Cambio de política monetaria. El BCE ha anunciado este jueves una primera subida de tipos de 0,25 puntos en julio, rompiendo la tendencia de la ultima década, y el fin de las compras de deuda pública iniciadas al principio de la pandemia, ante la escalada de precios reflejada en cifras récord de inflación en la eurozona. En todo caso, el BCE afirma en relación con el programa de compras de emergencia por la pandemia (PEPP): “ Las compras netas en el marco del PEPP también podrían reanudarse, si fuera necesario, para contrarrestar las perturbaciones negativas relacionadas con la pandemia”.
“La alta inflación es un gran reto para todos”, sostiene el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE), que afirma que “se asegurará de que la inflación vuelva a su objetivo del 2% a medio plazo”.
“En mayo, la inflación volvió a aumentar significativamente, principalmente debido al incremento de los precios de la energía y los alimentos, también por el impacto de la guerra”, dice el organismo presidido por Christine Lagarde: “Pero las presiones inflacionarias se han intensificado, con un fuerte aumento de los precios de muchos bienes y servicios”.
Así, el BCE ha revisado al alza significativamente sus proyecciones de inflación: “Estas proyecciones indican que la inflación permanecerá elevada durante algún tiempo. Sin embargo, se espera que la moderación de los costes de la energía, la relajación de las interrupciones del suministro relacionadas con la pandemia y la normalización de la política monetaria conduzcan a una disminución de la inflación”.
Las nuevas proyecciones del BCE prevén una inflación anual del 6,8% en 2022, y que disminuya al 3,5% en 2023 y al 2,1 % en 2024: “Esto significa que se prevé que la inflación general al final del horizonte de proyección se sitúe ligeramente por encima del objetivo del Consejo de Gobierno [del 2%]”.
El BCE prevé que la inflación, excluyendo energía y alimentos, promedie 3,3% en 2022, 2,8% en 2023 y 2,3% en 2024, también por encima de las proyecciones de marzo.
“La agresión injustificada de Rusia hacia Ucrania continúa pesando sobre la economía en Europa y del resto del mundo”, dice el BCE: “Está interrumpiendo el comercio, provocando escasez de materiales y contribuyendo al aumento de los precios de la energía y las materias primas. Estos factores seguirán pesando sobre la confianza y frenando el crecimiento, especialmente a corto plazo. Sin embargo, las condiciones están dadas para que la economía continúe creciendo debido a la reapertura de la economía, un mercado laboral sólido, el apoyo fiscal y ahorros acumulados durante la pandemia”.
Así, el BCE confía en que “una vez que los vientos en contra actuales disminuyan, se espera que la actividad económica se recupere nuevamente”.
De esta manera, sus proyecciones prevén un crecimiento anual en la eurozona del PIB del 2,8 % en 2022; 2,1 % en 2023; y 2,1 % en 2024. En comparación con las proyecciones de marzo, la perspectiva se ha revisado significativamente a la baja para 2022 y 2023, mientras que para 2024 se ha revisado al alza.
Teniendo en cuenta estas proyecciones de crecimiento e inflación, el BCE ha decidido poner fin “a las compras netas de activos bajo su programa de compra de activos (APP) a partir del 1 de julio de 2022. El Consejo de Gobierno tiene la intención de continuar reinvirtiendo, en su totalidad, los pagos de capital de los valores que vencen adquiridos bajo el APP durante un período prolongado de tiempo, después de la fecha en que comience a subir los tipos de interés oficiales del BCE y, en todo caso, durante el tiempo que sea necesario para mantener unas condiciones de liquidez amplias y una postura de política monetaria adecuada”.
En lo que respecta al programa de compras de emergencia por la pandemia (PEPP), “en caso de que se renueve la fragmentación del mercado relacionada con la pandemia, las reinversiones de PEPP se pueden ajustar de manera flexible según el tiempo, las clases de activos y las jurisdicciones [los países] en cualquier momento. Las compras netas en el marco del PEPP también podrían reanudarse, si fuera necesario, para contrarrestar las perturbaciones negativas relacionadas con la pandemia”.
En cuanto a los tipos, “el Consejo de Gobierno tiene la intención de aumentar las tasas de interés oficiales del BCE en 25 puntos básicos en su reunión de política monetaria de julio. Mientras tanto, el Consejo de Gobierno ha decidido mantener sin cambios el tipo de interés de las operaciones principales de financiación y los tipos de interés de la facilidad marginal de crédito y de la facilidad de depósito en el 0,00%, el 0,25% y el -0,50%, respectivamente”.
De cara al futuro, “el Consejo de Gobierno espera volver a subir los tipos de interés oficiales del BCE en septiembre. La calibración de este incremento de tasas dependerá de las perspectivas de inflación de mediano plazo actualizadas. Si la perspectiva de inflación de medio plazo persiste o se deteriora, será apropiado un incremento mayor en la reunión de septiembre”.