Investigación Los privilegios del Banco de España

El Banco de España cuenta con un fondo privado de pensiones de 281 millones de euros para sus trabajadores

Diego Larrouy

13 de noviembre de 2022 22:20 h

0

El Banco de España cuenta con un sistema de pensiones privadas que complementan la jubilación de sus trabajadores, con un patrimonio de más de 280 millones. El plan de pensiones para más de 3.000 empleados recibirá el próximo año 13,66 millones de euros del presupuesto del organismo supervisor, con un avance de más del 3% respecto a lo presupuestado para este año. Esta nueva ampliación del fondo coincide con una renovada batería de críticas por parte de la dirección del Banco de España contra la decisión, acordada en el Pacto de Toledo, de subir las pensiones públicas con el IPC.

El Banco de España destinó el pasado año 220,86 millones de euros a “haberes y emolumentos” de sus 3.266 trabajadores, sus salarios. De este modo, el salario base medio de los trabajadores que prestan servicio al Banco de España alcanza los 67.600 euros. Aunque cabe subrayar que se trata de una media aritmética, ya que, por ejemplo, el salario del gobernador, Pablo Hernández de Cos, alcanzó en 2021 los 192.074,25 euros, tal y como declaran las cuentas del banco. A ello se suman 26.946,12 euros por complementos personales.

Pero esta cifra es solo un avance del gasto en personal de la institución. Se suman 19,65 millones de “acción social”, otros 50 millones a “cuotas de seguros sociales” y 12,63 millones a este programa de pensiones. En total, los gastos en personal del organismo en 2021 ascendieron a 302,28 millones. Más de 92.500 euros por empleado.

A esa cifra de 67.600 euros, de media, en salario, se suman el resto de conceptos de los gastos del personal del Banco de España. Además de las pensiones, los trabajadores del Banco cuentan con otros beneficios. Es el caso de las vacaciones subvencionadas, como ha detallado este medio durante los últimos días. El supervisor gasta al menos 5 millones de euros al año en pagar parte de las estancias en hotel en vacaciones de sus empleados y en la explotación de sus dos residencias, una en la sierra de Madrid y otra en la costa de Tarragona. A ello se suman los numerosos contratos de mantenimiento y reforma, incluida la construcción de dos piscinas, que la institución camufló, por 1,2 millones.

El plan de pensiones se aplica a todos los trabajadores del organismo y les garantiza un importante ingreso extra en el momento de su jubilación. Con las estadísticas del Banco de España en la mano, la aportación media por empleado es de 3.800 euros. En una hipótesis de una carrera profesional de 35 años en el supervisor, los empleados se encontrarían en su jubilación con 133.000 euros aportados por la empresa. A ello habría que sumar la aportación que realizan los propios empleados al fondo —el Banco de España no ha detallado el importe— y, sobre todo, la rentabilidad que genera el plan de pensiones. Las estadísticas de Inverco, patronal de las entidades de inversión, apuntan a una rentabilidad negativa de este fondo (Fondebe) en los dos últimos años, como el conjunto del sector. Sin embargo, figura entre los cinco más rentables si se analizan los 26 últimos años: 4,48% de rentabilidad anualizada. 

Hay que tener en cuenta que el nivel salarial de este organismo ya sitúa a la mayoría de sus trabajadores como potenciales beneficiarios de las pensiones máximas del sistema público.

Fondebe es el plan de pensiones de empleo que engorda cada año el Banco de España como un beneficio añadido al salario de los trabajadores. Este vehículo de inversión nació a comienzos de los años noventa, aunque su origen, en realidad, data de mediados del siglo XIX. El actual sistema supone que el Banco de España hace aportaciones anuales por cada trabajador a esta bolsa, mientras que el empleado hace por su lado otra parte de los ingresos del fondo. De este modo, estos empleados, ya de por sí considerados entre la élite de los trabajadores públicos por sus oposiciones y salarios, tiene una paga extraordinaria en concepto de aportaciones al plan de pensiones.

Según figura en las cuentas del Banco de España, el organismo aporta un 7,5% del salario de sus trabajadores a este vehículo de inversión para pagar las pensiones futuras. Un complemento para su jubilación, además de aquella a la que tienen derecho a través de la Seguridad Social. Fondebe, que está gestionado por Ibercaja, no es el único plan de pensiones de empleo que se utiliza en el sector público. La Administración General del Estado, la Generalitat de Catalunya, RTVE o numerosos ayuntamientos y universidades cuentan con herramientas similares, aunque en algunos casos sin aportación por parte del empleador. Ninguno cuenta con un patrimonio por partícipe similar al del Banco de España.

Las estadísticas de Inverco, la patronal de fondos de inversión y de pensiones, dan muestra de la importante envergadura de este fondo. Según sus últimos datos, a cierre de septiembre, Fondebe cuenta con un patrimonio acumulado de 281 millones de euros y está participado por 3.939 personas. Es decir, de media, existe un patrimonio de 71.350 euros por cada uno de sus partícipes, que serían rescatados por sus beneficiarios en el momento de la jubilación. 

Las pensiones de empleo son el segundo pilar del sistema de cobertura de la jubilación. El primero lo compone la Seguridad Social, las prestaciones públicas, y el tercero es el que corresponde a los planes individuales. Este vehículo intermedio se encuentra muy infradesarrollado en España en comparación con otros países y, según Inverco, únicamente da cobertura a 1,8 millones de trabajadores. Sin embargo, este volumen de empleados que participan de estos vehículos están centrados en las grandes compañías del país. Los grandes nombres de este negocio son CaixaBank, Telefónica, BBVA, Santander o Repsol, compañías que han prestado este tipo de complementos a sus trabajadores desde hace décadas. El Gobierno ha implementado un nuevo sistema, incluido un fondo de promoción pública, para intentar que esta herramienta de ahorro llegue a pymes o a funcionarios que quedan fuera de estos planes.

El Banco de España explica que este plan de pensiones es “consecuencia de los dispuesto en la normativa laboral”. Este fondo privado, añaden, es “accesible para todos los trabajadores del Banco de España y las aportaciones al plan tienen un carácter mixto, siendo una parte a cargo del promotor (el organismo) y otra a cargo del empleado”. La normativa fiscal limita a 8.500 euros las aportaciones anuales a este plan de pensiones. Las aportaciones por parte de la empresa se consideran rendimientos del trabajo, pero se reducen a la hora del cálculo del IRPF, por lo que su impacto fiscal es neutro. El pago de impuestos llega cuando se rescata el dinero del plan.

Un beneficio heredado del siglo XIX

El germen de lo que hoy es Fondebe se sembró hace 170 años, a mediados del siglo XIX. Se trata de la Caja de Pensiones de Empleados del Banco de España. Un sistema por el que los funcionarios del organismo percibían parte de su retribución en concepto de aportaciones a esta caja común para su jubilación. La pensión resultante cubría buena parte del salario del trabajador. Esto señalaba el estatuto de esta Caja, publicado en los años cincuenta: “Esta pensión será de 30 centésimas del sueldo regulador a los diez años de servicios, aumentando 2 centésimas por cada año o fracción que exceda de este plazo, sin que, en ningún caso, pueda pasar de 90 centésimas del sueldo regulador”. Es decir, hasta un 90% del salario se aseguraba con esta caja.

Este fue el método que estuvo vigente hasta 1986. La entrada de España en la Unión Europea llevó aparejado el compromiso de eliminar las mutualidades que regían para algunos funcionarios y homogeneizar sus condiciones, eliminando privilegios del pasado. Así, los trabajadores del Banco de España se integraron en la Seguridad Social y aquellos que entraron en el organismo después de aquel año ya no participaron en la mutualidad. Sin embargo, con el tiempo, los trabajadores del Banco de España lograron acordar la creación del Fondebe, un complemento privado que incrementa las pensiones del colectivo.