“¿Tesla Made In Germany?” Una respuesta afirmativa a ese interrogante con el que titulaba hace unos días el diario berlinés Der Tagesspiegel es lo que le gustaría ver a más de uno en Alemania. Igual da que, por lo pronto, el CEO de Tesla, el emprendedor y magnate sudafricano Elon Musk, esté envuelto en una complicada situación derivada de su decisión de tuitear sobre la eventual retirada de Tesla de la Bolsa.
“Estoy considerando privatizar Tesla a 420 dólares [por acción, ndlr.]. Financiación asegurada”, escribía Musk en Twitter. El mensaje generó todo tipo de especulaciones y hasta una investigación de las autoridades bursátiles estadounidenses. El día del famoso tuit, el precio de la acción de Tesla estaba en casi 295 euros y, tras una semana por encima de ese valor –llegó alcanzar los 322 euros–, ahora los títulos rondan rondan los 270 euros.
El episodio tuitero de Musk ha sorprendido porque decisiones de empresa como la que mentaba en su tuit suelen implicar que la información se haga pública por la vía oficial y se ofrezcan, además, más detalles al respecto. Parece haber más información, precisamente, sobre la idea que se maneja actualmente en Tesla de instalar en el 'viejo continente' una de sus fábricas.
Ésta podría ser el equivalente a una de sus Gigafactory, un centro de producción de baterías como el levantado en el desierto de Nevada (Estados Unidos), una fábrica de coches o ambas cosas. “Alemania es la mejor opción para Europa. Tal vez tenga sentido en la frontera franco-alemana, cerca de los países del Benelux”, escribía el propio Musk al respecto en Twitter el pasado mes de junio.
Con esas intenciones, los responsables de lo político y lo económico en Alemania no han ocultado su interés en Tesla. Entre los que más parecen vibrar por las afirmaciones de Musk están, lógicamente, los Länder de la frontera de la que tuiteaba el CEO de Tesla. A saber, Renania del Norte-Westfalia, Renania-Palatinado, El Sarre y Baden-Wurtemberg.
Desde el Ministerio de Economía del Land de Renania Palatinado, territorio alemán vecino de Luxemburgo y Bélgica, aseguran que ya existe, de hecho, un “buen diálogo” con la empresa. La socialdemócrata Anke Rehlinger, ministra de Economía en Land de El Sarre, ha reconocido por su parte que el interés es mutuo, porque sus interlocutores de Tesla también se han fijado en su región. “Están mirando si nosotros somos lo que están buscando”, ha dicho Rehlinger al diario estadounidense Wall Street Journal.
En Baviera, donde tiene su sede el fabricante de coches BMW, su ministro de Economía, el conservador Josef Pschierer, declaraba al diario Süddeuthsche Zeitung que el rico Land del sur germano “ofrece excelentes condiciones para el asentamiento” de una compañía como Tesla. Hasta en Berlín hay intenciones de acercamiento con la empresa del emprendedor sudafricano afincado en Estados Unidos. A favor de la capital alemana algunos ven que sea ya, según se cuenta en el sector, el escenario elegido por la multinacional estadounidense Apple para desarrollar su coche eléctrico, un proyecto bautizado como “Titan” del que han trascendido pocos detalles.
Reacción rápida ante el interés de Tesla
Los interesados alemanes “han reaccionado rápido”, según Ferdinand Dudenhöffer, profesor en la Universidad de Duisburgo-Essen (oeste germano) y uno de los más reputados expertos de la industria del automóvil que hay en suelo teutón. “Pero aunque ha habido señales a favor de la venida a Europa, parece que Tesla tiene que ver aún cómo se financia”, plantea Dudenhöffer a eldiario.es.
Desde hace un lustro, Tesla cuenta con una planta de ensamblaje en Tilburgo, en Los Países Bajos. También ese país, en la ciudad de Ámsterdam, la empresa californiana tiene su sede europea. Elon Musk ha precisado que allí seguirá estando el centro de operaciones de Tesla en el Viejo Continente.
Una eventual llegada de la compañía de Musk a Alemania constituiría un elemento revulsivo en el sector germano, necesitada como está la industria del automóvil teutona de pasar página del dieselgate. “La llegada de Tesla puede ser positiva, porque puede crear una tendencia”, plantea Dudenhöffer.
De acuerdo con sus cálculos, hasta 2019 y 2020 los coches eléctricos no van a llegar con fuerza al mercado del gigante centro-europeo. Dudenhöffer cree que eso ocurrirá coincidiendo con la necesidad de respetar el límite de emisiones de dióxido de carbono (CO2) previsto por la legislación europea. En 2020, el límite que tendrán que respetar los coches en la UE será de 95 gramos de CO2 por litro, un 40% menos respecto a los 158,7 gramos de CO2 por kilómetro autorizados en 2007.
“País en vías de desarrollo” en movilidad eléctrica
En Alemania, hogar de grandes referentes de la industria del automóvil como Volkswagen, Daimler o BMW, está costando conseguir el despegue de las ventas de coches eléctricos. Se estima que, a principios de año, había en el país no más de 54.000 de este tipo de vehículos. Ese número es la mitad de los que había en Francia en 2017, país que está a la vanguardia en la UE en materia de movilidad eléctrica.
Ante la falta de puntos de carga disponibles en Alemania para estos vehículos, una infraestructura clave en el desarrollo de la movilidad eléctrica, el diario económico Handelsblatt veía la patria germana como “un país en vías de desarrollo”. Según datos del Observatorio Europeo de los Combustibles Alternativos, en Alemania hay 24 de estos puntos por 100.000 habitantes. En los Países Bajos, el número de estaciones de recarga alcanza los 185 por 100.000 habitantes.
Esos números deberían ir al alza en los próximos años. El Gobierno de Angela Merkel tiene proyectado que en Alemania haya un millón de coches eléctricos en 2020. Ese objetivo parece mucho más difícil de alcanzar que un exitoso arraigo de Tesla en Europa.
Con su Tesla Model 3, la firma de Musk pretende convertirse en una marca capaz de sacar sus productos de la esfera del lujo y ampliar horizontes en el mercado. Puede que lo logre, pero Dudenhöffer no ve a Tesla dominando el sector. “Tesla no es un peligro para el mercado europeo, con el Model 3 tiene opciones de lograr buenos resultados en Europa, pero como también las tienen BMW, Land Rover, Volvo o Mercedes-Benz. Tesla no va dominar el mercado y tampoco lo va a cambiar”, concluye el profesor de la Universidad de Duisburgo-Essen.