El BCE lanza el proyecto para crear un “euro digital” que sirva como método de pago
El Banco Central Europeo (BCE) ha anunciado un proyecto para crear un “euro digital”, que comenzará con una fase de investigación que durará 24 meses. Esta etapa de análisis servirá para decidir un diseño que probablemente limite las cantidades máximas en circulación, aunque la decisión sobre la emisión se adoptará en una fase posterior.
El BCE ha informado de que el periodo de implementación del euro digital sería de tres años tras una reunión en la que también ha participado el presidente del Eurogrupo, Paschal Donohoe, quien ha expresado su apoyo al proyecto. “Han pasado nueve meses desde que publicamos nuestro informe sobre un euro digital. En este tiempo, hemos realizado más análisis, buscado aportaciones de los ciudadanos y de los profesionales y llevado a cabo experimentos con resultados alentadores”, ha afirmado la presidenta del BCE, Christine Lagarde.
“Todo esto nos ha llevado a decidir subir la marcha y comenzar el proyecto de euro digital”, ha añadido Lagarde. Con este proyecto el BCE quiere asegurar que “en la era digital los ciudadanos y las empresas continúan teniendo acceso a la forma más segura de dinero, el dinero de banco central”, ha apostillado la presidenta del BCE.
Un miembro del comité ejecutivo del BCE, Fabio Panetta, ha revelado que el BCE se ha comprometido con el Parlamento Europeo a informar regularmente sobre los descubrimientos de la investigación sobre el euro digital tras estar en contacto con los ciudadanos, comerciantes y la industria de pagos. Panetta, que preside el proyecto para la nueva moneda virtual, escribió en una carta a la presidenta del Comité de Asuntos Económicos y Monetarios de la Eurocámara, Irene Tinagli, que a finales de este año discutirán los objetivos políticos y usos del euro digital.
En el primer o segundo trimestre de 2022 podrían discutir aspectos relacionados con el diseño del euro y posteriormente su impacto en el sistema financiero y en el uso de efectivo, según Panetta. En una conferencia virtual con periodistas, Panetta reiteró que el limite de euros digitales que podría tener un ciudadano podría ser de 3.000 euros, que es la cantidad media de efectivo en circulación per capita.
Los límites a la cantidad de euros en circulación podrían ayudar a combatir los pagos de actividades ilícitas y reducir su uso como inversión. También evitarían un impacto importante en el tipo de cambio del euro algunos límites a la cantidad de euros digitales que pueden usar los no residentes en la eurozona.
El BCE también puede usar la remuneración, los tipos de interés, para incentivar o desincentivar la tenencias de euros digitales. Por ejemplo, los no residentes pueden considerar muy atractivo tener euros digitales en un momento dado, lo que crearía entradas de capital y presionaría excesivamente al alza el tipo de cambio del euro.
Por ello, es importante que el diseño del euro digital garantice que va a ser una forma de pago y no una forma de inversión, ha expuesto el BCE. Se podría establecer un sistema de remuneración que no sea atractivo para el exceso de tenencias de euros digitales.
Método de pago, no activo de inversión
Durante la fase de investigación, el BCE analizará también aspectos relacionados con los cambios necesarios en la legislación de la Unión Europea para poder emitir un euro digital. Asimismo, el BCE va a analizar en esta fase el posible impacto de un euro digital en el mercado.
El diseño del euro digital debe asegurar la privacidad y evitar riesgos para los ciudadanos europeos, intermediarios y la economía en general. El BCE ha llevado a cabo, junto con los bancos centrales nacionales de la zona del euro, pruebas de concepto para evaluar la viabilidad tecnológica de un euro digital.
Las pruebas revelaron que la infraestructura existente, como el servicio de liquidación de pagos inmediatos de TARGET (TIPS), así como la tecnología de registros distribuidos, podrían potenciarse para procesar los aproximadamente 300.000 millones de pagos minoristas que se realizan cada año en la zona del euro.
Estos servicios procesan más de 40.000 transacciones por segundo, según el BCE. El trabajo experimental “permitió identificar posibles opciones para proteger la privacidad, que van desde la segregación de los datos hasta el uso de técnicas criptográficas”, según ha explicado Panetta.
Los experimentos, añade el alto cargo del BC, también mostraron que la energía que consume la infraestructura de liquidación que utilizan “es insignificante en comparación con el consumo de energía y la huella ambiental de criptoactivos como el bitcoin, que usa más electricidad que Grecia o Portugal”.
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