Agua, sol y viento a precio de gas: así funciona el mercado eléctrico en España

Raúl Sánchez

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Adaptando la popular frase célebre del sector, si con la explicación anterior has entendido cómo funciona el mercado eléctrico en España, es que seguramente te lo hemos explicado mal. Para comprender este sector hay que entender que la electricidad no es un bien almacenable a gran escala y que tenemos que producir la energía necesaria en cada momento para satisfacer la demanda.

Por ejemplo, las centrales de generación solar solo pueden producir durante el día y la eólica solo puede producir cuando haya viento. Por tanto, para garantizar un suministro fiable e ininterrumpido, hay que decidir qué centrales generan electricidad en cada momento del día. Estas decisiones se toman en el mercado de producción de energía eléctrica (el pool), gestionado por el Operador del Mercado Ibérico de Electricidad (OMIE).

Como explicamos antes, en el mercado los generadores de energía (eólica, solar, nuclear, ciclo combinado, etc.) presentan sus ofertas de venta para cada una de las horas del día siguiente. A la vez, comercializadoras (tu compañía de la luz) y grandes consumidores presentan sus ofertas de compra.

De forma resumida (ya que el proceso es un poco más complejo), el operador ordena todas las ofertas de generación de más barata a más cara y las de compra de más cara a más barata. El punto de equilibrio entre ambas fija el precio de la factura de la luz.

Para ver cómo se ha fijado el precio de la luz en 2021, hemos analizado los datos de más de 8 millones de ofertas casadas en el pool eléctrico por los generadores de energía. El siguiente gráfico muestra cómo se formó el precio de la luz en el momento más caro de la semana: las 9 de la noche de los jueves. A esa hora, la demanda está en su pico y no hay producción de energía solar.

Tal y como has visto en el gráfico, el esquema se repite. Las energías renovables (color verde 🟩) como la eólica y la solar ofertan prácticamente siempre a cero euros el megavatio hora. La razón está en que tienen unos costes de funcionamiento muy bajos y no pueden decidir cuándo producen energía (cuando hay sol o viento). Por tanto, ofertan muy bajo para asegurarse que les compran su electricidad y aceptan el precio que marque el mercado.

Caso similar es el de las centrales nucleares (color violeta🟪), que también ofertan a cero euros en el pool. ¿Por qué lo hacen si pueden elegir cuándo producen? Principalmente porque no sale rentable apagar y volver a encender una central nuclear.

Las ofertas que marcaron el precio de la luz en 2021 son de color azul 🟦 y rojo 🟥: agua y gas. El coste de la energía producida en las centrales de combustibles fósiles (como el gas y el carbón) depende del precio internacional de las materias primas. Si el combustible está caro, les sale caro producir. Unos costes que se unen a los precios que deben pagar por emitir dióxido de carbono, en máximos históricos por las medidas climáticas de la Unión Europea.

El 47% de la energía negociada por encima de un euro en 2021 provenía del carbón y el gas. Un porcentaje que subió en los últimos meses del año. En noviembre y diciembre, la presión de los combustibles fósiles sobre el precio de la luz subió hasta el 70% mientras se desplomaba la generación hidráulica por la sequía y la falta de precipitaciones. Este cambio se observa en el siguiente gráfico.

La hidráulica es la excepción respecto al resto de renovables en el mercado eléctrico. A pesar de tener costes de funcionamientos muy bajos, los embalses pueden elegir cuándo producen electricidad. Esta flexibilidad les permite ofertar alto para rentabilizar al máximo su generación. Es lo que se llama coste de oportunidad.

Hay que recordar que toda la energía será vendida al precio que marque el punto de casación, es decir el ofertado por el último productor que haya entrado en el mercado. Esta regla lleva en muchas ocasiones a comprar energía del agua, sol o viento al precio elevado del gas.

Y también al revés. En el mercado se ofertan precios de hidráulica o renovables por encima de lo que marcan las centrales de ciclo combinado. Precisamente, lo más habitual es que la hidráulica marque el precio de la luz. En 2021, lo hizo en el 60% de las horas. Vamos a verlo en el siguiente gráfico.

Como has visto en el gráfico, el gas no es lo único que se ha ofertado a precios por encima de los 100, 200 y 300 euros el megavatio hora. Casi el 63% de la energía adjudicada que se ofertó por encima de los 200 euros en 2021, durante los récords encadenados del precio del pool, provenía de las centrales renovables de energía hidráulica que aprovecharon los altos precios del gas. Algunos productores de energía eólica o solar también ofertaron su electricidad por encima de ese precio.

El fenómeno se repite a lo largo de todo 2021. La subida del precio internacional del gas se trasladó a las ofertas de las centrales de ciclo combinado y también a las de la energía hidráulica. Los datos de OMIE señalan que el precio medio de la ofertas de estas centrales se disparó durante la crisis de precios de la segunda mitad del año. En el último cuatrimestre del año, la energía hidráulica que se adjudicó en el mercado siempre fue más cara que el gas.

Precisamente, la hidráulica de gran capacidad está concentrada en dos grandes compañías: Iberdrola y la portuguesa EDP –Energías de Portugal– dominan la producción de hidráulica que se vende en el mercado diario.

Las unidades de generación de Duero, Sil, Tajo y La Muela, gestionadas por Iberdrola, pasaron de ofertar la energía de estas centrales hidráulicas a entre 20 y 80 euros en la primera mitad del año a ofrecer la misma energía a 200 euros o incluso por encima de 300 en los meses de octubre, noviembre y diciembre.

Aunque en la subasta diaria entran todos los productores, en la práctica, pocos actores del mercado son los que influyen en el precio de la luz. Cuatro compañías –Energías de Portugal (EDP), Iberdrola, Endesa y Gas Natural– acumularon el 68% de la energía que marcó el precio de la luz en 2021, según los datos recopilados y analizados por elDiario.es. Este cálculo solo tiene en cuenta la electricidad negociada que se ofertó por encima de un euro.

Precisamente, estas cuatro compañías controlan la mayor parte de la energía negociada de las dos tecnologías que marcan la factura de la luz: el agua y el gas. Una falta de competencia en el mercado eléctrico que ya han criticado algunos expertos como Francisco Valverde. El siguiente gráfico muestra el ranking de empresas por porcentaje de energía negociada por encima de un euro.

Aunque en los últimos meses algunos representantes del sector empresarial y de la izquierda parlamentaria se han mostrado en contra del sistema marginalista por considerar que algunos generadores obtienen beneficios caídos del cielo ('windfall profits'), lo cierto es que es el sistema mayoritario en prácticamente todos los países de la OCDE y la Unión Europea. También habla de “beneficios caídos del cielo” para las eléctricas a causa del gas la Agencia Internacional de la Energía, hasta el punto de recomendar poner en marcha medidas para atajarlos.

Compañías eléctricas como Iberdrola o Endesa niegan la existencia de estos beneficios caídos del cielo. “Son una leyenda urbana”, aseguró el consejero delegado de Endesa, José Bogás, en una entrevista a La Vanguardia. En varios argumentarios de las eléctricas publicados en redes sociales, defienden que una gran parte de su producción de energía se vende en contratos en el mercado libre que “se firmaron hace 1 o 2 años”. Los consumidores más afectados por la actual escalada del pool son los consumidores de la tarifa regulada del precio voluntario al pequeño consumidor (PVPC).

Esta tarifa, a la que están acogidos 10 de los 27 millones de consumidores de electricidad, recoge de manera inmediata las fluctuación de la subasta diaria y, por ende, los récord de 2021 y 2022 del precio de la luz. Ya muchas grandes eléctricas que generan y comercializan su propia energía están ofreciendo precios en el mercado libre más baratos al margen del pool.

Ante la dificultad para cambiar el sistema marginalista, la Comisión Europea ha dejado en manos de cada país la decisión de intervenir en el mercado por la crisis energética a la espera de que lo que se decida en el Consejo Europeo de este jueves y viernes.

Entre las medidas recomendadas, algunas ya propuestas por el Gobierno de España, están compensar directamente a los consumidores, intervenir en el mercado compensando a los generadores fósiles (principalmente, los de gas) para rebajar el precio o directamente establecer un precio máximo en el pool diario de la luz.

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