El proyecto del tren bioceánico que unirá puertos de Brasil y Perú a través de Bolivia despierta un “enorme interés” en empresas españolas, que recibieron hoy información detallada del proyecto impulsado por el Gobierno de Evo Morales.
Unas cuarenta firmas españolas participaron en una jornada informativa de forma simultánea en La Paz y Madrid por videoconferencia, organizada por el Instituto de Comercio Exterior de España (ICEX) y la Oficina Comercial en Bolivia, explicó a Efe el embajador español en este país, Enrique Ojeda.
“Hay un enorme interés por participar, porque las empresas españolas tienen una gran experiencia en el tema ferroviario, tanto en España como a nivel internacional”, resaltó el diplomático.
Ojeda citó como ejemplo el tren de alta velocidad construido por un consorcio español entre las ciudades saudíes de La Meca y Medina.
En el encuentro participó el coordinador general de la Unidad Técnica de Ferrocarriles del Ministerio de Obras Públicas de Bolivia, Ariel Torrico, quien ofreció “una exposición muy detallada” sobre el estado actual del proyecto, indicó Ojeda.
El embajador resaltó que fue una jornada fructífera, en la que las firmas españolas pudieron “resolver” las preguntas que tenían sobre el proyecto, “que no es sólo de vertebración del país, sino de integración regional”.
El llamado Corredor Ferroviario Bioceánico de Integración está proyectado para unir, a través de Bolivia, el puerto peruano de Ilo con el brasileño de Santos.
Además de Bolivia, Brasil y Perú, también se beneficiarían Paraguay, Uruguay y Argentina mediante la construcción de un ramal del ferrocarril desde territorio boliviano hacia una zona portuaria en suelo paraguayo vinculada a la hidrovía de los ríos Paraguay-Paraná.
Empresas de Alemania, Suiza y China también han expresado su interés en participar en el proyecto y han avanzado conversaciones con el Ejecutivo boliviano.
Al respecto, Ojeda señaló que “eso no es obstáculo para que también haya interés de otros, como es el caso de España”.
El diplomático remarcó que se trata de “un proyecto muy ambicioso de nivel regional”, con una inversión calculada de unos 7.000 millones de dólares sólo en el tramo de Bolivia y de unos 14.000 millones en conjunto.
“Entonces habrá participación diversa y variada. Habrá que ver, una vez que esté más avanzado el proyecto, cómo se hacen los contratos, las licitaciones, qué tipo de inversión hay, y a partir de ahí ya se verá qué grado de participación de las empresas de un país u otro hay”, sostuvo.
Agregó que la Embajada de España en Bolivia se mantendrá en contacto con las autoridades bolivianas e informará a las empresas españolas “de cuáles son los siguientes pasos, para ver de qué forma puede concretarse su participación” en el proyecto.