El Banco de España tiene contabilizadas 230 entidades bancarias en el país, según los datos del primer semestre del año. De ellas, una vez concluyan las fusiones anunciadas, apenas ocho tendrán el control de la gran parte del sector. Todas ellas son españolas, mientras la actividad de los bancos extranjeros en España, salvo famosas excepciones, se ha limitado a servicios de banca corporativa, de servicios para grandes fortunas o a la banca de inversión. Ahora, el crecimiento de los canales digitales abre la puerta a que las entidades foráneas busquen también a los hogares españoles sin necesidad de crear redes de oficinas.
Entidades de Alemania, Francia, Italia, Portugal, Andorra o Ecuador están completando en los últimos tiempos un abanico de bancos digitales, apoyados en 'apps'. Algunos de estos bancos se lanzan con promociones comerciales agresivas para atraer a clientes como cuentas con una remuneración más alta que la mayoría de la competencia, sacar dinero gratis en cualquier cajero o precios bajos en hipotecas. Este proceso coincide con los movimientos que están realizando los bancos españoles, aumentando las exigencias para evitar las comisiones en sus cuentas e impulsando los canales digitales y penalizando el uso de las sucursales para las operaciones menos relevantes.
El último banco extranjero en anunciar su llegada a España ha sido el portugués BIG, que se presentaba esta semana. La entidad ha lanzado una cuenta de ahorro remunerada y una llamada 'Gran Depósito' con un interés del 1% TAE, un nivel elevado en la situación actual de la banca. Además, ofrecen servicios de inversión y de banca corporativa. Todo ello, basado en la banca digital y eliminando, según anuncian, comisiones. Carlos Rodrigues, presidente y cofundador del banco, aseguraba en la presentación que “la oferta bancaria está cambiando y se va a acelerar en el futuro”. “Los que lideraban en España hace 30 años no son los de ahora y la velocidad se está acelerando a un ritmo que nunca hemos visto”, incidía en el evento digital, donde confiaba en alcanzar a una “creciente base de clientes” en el país.
No es la única entidad foránea que ha movido ficha este 2020 apostando por las herramientas que concede la banca online. Deutsche Bank es la principal entidad alemana y una de las más grandes en Europa y aunque ya participaba con algunos servicios para particulares, lo cierto es que su presencia en España está muy centrada en banca corporativa, banca privada —para grandes patrimonios— o en asesoramiento en operaciones empresariales. Por ejemplo, asesora a Liberbank en la fusión con Unicaja. La presencia del grupo alemán en España ha sufrido ciertos vaivenes puesto que en 2017 se llegó a especular con la posible venta de la filial, como ocurrió después en Portugal cuando se traspasó a Abanca. Pero la llegada del actual consejero delegado, Christian Sewig, en 2018 puso el foco en crecer en España e Italia en banca minorista, con inversiones para aumentar los canales digitales, reduciendo la red física.
En este sentido, Deutsche Bank ha lanzado en las últimas semanas una fuerte campaña de comunicación con una nueva cuenta para los clientes que lleguen al banco a través de la web o la aplicación, la 'Cuenta nómina más DB'. Se trata de un producto diseñado para captar nuevos clientes de otros bancos, exclusivamente a través de los canales digitales. Para captar a estos clientes, mientras otras entidades reducen la remuneración de sus cuentas, ofrece hasta 480 euros, divididos de manera mensual durante dos años. Además, a diferencia de las líneas generales en el sector, ofrece la retirada de efectivo gratis en cualquier entidad.
Algo distinto es el movimiento lanzado por otro gran banco europeo, el francés BNP Paribas, aunque también con un peso importante de la banca online. La entidad gala anunció en julio la llegada de Nickel, una filial del grupo, a España con un servicio de banca para particulares a medio camino entre lo digital y el canal físico, aunque sin necesidad de abrir oficinas. Esta cuenta, que tiene un coste de 20 euros al año pero sin exigencias de ingresos, se abre en establecimientos de loterías y estancos. Aunque estaba prevista su llegada tras el verano, se encuentra actualmente implantando los terminales en estos locales y se espera que antes del final del año esté plenamente operativo.
“BNP Paribas lanza en España esta nueva compañía con una idea clara: revolucionar el mercado bancario español con un modelo de cuenta totalmente independiente, caracterizado por un servicio y producto disruptivos. Nickel es una alternativa a la banca tradicional”, defendía en su presentación Cecilia Boned, presidenta del grupo galo en España. Nickel es una filial del grupo que lanzó hace años en Francia y que comienza con España su expansión a otros países. El grupo francés vuelve de este modo a la banca para particulares en España, un segmento que dejó hace tiempo. La entidad está centrada en España en segmentos como los créditos al consumo con Celetel, la banca privada, los servicios corporativos, la banca de inversión o el mercado inmobiliario, con BNP Paribas Real Estate. Precisamente esta última filial se encuentra inmersa en un plan de ajuste en España, según informó recientemente 'La Información'.
El precursor holandés
Un precursor de esto fue el holandés ING, hace ya muchos años, con una política de eliminar las comisiones con una apuesta de canales digitales y una limitada red de oficinas. Si bien, la bajada de los tipos de interés ha obligado recientemente al banco a reducir la remuneración de su 'Cuenta Naranja' y obligar a tener domiciliada la nómina para evitar las comisiones. De larga trayectoria en España es también el italiano Banco Mediolanum, cuya actividad se centra en los canales digitales. Dos décadas después de haber adquirido Fibanc en España, la entidad tiene planes de incrementar un 40% sus activos bajo gestión, según señalaba en una reciente entrevista en 'El País' su consejero delegado, Igor Garzesi, quien además se abría a incorporar personal procedente de los recortes de plantilla previstos en el sector financiero español a raíz de las fusiones bancarias.
De forma paralela a la llegada de las conocidas como fintech o los neobancos, está aumentando el número de bancos extranjeros que, teniendo ya presencia en España para ciertos productos, incorporan bancos digitales para crecer en sus clientes particulares. Por ejemplo, el banco andorrano AndBank, cuenta con MyInvestor, un banco digital enfocado en productos de inversión que también ofrece servicios tradicionales como una cuenta remunerada, tarjeta de débito o de crédito o crédito hipotecario. Ocurre de manera similar con el banco ecuatoriano Pichincha, que entró a competir en el negocio digital en España con Pibank en 2018.
También bancos extranjeros puramente digitales han entrado en España en los últimos años al calor de la aparición de las fintech en el país. Así, entidades británicas como Monese o Revolut y la alemana N26 son algunas de las entidades que han comenzado a operar en España en la competida banca online. La banca online ha abierto también la puerta a que empresas ajenas al sector hayan lanzado en España productos financieros básicos, como Renault, Volkswagen u Orange. Los bancos ven en los canales digitales la amenaza de la entrada de nuevos competidores que puedan poner en compromiso a un sector que arrastra problemas durante los últimos años agravados por la crisis del coronavirus, si bien ponen el foco más en los movimientos que hagan las grandes tecnológicas.