Ana Patricia Botín ha estrenado la presidencia del banco que hereda de su padre de la peor forma posible para los 129.000 afectados por la irregular comercialización de Valores Santander. Negándola. “La emisión de Valores Santander fue correcta”, aseguró con solemne contundencia la nueva presidenta tras la intervención, en el turno de ruegos y preguntas de la Junta de Accionistas que se celebró el lunes 15 de septiembre en Santander. Fueron Marina Diego y Alejandro San Millá, coordinadora de la asociación de consumidores ADICAE Cantabria y coordinador de esa misma entidad en la Zona Norte, quienes interpelaron a la nueva presidenta. Este turno de preguntas de la Junta no se retransmite ni se difunde y deben ser los accionistas de la entidad los que se encarguen de hacer grabaciones internas, a las que ha tenido acceso eldiario.es.
El tema de Valores Santander, un producto financiero muy complejo que Banco Santander comercializó entre clientes minoristas en 2007 para financiar la compra del banco holandés ABN Amro, no estaba en el orden del día. Así se encargó de puntualizarlo la nueva presidenta, a pesar de lo cual ella llevaba preparada la respuesta, como se puede apreciar en el vídeo (minuto 5.35). La contundencia de las cuatro frases que dedicó al tema y las continuas miradas a sus apuntes que hizo mientras las pronunciaba, así lo constatan.
“La información que se facilitó a los clientes fue la adecuada. Los casos que llegan a los tribunales confirman lo que he dicho hasta ahora. El banco estudia y responde a todas las reclamaciones que se reciben”, aclaró la hija mayor de Emilio Botín.
Además, terminó su contestación a los requerimientos de estos consumidores, que le habían trasladado quejas también por otros temas, asegurando que “todos los productos que comercializa el banco están sujetos a la normativa contable y están sujetos a la oportuna supervisión”.
Efectivamente, ha sido esa supervisión, en concreto la de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la que ha constatado las irregularidades en la comercialización de los Valores Santander. El banco fue multado en febrero con una de las sanciones más cuantiosas de la historia financiera de España, 16,9 millones de euros, por “incumplir la Ley del Mercado de Valores vigente en 2007, cuando vendió unos arriesgados bonos convertibles a ahorradores que no cumplían el perfil adecuado y por no informar de la evolución del riesgo del producto a lo largo de sus cinco años de vida”, según explicó el regulador.
Además, aunque Botín sostiene que “los casos que llegan a los tribunales confirman lo que le he dicho hasta ahora”, las cosas han cambiado durante el último año. eldiario.es se ha hecho eco de decisiones judiciales que constatan las malas prácticas que utilizó la entidad, entonces presidida por Emilio Botín. En algunos casos los jueces reconocen que no se comprobó si el perfil de los inversores era el adecuado y se constata que se comercializaron antes de que la CNMV autorizase su venta. En otros se han llegado a detectar falsificación de firmas en los contratos.
Incluso, cabe recordar, que la Audiencia Nacional está investigando el caso, desde que el 16 de junio el juez Ismael Moreno aceptase a trámite la querella de un grupo de afectados.
“Afortunadamente, los jueces se están poniendo en favor de los afectados”, aseguró Marina Diego en su discurso ante los accionistas de Banco Santander en la Junta del lunes. Por todo esto, no parece tan claro que los casos que llegan a los tribunales confirmen que Valores Santander se comercializasen correctamente, ni que la información facilitada a los clientes fuera la adecuada como dice la nueva presidenta.
Aunque es cierto que “el banco estudia y responde a todas las reclamaciones que se reciben”, no todas reciben el mismo tratamiento. Como también ha contado eldiario.es, algunos afectados han llegado a un acuerdo con el Banco Santander para recuperar su capital inicial a cambio de mantener un absoluto silencio sobre el caso. En cambio con otros ni siquiera han accedido a negociar.
Desde Adicae han vuelto a solicitar públicamente al Banco Santander que colabore con los afectados para llegar a una solución conjunta a este problema. Pero, de momento, Ana Botín, no se ha pronunciado y el tema queda como uno de esos retos pendientes que ha heredado de su padre.