La Haya, 26 may (EFE). El nuevo Ayuntamiento de Amsterdam ha anunciado que subirá el impuesto turístico al 7 % en 2019, aumentará el coste del aparcamiento en el centro hasta los 7,50 euros por hora y estudiará prohibir los alquileres vacacionales en los barrios más populares.
Estas medidas forman parte del acuerdo alcanzado esta semana por los cuatro partidos que configurarán el próximo consistorio -Izquierda Verde, socialdemócratas, socialistas y liberales progresistas- y en el que se aborda la masificación de turistas.
Amsterdam, con unos 850.000 habitantes, recibe cada año más de 17 millones de visitantes y las previsiones dicen que esa cifra llegará a los 23 millones en 2025; los pisos en plataformas de alojamiento vacacional pasaron de 4.500 en 2013 a 22.000 en 2017.
La ciudad decidió a principios de año acortar de 60 a 30 días al año el periodo en el que una vivienda puede alquilarse en plataformas como Booking.com o Airbnb, pero el nuevo Consistorio tiene la intención de ir más allá.
“En los barrios donde el equilibrio (entre pisos turísticos y residencias habituales) haya sido alterado, queremos tomar medidas de mayor alcance, como una prohibición de los alquileres vacacionales”, reza el acuerdo firmado esta semana, que propone consultar a los distritos correspondientes.
Una de las zonas a las que se prestará atención será el Barrio Rojo, pues necesita un “enfoque especial”, y el Consistorio hará allí un monitoreo del tráfico de turistas para discutir con vecinos y empresarios locales “posibles acciones” para reducir las molestias.
El impuesto turístico, que pasó de un 5 % en 2017 a un 6 % en 2018, llegará a un 7 % en 2019. Amsterdam no descarta volver a subirlo, pues la idea es que con esta tasa se recauden 105 millones de euros en 2022.
Actualmente la construcción de nuevos hoteles no está permitida en el centro, pero se evaluará expandir esa prohibición a un área mayor.
Uno de los mayores problemas de la ciudad es el acceso a una vivienda: el ayuntamiento lo reconoce y señala que “el mercado inmobiliario en Amsterdam está en ebullición”, por lo que se ha propuesto aumentar de 5.000 a 7.500 el número de casas a construir, de las cuales 2.500 se destinarán a alquileres sociales.
Otra medida a estudiar será la obligación de que los propietarios de pisos de nueva construcción establezcan allí su residencia legal, limitando así la especulación inmobiliaria.
La huella de la Izquierda Verde, partido más votado en Amsterdam, se ha dejado ver en el acuerdo: se habilitarán más espacios para aparcar la bicicleta, pues el número de personas que la utiliza no para de crecer y se calcula que el 63 % de los residentes la utilizan, al menos, una vez al día.
La historia es distinta para los vehículos de motor. La idea es “dejar el centro libre de coches tanto como sea posible”, se dice en el documento acordado, por lo que entre 7.000 y 10.000 plazas de aparcamientos desaparecerán de aquí a 2025.
El coste del estacionamiento para visitantes en el centro pasará de 5 a 7,5 euros por hora, aunque no subirá para los residentes, y el Ayuntamiento promete que los beneficios se destinarán a mejorar el transporte público.
Por otro lado, las compañías de cruceros turísticos, que normalmente operan en pleno centro y ofrecen tours por los canales de la ciudad, tendrán que trasladarse a las afueras, medida que ya ha sido criticada por estas empresas.
Otras atracciones, como los carruajes a caballos o las “bicicletas de cerveza” -tándems gigantes en los que se puede tomar esta bebida mientras se da un paseo- “se reducirán todo lo posible”, y habrá un mayor control del consumo de alcohol en espacios públicos.
David Morales Urbaneja