Sin acuerdo. Los 27 países de la UE, divididos, no son capaces de acordar un tope al precio del gas, en particular por la posición de Alemania y Holanda, opuestos a fijar un tope que pueda entrar en vigor más allá de en ocasiones excepcionales de acuerdo con el histórico de precios. Después horas de negociación, desde el lunes por la noche en Bruselas y a lo largo del martes tanto dentro de la sala del Consejo como fuera, el tope al gas tendrá que esperar. Al menos hasta el lunes 19, para cuando se han emplazado los ministros de Energía, después que el asunto transite por el Consejo Europeo del 15 de diciembre, cuando los jefes de Estado y de Gobierno se reúnan en Bruselas.
De acuerdo con las fuentes consultadas, la última propuesta de la presidencia checa, inasumible para España y el resto de países que abogan por el tope al precio en el índice holandés TTF, consistía en fijarlo en una horquilla entre 160 –precio mínimo– y 220 –máximo– euros/MWh. Pero Alemania y Holanda han pedido que nunca pudiera ser el tope inferior a los 200 euros, mientras el grupo de España aboga por otro modelo y recuerdan que el TTF el viernes estaba en 135 euros/MWh.
“Nosotros defendemos que no haya un mínimo por abajo, sino que sea un tope de precio dinámico que se fije en función de una media de una serie de indicadores a los que se sumaría un plus para que fuera atractivo para los proveedores”, ha explicado la vicepresidenta Teresa Ribera tras la reunión: “Lo que nos separa es que hay países nórdicos que sólo quieren que se aplique el tope en caso de que el precio sea exageradísimo y de forma muy extraordinaria por riesgo a que peligre el suministro, y luego estamos otros países que pedimos un tope que pueda entrar en vigor para corregir los precios. Hay que recordar que España no tiene problemas de suministro de gas, pero los ciudadanos españoles y la industria española sí se ve afectada por cómo evoluciona el conjunto de los precios del gas en Europa”.
Según la vicepresidenta, “el debate tiene hoy que ver con las cuantías, con las señales cuantitativas de precio que se trasladan a los operadores, tanto en mercados financieros como en mercados energéticos. Hemos quedado en seguir trabajando en estos días y que el lunes confiamos que se cerrará este acuerdo, así como el de los otros dos reglamentos de emergencia con los que está vinculado este acuerdo: el reglamento de solidaridad para la venta obligatoria de gas cuando necesite algún Estado miembro y la plataforma conjunta de compras de gas, y el reglamento con el que se pretende acelerar todos los procedimientos de permiso para las energías renovables”.
“Tiene que gestionarse con cuidado para no poner en riesgo la seguridad de suministro y mantener una señal de precios a los que estamos dispuestos a comprar en Europa”, ha reconocido Ribera, “para también tener en cuenta la capacidad de la industria de soportar esos precios de gas o incluso de los ciudadanos para no pobreza energética y, al mismo tiempo, buscar la máxima transparencia. Este es un ejercicio que es complicado y donde todavía las posiciones están muy encontradas con respecto a los umbrales”.
La vicepresidenta ha explicado qué persigue España: “Nosotros creemos que no va debe haber un precio mínimo, que debe ser una referencia vinculada a la evolución de los precios medios de los mercados internacionales, con una prima para garantizar que seguimos siendo atractivos para para poder atraer gas a Europa. Y hay otros Estados miembros que consideran que debe haber un precio de partida para intervenir muy alto. Las últimas propuestas de la Presidencia a nosotros nos parece que ese es un precio elevadísimo. Eso no es una señal que los mercados interpretarían como un precio máximo, no asumible, sino que podrían llegar a interpretarlo como el precio hacia el que orientar la venta de gas en Europa con carácter general y de forma normalizada. Y a nosotros nos parece un error”.
Los 15 países que firmaron una carta hace unos meses pidiendo un tope al precio del gas se han reunido este martes a primera hora con Alemania y Holanda, cuyos gobiernos son los que se están oponiendo con más firmeza a fijar un tope máximo. La reunión con Berlín y La Haya llega después de que el lunes por la noche los 15 se reunieran hasta la 1.30 de la mañana, según ha podido saber elDiario.es, para reafirmar sus posiciones y preparar un Consejo de Energía de la UE fundamental para terminar de llegar a un acuerdo que se arrastra desde hace meses.
En torno a las 12.30 el Consejo se ha tomado una pausa para comer y, después, a eso de las 14.00, ha comenzado una reunión entre Alemania, Holanda, Francia, Bélgica, Rumanía, España, Italia, Grecia, Polonia, la comisaria de Energía, Kadri Simson, y la presidencia checa de turno del Consejo de la UE. Se trata de una informal convocada por la presidencia para tratar de acercar posiciones. La sesión formal está previsto que se retome a las 16.00, pero ha sido pospuesto a las 18.00 y, poco antes de las 19.00, ha sido concluido sin acuerdo.
El ministro de Energía checo, Josef Síkela, ha explicado al final de la reunión: “Solo hay una cuestion abierta o pendiente: el nivel de precios que activa el mecanismo. Tenemos que estar seguros de que lo que ocurrió en agosto pasado no se repita. Creo que casi lo hemos conseguio, pero ahora tenemos reunirnos y demostrar que la unidad no es una palabra vacía”:
En este sentido, la comisaria europea de Energía, Kadri Simson, ha sostenido que para la Comisión Europea “se trata de evitar que los precios suban tanto como subieron en agosto. No tiene que ser una medida estructural, hemos avanzado mucho”.
Propuesta inaplicable de Bruselas
La reunión de este martes se produce después de que España y los países que defienden el tope al gas se plantaran en el último Consejo de Energía, el pasado 24 de noviembre, y se negaran a aprobar dos expedientes acordados –el impulso a las renovables con flexibilización de normas ambientales y las compras conjuntas de gas– para hacer aún más explícito su rechazo a la propuesta de la Comisión Europea de tope al gas inaplicable: 275 euros/MWh durante dos semanas; cuando los precios en el TTF holandés sean 58 euros más altos que el precio de referencia internacional del gas natural licuado durante 10 días hábiles consecutivos dentro de dos semanas.
La presidencia checa, rotatoria del Consejo de la UE, circuló una propuesta previa este lunes de 220 euros/MWh; 35 euros de diferencia y cinco días, que España y sus aliados han seguido rechazando.
En su intervención de este martes ante sus homólogos, Ribera ha insistido en la apuesta española por el corredor dinámico –no un tope fijo de precios que pueda acabar siendo el precio mínimo– y en la definición de precios excesivos, en tanto que los picos de agosto fueron en buena parte resultado del acopio alemán para sus reservas de invierno.
La vicepresidenta también ha pedido que el mecanismo entre en vigor lo antes posible, y ha reconocido que las posiciones se están moviendo entre las capitales para llegar a un acuerdo desde puntos de partida opuestos.
La comisaria de Energía, Kadri Simson, ha afirmado a su llegada al Consejo de la UE: “Todo es muy comprensible pero, como tenemos que encontrar un acuerdo, todos tienen que mostrar alguna flexibilidad y ser capaces de proponer algunos compromisos. Espero que los ministros tengan una discusión muy constructiva que nos dé una solución con el apoyo más amplio posible entre Estados miembros. Será otro paso para estar mejor preparados para el próximo invierno”.
El ministro checo de Industria, Jozef Síkela, cuyo país dirige las negociaciones como presidencia de turno de la UE, ha señalado, a su vez: “Hemos trabajado duro durante los últimos días, día y noche y durante el fin de semana y creo firmemente que tenemos una propuesta factible que da garantías a todos los Estados miembros. Ahora está totalmente en las manos de los ministros demostrar si están preparados para llegar a un acuerdo o no”.
Síkela ha recordado que los ministros de Energía se volverán a reunir el día 19, fecha en la que hay previsto un Consejo ordinario de Energía.