Al equipo de estudios BBVA Research no le salen las misms cuentas que al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, sobre la subida de las pensiones con el IPC. El gabinete del banco ha estimado la factura que supondrá la subida de las pensiones al 1,6% este año y al que viene, fruto del pacto del Gobierno del PNV con el Gobierno para aprobar los Presupuestos, asciende a 4.800 millones de euros en esos dos años. El ministro Montoro anunció que el gasto aumentará en 3.300 millones, 1.500 este ejercicio y otros 1.800 en 2019.
La estimación ha sido explicada por Rafael Doménech, responsable del análisis macroeconómico de BBVA Research y uno de los expertos que asesoró al Gobierno en su reforma del sistema de 2013. El pacto del Gobierno con los nacionalistas vascos, de hecho, deja congelados los cambios de esta reforma, que Doménech ha defendido en un encuentro sobre pensiones celebrado este viernes en la sede del Consejo General de Economistas.
El economista de BBVA Research ha explicado que la subida del 1,6% de las pensiones, de aprobarse en los Presupuestos, supone un incremento del gasto de unos 1.600 millones. Si este incremento se repite al año que viene, una de las opciones del acuerdo con el PNV si no llega a un acuerdo antes el Pacto de Toledo sobre revalorización, la subida supondría un aumento de 3.200 millones ese año (fruto de un segundo aumento acumulado del 1,6%), apuntan.
De este modo, el aumento en estos dos ejercicios supondría un gasto adicional de 4.800 millones, 1.500 más que los de las cuentas del Gobierno.
40.000 millones de gasto total acumulado
Además, Rafael Doménech ha explicado que, según los cálculos de BBVA Research, este ajuste en las prestaciones de los pensionistas supondrá un gasto acumulado final para el sistema de unos 40.000 millones de euros.
¿De dónde salen esos 40.000 millones? Según los investigadores, de sumar el gasto acumulado de esa subida a lo largo de la vida de los pensionistas que se beneficien de ella en 2018 y 2019. Para ello, han estimado un periodo medio de unos 10 años (algunos de los pensionistas fallecerán antes de ese periodo y otros después, pero han usado esa media como referencia).
Rafael Doménech ha defendido la necesidad de que no se derogue la reforma del Gobierno de 2013, así como la de 2011, y que los cambios y remodelaciones se aprueben sobre lo ya construido. El economista también ha apostado por una transición progresiva hacia un sistema de cuentas nocionales individuales (con una pensión mínima garantizada), que modifique el actual sistema público de pensiones.
El presidente del Consejo General de Economistas, Valentín Pich, ha abogado por favorecer el “ahorro individual” para complementar la pensión como una “solución alternativa o complementaria a la presión fiscal que soporta el elevado gasto en pensiones”. Pich también ha afeado “la frivolidad y poca seriedad” del debate sobre pensiones en los medios de comunicación y ha subrayado “que nos sorprende profundamente que nuestros representanrtes políticos se dejen llevar tan fácilmente por el ambiente”.
El exministro de Trabajo e Inmigración con el PSOE Valeriano Gómez también ha participado en el encuentro, en el que ha defendido que “no hay ninguna razón” por la que en España no se puedan revalorizar las pensiones según la evolución del IPC, como ocurre en la gran mayoría de países europeos. “Todos los países europeos, excepto Irlanda, suben sus pensiones con arreglo o bien a los precios, a los salarios o a una mezcla ponderada de ambos”, ha destacado.