El presidente de Banco Popular, Ángel Ron, se ha mostrado optimista ante la ampliación de capital de 2.500 millones anunciada por la entidad a finales de mayo. Respecto al runrún del mercado que hablaba del interés de otras entidades como Sabadell o Santander por la entidad, Ron ha asegurado que es un interés que “viene de muy antiguo”. “No estamos haciendo la ampliación para una fusión”, ha dicho en Santander durante el curso: “¿Qué hemos aprendido de la crisis?”, organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) en la Universidad Menéndez Pelayo.
Popular se enfrenta a varios retos, tanto del sector en general, entre los que destaca la creciente digitalización y los bajos tipos de interés que perjudican la rentabilidad, como algunos que afectan sobre todo a la entidad, como es el cambio de las provisiones de créditos dudosos que entrará en vigor a finales de año. “Creo que nos hemos adelantado y lo hemos hecho para fortalecer el banco”, ha apuntado Ron, que ha dicho que busca “poner en valor el motor del banco que es ese negocio de pymes y autónomos”.
El modelo de negocio del banco, centrado en España y en las pequeñas empresas, también ha sido determinante a la hora de hacer esta ampliación de capital. “Tenemos un modelo de negocio diferente que se ha visto afectado por tener que hacer provisiones por algunos activos”, ha dicho Ron.
Aunque no ha dado detalles concretos de la ampliación, en los primeros días tras el anuncio fuentes del mercado aseguraron que la demanda había multiplicado por cuatro la oferta. En los últimos días varios accionistas de referencia como Allianz o Credit Mutuel han anunciado que acudían a esta operación.
Retos de la economía y del sector
Ron ha señalado que aunque la economía española mantiene su fase expansiva, “la incertidumbre política hace difícil que crezca al ritmo económico deseable”. En esta situación, la demanda interna y la inversión empresarial seguirán siendo el “motor” de la economía, gracias en parte a unas condiciones de financiación muy laxas que “si se mantienen más tiempo del debido pueden generar efectos contraproducentes, si no los han generado ya”.
En este sentido, Ron ha asegurado que España ha salido adelante por una devaluación interna basada en los bajos salarios. Ron ha dicho que “no se puede permanecer en un modelo de bajos salarios para siempre”. El directivo ha apostado por la productividad, que ha señalado que en nuestro país es anticíclica, lo que viene a decir que España es más productiva durante épocas de crisis porque se cobra menos.
Respecto al sector, Ron ha señalado que existen varios desafíos que deben afrontarse. Entre ellos se encuentra el entorno de baja rentabilidad que perjudica a la banca así como las dudas sobre el crecimiento mundial.