Bruselas acusa a Deutsche Bank y Rabobank de manipular el mercado de deuda pública entre 2005 y 2016

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —

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La Comisión Europea acusa a Deutsche Bank y Rabobank de infringir las normas antimonopolio de la UE al confabularse para distorsionar la competencia cuando comerciaban con títulos soberanos. A la Comisión Europea le preocupa que, entre 2005 y 2016, los dos bancos, a través de algunos de sus operadores, intercambiaron información comercial confidencial y coordinaron sus estrategias de fijación de precios al negociar estos bonos en el mercado secundario del Espacio Económico Europeo (EEE).

Estos intercambios habrían tenido lugar principalmente a través de correos electrónicos y chats.

Si se confirmara el dictamen preliminar de la Comisión Europea, tal comportamiento violaría las normas de la UE, que prohíben las prácticas comerciales anticompetitivas, como la colusión en los precios y otras condiciones comerciales, informa el Ejecutivo comunitario.

La Comisión Europea intentó inicialmente explorar la posibilidad de llegar a un acuerdo con las empresas involucradas, pero interrumpió las conversaciones “debido a la falta de progresos, y decidió volver al procedimiento antimonopolio normal, que ahora seguirá su curso”, explica Bruselas.

Los bonos son títulos de deuda que pagan una tasa de interés definida, que permiten a las entidades obtener financiación en los mercados internacionales, y que posteriormente se mantienen como inversiones o se negocian como cualquier otro instrumento financiero.

Los bonos se emiten primero en el mercado primario para la venta a través de subastas o compras sindicadas. Posteriormente, los bonos se negocian entre bancos, corredores e inversores en el mercado secundario. Los bonos pueden distinguirse por la identidad del emisor, la moneda en la que están denominados o incluso por el tipo de garante (autoridad gubernamental o instituciones financieras u otras corporaciones).

Y los bonos afectados por esta investigación, todos denominados en euros, incluyen: bonos soberanos (también conocidos como European Government Bonds-EGB), emitidos por los gobiernos centrales de los Estados miembros de la eurozona; bonos SSA, un término general para tres tipos de bonos –bonos suprasoberanos emitidos por instituciones u organismos supranacionales cuyo mandato se extiende más allá de las fronteras nacionales, como el Banco Europeo de Inversiones; bonos soberanos extranjeros emitidos por gobiernos bajo una ley diferente a la suya y/o en una moneda diferente a la suya; y bonos subsoberanos/de agencias emitidos por entidades gubernamentales o relacionadas con el gobierno por debajo del nivel del gobierno central, como regiones o municipios, bancos propiedad del gobierno o instalaciones de seguridad social.

Además, estarían afectadas las cédulas hipotecarias, emitidas por entidades de crédito que están garantizadas por un conjunto protegido de activos de alta calidad, como préstamos hipotecarios o deuda del sector público; y los bonos garantizados por el gobierno: ofrecen un interés secundario garantizado en el que una autoridad gubernamental realizará el pago del principal en caso de incumplimiento del emisor. Estos bonos se emitieron en respuesta a la crisis financiera de 2008 y por un período de tiempo limitado.

En 2018 Bruselas ya abrió una investigación a Bank of America Merrill Lynch, Crédit Agricole, Credit Suisse y Deutsche Bank por algo parecido. En abril de 2021 concluyó que habían participado en prácticas anticompetitivas y fijó una multa de 28,5 millones. 

Pero de esa sanción se libró el banco alemán porque fue el que colaboró con el Ejecutivo comunitario de la existencia del cartel.