Con los tipos de interés en mínimos, todavía a la espera de ver si la victoria de Trump dará un vuelco a la situación, los bancos van ajustando sus productos para adaptarse a este contexto donde les cuesta más hacer dinero con su negocio tradicional.
Hace unos días, ING anunciaba que eliminaba la remuneración del 2% de sus recibos que hasta ahora ofrecía a algunos clientes a partir de enero de 2017 y rebajaba el interés de su cuenta Naranja del 0,2% al 0,1%.
No es la única entidad que está empeorando las condiciones de sus clientes. Santander ha mandado una carta a algunos de sus usuarios para cambiar las cláusulas de sus cuentas de ahorro e imponer comisiones por mantenerlas. Una decisión que también está tomando Bankia.
En la carta enviada por Santander a algunos clientes, la entidad comunica la modificación de los contratos de sus cuentas de ahorro que conllevan nuevas comisiones. Se introduce un cobro de mantenimiento de 24 euros al trimestre. Además, se impone una comisión por descubierto del 5% con un mínimo de 15 euros y una comisión de gestión por reclamaciones de posiciones deudoras de 39 euros.
La opción que da la entidad es cambiar esta cuenta por la denominada 1,2,3, el producto alrededor del cual gira ahora la estrategia del banco. Este es un producto originario de su cartera británica, que la entidad lanzó en España en mayo de 2015 con el objetivo de “vincular” más al cliente. Se trata de una cuenta corriente con una comisión de tres euros mensuales en la que hay que tener domiciliada la nómina o pensión y tres recibos para poder beneficiarse de la remuneración que ofrece y de la bonificación de recibos (cuya cantidad dependen asimismo del capital en la cuenta y del tipo de recibo domiciliado).
El caso de Bankia
“Fui a la oficina de Bankia para hacer una operación desde la cuenta que tenía allí y me dijeron que me iban a comenzar a cobrar comisiones por mantenerla, así que decidí cerrarla”, cuenta Pilar, que explica que tenía una cuenta en la entidad con una pequeña cantidad donde no tenía domiciliada ni nómina, ni pensión.
Fuentes de Bankia apuntan que no pueden comentar el caso concreto por no conocer los detalles exactos y explican que el pasado enero la entidad presentó su posicionamiento en el cobro de comisiones. Su estrategia pasa por no cobrar tasas por el mantenimiento, ni por el uso de tarjetas de débito o crédito, en el caso de que se domicilie un ingreso mensual en la cuenta.
Las mismas fuentes señalan que tampoco cobran comisiones a los titulares de la cuenta On (clientes digitales), jóvenes, clientes con más de 1.000 acciones de la entidad o clientes con saldos en productos de ahorro superiores a 75.000 euros.
Depósitos, a la baja
Las entidades además siguen recortando los tipos de interés que ofrecen en sus depósitos. Bankinter en la última semana ha disminuido la remuneración de su depósito a doce meses a un 0,15%.
Esta entidad tras el anuncio de ING anunció que ellos mantenían las condiciones de su cuenta nómina, que ofrece una remuneración del 5% durante el primer año y del 2% en el segundo. Eso sí, la remuneración solo se produce hasta un máximo de 5.000 euros de saldo.
Por su parte, Popular ha reducido en un 0,10% la rentabilidad de su depósito bonificado nómina hasta el 0,75% TAE si se domicilia la nómina o pensión y al menos tres recibos del hogar. En caso de no cumplir estas condiciones, la remuneración será del 0,10%.