La portada de mañana
Acceder
Sánchez rearma la mayoría de Gobierno el día que Feijóo pide una moción de censura
Miguel esprinta para reabrir su inmobiliaria en Catarroja, Nacho cierra su panadería
Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

El “banco malo” busca sacar provecho del plan de ayudas al alquiler para vender pisos con inquilino

Las ayudas al alquiler de vivienda anunciadas por el Ministerio de Fomento hace dos semanas parecen tener un nuevo beneficiario: el “banco malo”. Jaime Echegoyen, presidente de Sareb, ve “muy positivo” que se incentive el alquiler, por el posible impacto en sus ingresos si aumenta la tasa de ocupación en sus casas.

La entidad, que engloba los activos inmobiliarios incluidos en el rescate bancario de 2012, se encuentra inmersa en un proceso de buscar nuevas vías de ingresos y para acelerar la desinversión de dichas propiedades inmobiliarias.

Por ello, según defiende Echegoyen, con las políticas de incentivo del alquiler, puede mejorar la ocupación en sus viviendas en España. Con ello, el directivo considera que sus activos inmobiliarios ganarán en valor si gracias a esas ayudas tienen inquilinos, lo que será determinante para su futura venta a un tercero, como pretende la entidad. “Cada vez que alquilamos le damos valor al activo”, argumenta.

En este sentido, reconoce que España está todavía “en pañales” frente a otros países como Alemania en lo que se refiere al alquiler frente a la compra de la casa. “Va a tardar todavía en ser un factor determinante para el sector”, subraya.

Esta petición de fomento del alquiler llega unas semanas antes de que salga a cotizar en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) -un índice de empresas de pequeña capitalización y en crecimiento- su sociedad Témpore Properties. Se trata de una socimi, un modelo de sociedad de inversión inmobiliaria con ciertos incentivos fiscales, que incluye 175 millones en activos de Sareb de vivienda en alquiler.

Se trata de otro de los vehículos de desinversión que ha ideado Sareb para dar salida a sus todavía 37.875 millones de euros de deuda. La compañía tiene previsto seguir engrosando la cartera de Témpore en los próximos tres años con más viviendas en alquiler y con el objetivo de que llegue a cotizar en el Mercado Continuo con propiedades por 500 millones de euros.

El propio Echegoyen argumenta que la intención de la empresa es “desaparecer” de dicha sociedad, desprendiéndose de su participación.

Paralelamente, la empresa ha avanzado que quiere acelerar su estrategia de promoción de viviendas en el suelo que tiene disponible. Lo está llevando a cabo por dos vías. En primer lugar, desde su propia iniciativa creó el año pasado 5.209 casas, de las que 1.458 están terminadas y 3.751 aprobadas. Por otro lado, ha reconocido su intención de buscar un “socio industrial” con el que crear una sociedad promotora para propiedades de suelo que tiene Sareb valoradas en 800 millones.

La compañía cuenta con cerca de 50.000 activos residenciales, que incluyen viviendas, garajes y otras propiedades relacionadas. Del total, unas 7.000 casas están alquiladas y cuenta con otras 4.000 cedidas a Comunidades Autónomas y Ayuntamientos para uso social, según los datos aportados por la entidad. La entidad es propiedad, en un 45,9%, del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), entidad pública, y el resto está en manos de las entidades financieras.