Bruselas abre una “investigación exhaustiva” por las “reservas” de la fusión de Iberia y Air Europa

Irene Castro

Bruselas —
24 de enero de 2024 18:06 h

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La Comisión Europea sigue sin tener clara la adquisición de Air Europa por parte de IAG (la matriz que engloba a Iberia, British Airways y Vueling) y va a abrir una “investigación exhaustiva” que se prolongará, en principio, hasta junio para analizar en detalle la operación que le suscita dudas porque considera que supone una amenaza para la competencia del mercado del transporte aéreo de pasajeros.

“La Comisión ha abierto una investigación exhaustiva para evaluar, con arreglo al Reglamento de la UE sobre concentraciones, la propuesta de adquisición del control exclusivo de Air Europa Holding, S.L. («Air Europa») por parte de International Consolidated Airlines Group, S.A. («IAG»). La Comisión alberga reservas preliminares ante la posibilidad de que la operación disminuya la competencia en el mercado de los servicios de transporte aéreo de pasajeros en varias rutas nacionales, de corta distancia y de larga distancia dentro y fuera de España”, señala el gobierno comunitario en un comunicado.

“IAG y Air Europa son compañías aéreas líderes en España y proveedores clave de conectividad dentro de ese país y entre este, el resto de Europa y América Latina. Mediante nuestra investigación exhaustiva deseamos asegurarnos de que la operación no afecte negativamente a los precios o a la calidad de los servicios de transporte aéreo de pasajeros dentro y fuera de España”, señala la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager

En su análisis preliminar, Bruselas concluye que la fusión afectaría a las rutas dentro del territorio español que no tienen una alternativa de AVE, así como con Canarias y Baleares. En corta distancia, señala los casos de Madrid hacia Israel, Marruecos, Reino Unido y Suiza, “en las que ambas partes ofrecen una conexión directa”. También afecta a las conexiones de la capital con América del Norte y del Sur en las que son ambas partes las que ofrecen ese servicio y “se enfrentan a la competencia de solo unos pocos competidores con conexión sin escalas”.

Iberia, convencida de que superará el proceso

La apertura de una investigación exhaustiva se produce después de que IAG haya ofrecido la cesión de varias rutas para poder llevar a cabo la adquisición. Lo que va a analizar la Comisión en esta fase es “si la sólida cartera de franjas horarias de las partes, en particular en el aeropuerto de Madrid-Barajas, podría dificultar la prestación de servicios aéreos por otras compañías aéreas”. También evaluará “los efectos probables de la operación en las conexiones indirectas, concretamente en las rutas de larga distancia hacia América del Sur, en las que una de las partes o ambas tienen una práctica conexión con una única escala y en las que las conexiones sin escalas son limitadas” y los “efectos probables de la operación en las rutas en las que otras compañías aéreas dependen del acceso a la red nacional y de corta distancia de las partes para sus propias operaciones, lo que podría afectar a sus servicios a destinos internacionales también explotados por IAG”.

Desde Iberia aseguran que es lo que esperaban y se muestran confiados en superar el proceso. “La Comisión señala problemas en ciertas rutas para los que aportaremos soluciones en la propuesta de ”remedies“ que presentaremos”, señalan fuentes de la compañia: “Se trata de una propuesta de ”remedies“ muy ambiciosa que cubrirá todas las necesidades de competencia. Estamos convencidos de que la operación es buena para los consumidores y buena para España ya que, entre otras cosas, reforzará el hub de Madrid y fortalecerá la conectividad de nuestro país”.

A partir de esa investigación, Bruselas autorizará o no una adquisición que lleva coleando desde 2019, cuando IAG anunció un acuerdo para comprar el 100% del accionariado de Air Europa. A cambio, la también dueña de British Airways y Vueling pagaría cerca de 1.000 millones de euros. Después la crisis del coronavirus cambió el escenario y las compañías dieron marcha atrás. No obstante, para entonces Bruselas ya tenía en marcha una investigación con numerosas reticencias sobre la operación, que las compañías han retomado ahora.