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El AVE Barcelona-París, medio año de retraso y aún sin fecha de inauguración

El pasado 8 de enero el príncipe Felipe, y los presidentes Mariano Rajoy y Artur Mas inauguraron 131 kilómetros de la prolongación de la línea del AVE entre Madrid y Barcelona, hacia Figueres y la frontera gala. La inversión ascendió a 3.700 millones y el tramo inaugurado se unía a la variante de la localidad gerundense con una longitud de 4,5 kilómetros, y al túnel del Pertus de 1.740 metros, que enlaza la red española y la francesa en Perpiñán desde enero de 2011.

El acto era el paso previo para el establecimiento de los primeros servicios directos en alta velocidad entre España y Francia cuyo producto estrella, con dos viajes diarios entre Barcelona y París, en 6 horas y 20 minutos, estaba previsto que se inaugurase el 28 de abril.

Ha pasado más de medio año de aquel acto y los viajes transfronterizos sin transbordo entre los dos países no parece que se vayan a convertir en realidad, al menos a corto plazo.

Fuentes oficiales de Renfe y del Gobierno reconocen que todavía no hay una fecha para la puesta en vía de los nuevos servicios y justifican los retrasos por “algunos problemas en la homologación” de los trenes españoles que circularán por la red gala y por una cuestión de “ajuste de agendas” de los mandatarios de ambos países que inaugurarán los servicios.

Tensión por la liberalización

Tensión por la liberalizaciónA la espera de que se concrete una fecha para inaugurar unos servicios internacionales tan largamente esperados, fuentes del mundo ferroviario aseguran que el retraso del AVE entre Barcelona y Paris y en algunas otras relaciones transfronterizas se debe a diferencias profundas en el enfoque del negocio y los divergentes objetivos que persiguen la parte francesa y la española. Aseguran que durante los últimos meses han surgido tensiones entre los ministerios de Transporte de los dos países y de las empresas ferroviarias Renfe y SNCF motivados por el cambio radical en la postura de la titular de Fomento española, Ana Pastor, sobre la liberalización de los viajes de pasajeros en el tren español.

El Gobierno español se comprometió hace un año a dividir Renfe en cuatro sociedades diferenciadas antes del 31 de julio y a liberalizar el tráfico de pasajeros, en especial en las líneas del AVE. Ahora Fomento ha cambiado de parecer y ha sugerido en los medios de comunicación que no solo no dividirá a Renfe en cuatro, sino que incluso podría promover su fusión con el gestor de infraestructuras ferroviarias Adif. De la entrada de competencia en los tráficos del AVE tampoco quiere saber nada y solo dará vía libre a empresas terceras en el segmento de los trenes turísticos de lujo.

Frustración francesa

Frustración francesa La decisión de Fomento de dar marcha atrás en sus planes de liberalización ha creado frustración en la administración ferroviaria gala, según las fuentes de la industria del tren de ese país. La SNCF está más interesada en entrar a operar en el mercado doméstico español que a explotar conjuntamente con Renfe unos tráficos transfronterizos de los que ponen en duda la rentabilidad.

Los apenas 100 kilómetros que separan la frontera hispanofrancesa de la línea ferroviaria española más rentable, el AVE entre Madrid y Barcelona, se han convertido en los últimos meses en una tentación para una compañía como la SCNF.

Su dirección ha anunciado que trenes TGV de dos pisos fabricados por Alstom entrarán a circular en tráficos de cabotaje por la red española. Los trabajos de homologación de estas unidades para prestar servicios por la red de AVE ya han culminado. Tienen 509 plazas por unidad y aportan una mayor eficiencia, según los nuevos conceptos lowcost, en relación con las unidades de Siemens y de Talgo que prestan el servicio de Renfe en la línea Madrid-Barcelona con 404 y 318 plazas respectivamente.

Dos viajes diarios

Dos viajes diarios Fuentes cercanas al Ministerio de Ana Pastor, tras reconocer que no existe una fecha fija para la inauguración de los servicios transfronterizos del tren veloz entre España y Francia, situaron en “el próximo otoño” el lanzamiento de las nueva rutas. El plan de colaboración en alta velocidad ferroviaria hispano-francesa se hará a través de Elipsos, la empresa conjunta al 50% de Renfe y SNCF. Esa sociedad fue creada hace más de una década para explotar los trenes nocturnos internacionales con cambio de ancho que han circulado entre destinos de ambos países.

Elipsos programará dos viajes diarios entre Barcelona y París, y también tiene previsto operar dos relaciones entre Madrid-Toulouse y Madrid-Lyon. El empeño del Ministerio de Fomento de utilizar la sociedad Elipsos en la explotación de los servicios transfronterizos, dejando al margen la línea Madrid-Barcelona, tiene por objetivo evitar, según las fuentes citadas, que una empresa como SNCF, diez veces mayor que Renfe, pueda hacerse fuerte en la red española y termine ocurriendo los que ya ha pasado en el sector aéreo donde la principal aerolínea española, Iberia, ha acabado en manos extranjeras.

Existe un problema adicional para que el próximo otoño algún tren AVE de Renfe pueda circular por la red francesa. La ferroviaria española encuentra dificultades para adaptar y homologar 10 trenes de la serie S-100 (los que se compraron a Alstom en la década de los 90 del pasado siglo para inaugurar el AVE Madrid Sevilla) para que puedan circular por la red francesa. Es necesario introducir importantes modificaciones en su señalización y en su electrificación. Al parecer las autoridades de certificación galas no dan demasiadas facilidades.