“El Banco de España y la CNMV nos han estudiado de cabo a rabo, si tuvieran la más mínima duda de nuestros balances no nos hubieran dejado sacarlas”. Este es el primer argumento al que hacía referencia el argumentario que utilizó, en 2009, Caja España para convencer a sus empleados de la idoneidad de vender participaciones preferentes.
Así se desprende de un documento interno de la entidad, al que ha tenido acceso eldiario.es, y en el que además de este contundente argumento, enumera una serie de puntualizaciones a cerca de la comercialización de las participaciones preferentes. Un claro ejemplo, según los abogados que defienden a los afectados, de que hubo un intento de engañar a los minoristas a los que se les vendieron esos complicados productos financieros.
El “Argumentario Preferentes” fue difundido en un correo electrónico enviado, el 15 de abril de 2009, por Juan Ignacio López Alonso, responsable de la red comercial oficinas de la zona norte España de Caja España, a la red interna con copia al director territorial de Caja España-Duero en León, José Luis Sánchez Seco. El documento reconocía que el momento para la comercialización de preferentes era complicado y tenía como objetivo “mitigar o rebajar las incertidumbres para incrementar la actividad comercial”.
Lo que complicaba la situación era que, apenas 15 días antes, el Banco de España había rescatado Caja Castilla La Mancha. Aunque los directivos de la Caja España deciden hacer de la necesidad virtud e invitan a dar la vuelta al argumento. Y consideran que esta actuación del Banco de España refuerza su estrategia, ya que si hubiera algún problema, la autoridad financiera no le hubiera permitido emitir preferentes. Invitan a los destinatarios del mail a esgrimir que, tanto el Banco de España como la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) habían autorizado la emisión de preferentes. “Son técnicos con toda la preparación y cuentan con toda la información actualizada sobre las entidades”.
En realidad el argumento es de lo más convincente, si los reguladores y supervisores daban el visto bueno, una de dos o el producto era bueno o ellos estaban haciendo mal su trabajo. Así lo intentan justificar también muchas de las defensas de afectados por preferentes emitidas por diferentes entidades españolas, pero los jueces no parecen estar de acuerdo con ellas. Al menos, no lo están los de la Audiencia Nacional que este miércoles han rechazado imputar al exgobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez y al expresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) Julio Segura en la causa que investiga el diseño y comercialización de las participaciones preferentes por parte de las cajas fusionadas en Bankia.( entre las que no se encuentra Caja España).
Otras recomendaciones
Más allá de esta referencia externa, hay otras recomendaciones de Caja España a sus empleados que, según los abogados, prueban, aún más, la intención de la entidad de engañar a los clientes. En concreto, el punto siete, de los nueve que enumera, aleccionaba a los empleados para evitar definir como perpetuas a las participaciones porque, “suena muy mal”. El mensaje a transmitir, dice literalmente la nota es que “se amortizan a los cinco años”. Ya que “financiarse al euribor más el 7,5% hace pensar que con seguridad vayamos a amortizarlas”, explica textualmente. Conviene recordar que estas predicciones optimistas no se hacen antes de la crisis sino en abril de 2009, cuando la economía española ya estaba en recesión, Caja Castilla La Mancha recién rescatada y las previsiones económicas no auguraban ningún dato optimista.
Aunque si las cosas iban mal, los directivos de Caja España confiaban en el salvavidas del Banco de España. Y por ello, invitan a él para resolver dudas. Por ejemplo: ante la demanda de los comerciales de cómo explicar qué ocurrirá si no se pueden pagar intereses por la ausencia de beneficios, la explicación es asombrosamente cándida teniendo en cuenta la situación económica del momento. “Hasta el momento, en todo el conjunto de Entidades Financieras españolas ninguna ha declarado pérdidas”, recoge el mismo documento que líneas antes hablaba del rescate de Caja Castilla La Mancha.
Además, dice “sería CONTRADICTORIO que nos dejaran sacar las Preferentes para no pagar intereses ya el 1º año” ( las mayúsculas son originales). Y recuerda que en casos “especiales”, Banco de España ha autorizado a dar beneficios para pagar los intereses de las preferentes. En definitiva, parece claro que en caso de que las cosas fueran mal, los directivos de la caja castellanoleonesa confiaban en el Banco de España para que todo siguiera como siempre. Pero, como se pudo comprobar no mucho más tarde, ese apoyo no fue tan generoso como esperaban.