El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, ha defendido este martes que el organismo que dirige aportó a Banco Popular “toda la liquidez posible” dentro de la legalidad y con las garantías que fue capaz de aportar la entidad. El directivo ha argumentado que esta decisión estaba avalada por el Banco Central Europeo.
Linde ha subrayado que el supervisor europeo no le permite aportar las cifras sobre la inyección de liquidez en Popular en junio del año pasado, pese a que el “no tiene problema con darlo”. En cualquier caso, ha aclarado que dicha aportación de urgencia, que se atendió media hora después de la petición de la entidad, se hizo bajo la supervisión del BCE. Además, Linde ha defendido que la entidad que dirige tenía capacidad para aportar una mayor liquidez al banco, pero que este no pudo aportar las garantías necesarias para poder recibirla.
Tras ese momento, Linde señala que el Banco de España no tenía ningún papel en el proceso de resolución de la entidad y que únicamente aportaron su opinión favorable a que el Banco Santander pudiera hacerse cargo de Popular. “Consideramos que era suficientemente fuerte para hacerse cargo del problema”, ha apuntado el directivo, que ha acudido a la comisión por segunda vez.
Linde ha argumentado que la supervisión sobre la evolución del Popular comenzó de forma concreta en el año 2012, ante la necesidad de capital del grupo tras los test de estrés realizados por Oliver Wyman. Ha defendido que pese a las salvedades se entendió que podía acometer sus problemas mediante la vía privada, aunque sin perder “el perfil de riesgo estable”.
El directivo ha reconocido que “quizá fue mala” la decisión de no incluir en 2012 al Banco Popular dentro del proceso de rescate bancario, “en vista a los sucesos de los años posteriores”. Sin embargo, ha aclarado que entonces se optó, por no engrosar dichas ayudas públicas, que el banco se saneara por vías privadas. “Puede ser que no lo hizo de manera suficiente”.
El directivo ha subrayado que después de que el Mecanismo Único de Supervisión (MUS) instase a la entidad a realizar una ampliación de capital, el banco la acometió. En el folleto, ha asegurado, se incluyeron las advertencias ante las posibles necesidades de provisiones y la previsión de pérdidas. “La entidad lo advirtió, pero se quedó corto en las previsiones”, ha remarcado. Tras ese proceso, ha apuntado que a comienzos de 2017 se encontraba en situación de solvencia, con los ratios por encima de las exigencias, pero que se apreció que la situación de liquidez fue empeorando a lo largo de los primeros meses del año.
Linde ha defendido en su comparecencia que cualquier alternativa a la resolución y venta del Banco Popular habría provocado la liquidación de la entidad, provocando una pérdida en acreedores y depositantes. “Sería dudoso que el fondo de garantía hubiera podido hacer frente a esas obligaciones”, ha argumentado.
Más allá de la resolución de Popular, Linde ha evitado adentrarse en el proceso sobre la salida a Bolsa de Bankia. El dirigente ha asegurado que es un tema que está “sub iudice” y que eso limita sus declaraciones. Sin embargo, ha remarcado que “ya no sé qué más contar y añadir sobre este proceso” y que “no sería útil” reincidir en lo que ya se ha informado.