cuando en marzo de 2004 se produjo el vuelco electoral y el PSOE volvió a ocupar el Gobierno, el antiguo empleado de Génova dejó paso a un nuevo director de comunicación y quedó haciendo pasillos, pero ya a resguardo y dentro de la plantilla de AENA.
Con la vuelta de los populares al Gobierno en 2011 y el nombramiento de Ana Pastor en la cartera de Fomento, López de la Mota intentó volver a la primera línea de la gestión de las comunicaciones en AENA, pero su impugnación en el caso Gürtel aconsejó su salida en la primera tanda del ERE.
Su caso es distinto del de su compañero de imputación, José María Gavari Guijarro, que nunca consiguió la condición de fijo en AENA y causó baja en la empresa con la que solo había tenido una vinculación temporal.
Prejubilación
La dirección de AENA y los sindicatos CCOO, UGT y USO acordaron en otoño un plan de bajas para un máximo de 1.600 de sus 15.000 trabajadores al que los interesados podían acogerse antes del 31 de diciembre. Cumplido el plazo, los 1.250 trabajadores que se han apuntado reciben una indemnización de 20 días por año trabajado con un máximo de doce mensualidades, que se aumentarán en ocho días si en el plazo de seis meses el trabajador no encuentra otro trabajo.
López de la Mota, sin embargo, se ha acogido a la modalidad de prejubilación ya que tiene más de 55 años y lleva 10 en la empresa. En su caso, si a los seis meses de su salida de la compañía no ha encontrado un nuevo empleo, su indemnización se incrementará en once días adicionales. AENA también se hace cargo de las prestaciones por desempleo y las cotizaciones a la Seguridad Social de los trabajadores mayores de 50 años.
Contratos para Fitur
La imputación de Ángel López de la Mota y de José María Gavari en el sumario del caso Gürtel se justifica con un informe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (Udef) fechado en 2011. En él se explica que ambos facilitaron la entrada de las empresas de Francisco Correa como proveedoras de AENA entre el 10 de abril de 2001 y el 25 de abril de 2002.
López de la Mota, según la policia, participó en la elaboración de los pliegos de prescripciones técnicas por las que se regía la contratación del stand en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) en los años 2001 y 2002, “los cuales fueron adjudicados a dos empresas de la organización de Correa, Special Events y FCS Travel Group”. En total estos y otros trabajos de estas empresas para AENA contabilizaron 1,6 millones. Unida esta cantidad a la que obtuvieron otras empresas del grupo de Correa, como Pasadena Viajes y T. C. M., el importe asciende a 2,4 millones.
El informe policial indica que en los papeles requisados a Correa se han encontrado diversas anotaciones de pagos vinculados a Ángel López de la Mota, en los que se incluyen desde obras de reforma en un ático de Villaviciosa de Odón, en Madrid, por importe de 39.704 euros, hasta viajes a Eurodisney o Menorca, vuelos, alquiler de coches, estancias en hoteles de Fuerteventura o Chiclana, por un monto de 60.200 euros. El otro imputado, Gavari Guijarro habría sido beneficiario de servicios turísticos por importe de 14.300 euros y entregas en metálico de 150.000 y 300.000 euros.
El informe afirma que los dos imputados actuaban en la fase de elaboración de los pliegos de condiciones técnicas y económicas de los concursos promovidos por el departamento de comunicación de AENA con el fin de establecer condiciones que favorecieran a las empresas de la trama Gürtel.