La Fundación Turística y Cultural de las Islas Baleares (Fundatur) ha aceptado la oferta de la empresa Baleària para comprar el antiguo yate real Fortuna por 2,2 millones de euros.
Uno de los patronos de la fundación, Gabriel Barceló, ha confirmado a Efe que la entidad se ha reunido esta mañana para estudiar la propuesta que ha hecho la empresa de transporte marítimo y ha decidido aceptarla.
Según han indicado fuentes de Baleària, la empresa espera la comunicación formal de Fundatur de que ha aceptado la oferta para proceder a la compra del yate que empleó la Familia Real para navegar en aguas de Baleares.
El yate, que ha sido rebautizado como “Foners”, fue puesto a punto en la base naval de Porto Pi, en Palma, de cara a su venta, una vez que el Rey Juan Carlos renunció en mayo del año pasado al uso de la embarcación.
El yate, que fue en 2000 un regalo de los empresarios e instituciones integrados en Fundatur, fue devuelto por Patrimonio Nacional a sus donantes, que decidieron venderla.
El buque fue trasladado en marzo de este año a Port Adriano, un puerto deportivo del municipio mallorquín de Calvià.
El antiguo Fortuna es un yate de alta velocidad de 41 metros de eslora, fabricado y equipado especialmente para el Rey Juan Carlos, que costó en su día 3.000 millones de pesetas (18 millones de euros).
Fue construido a partir de 1997 en los astilleros Bazán en San Fernando (Cádiz) para sustituir al anterior Fortuna, donado en 1979 por el rey saudí Fahd, que a su vez reemplazaba a otra embarcación con el mismo nombre que don Juan Carlos utilizaba en aguas de Baleares desde agosto de 1976.
Con un casco de aluminio y un peso de 35,4 toneladas, la embarcación puede alcanzar los 130 kilómetros por hora, dispone de un calado de 1,47 metros y cuenta con un salón, un comedor, una cocina y cuatro camarotes dobles para ocho pasajeros, así como con otras tres estancias para la tripulación, que puede estar compuesta por ocho personas.
La treintena de empresarios integrantes de la Fundación Turística y Cultural de las Islas Baleares decidieron donar el yate para uso del Rey Juan Carlos “como muestra de reconocimiento” por sus “continuas pruebas de aprecio” al archipiélago y sus habitantes.
Don Juan Carlos navegó por última vez en el barco en agosto de 2012.