Banco Sabadell ha anunciado este viernes la venta de su inmobiliaria Solvia a Intrum por unos 300 millones de euros, según ha informado la entidad a la CNMV.
En concreto, Sabadell se ha desprendido del 80% de su inmobiliaria por el que confía en obtener 138 millones de plusvalías. La entidad da así por terminado un proceso de venta iniciado hace unas semanas y que tenía como pretwndientes además de Intrum a Cerberus y a la londinense Centricus.
De este modo, Sabadell sigue dando salida a su exposición al sector inmobiliario después de que el pasado mes de julio vendiera una cartera de casi 4.000 millones de euros en activos tóxicos al fondo buitre Cerberus.
Solvia es la última gran operación de un año intenso por parte de los bancos españoles en el desagüe de los activos dudosos y adjudicados que tenían en cartera con motivo de la crisis financiera. BBVA, CaixaBank, y la propia Sabadell han protagonizado las operaciones más importantes protagonizadas por fondos de inversión extranjeros.
La inmobiliaria de Sabadell era la última gran compañía del sector que seguía en manos de la banca. De este modo, Solvia se une a Altamira, Aliseda, Servihabitat o Haya Real Estate, empresas de servicios inmobiliarios ligadas a Santander, CaixaBank o Bankia que se han ido transfiriendo hacia fondos de inversión como Cerberus o Blackstone.
Intrum pertenece al grupo Lindorff después de la fusión que llevaron a cabo en 2017. Esta compañía está especializada en la adquisición y cobro de deudas de clientes con las entidades financieras. “También recobramos impagados en nombre de otros acreedores y proveedores de bienes y servicios”, asegura a través de su web. En España ya tiene una posición destacada y, entre otras cosas, adquirió Aktua, la empresa de servicios inmobiliarios de la ya desaparecida Banesto.
Ambas compañías confían en poder cerrar la operacion, una vez se den las autorizaciones correspondientes, durante la primavera del proximo año.
Bankia negocia la venta de una cartera
Por otro lado, Bankia ha confirmado este viernes a la CNMV que se encuentra inmersa en un proceso de venta de una cartera de activos inmobiliarios y de créditos de dudoso cobro. El Confidencial había adelantado que la entidad controlada pro el Estado estaba en negociaciones con el fondo Lone Star para desprenderse de una cartera con unos 3.000 millones en activos. Este inversor ya es el propietario de otra gran cartera de activos, adquirida a CaixaBank, que incluía su inmobiliaria Servihabitat.