En una rueda de prensa en Helsinki (Finlandia) después de la reunión de ministros de Finanzas de la zona euro (Eurogrupo), el vicepresidente para el Euro y el Diálogo Social, Valdis Dombrovskis, ha añadido también que el resto de socios de la moneda única que no dispongan de espacio fiscal deben centrarse en mejorar sus finanzas públicas y adoptar reformas estructurales.
“La principal conclusión es que la política monetaria no puede conseguirlo sola e invitamos a los países que tienen espacio fiscal a estimular la economía. Y pedimos a todos los países que aceleren en sus esfuerzos en reformas estructurales”, ha dicho Dombrovskis.
El letón ha dicho estas palabras un día después de que Mario Draghi anunciara un nuevo paquete de medidas por parte del BCE para estimular la economía en plena desaceleración y una revisión a la baja de las precisiones de crecimiento del PIB e inflación para los próximos dos años.
El miembro del Consejo Ejecutivo del BCE, Benoït Coeuré, ha explicado que para aprovechar “todos los beneficios” de la política monetaria es “necesaria” la contribución de otras políticas como la fiscal. “Los gobiernos con espacio fiscal deben actuar de una manera eficiente y a tiempo”, ha asegurado, apuntalando el mensaje lanzado un día antes por el instituto emisor.
El presidente del Eurogrupo, Mário Centeno, ha explicado que el debate entre los ministros sobre esta cuestión ha sido bastante “rico”, aunque se ha unido a esta petición en calidad personal.
“Mi mensaje es bastante claro. Los países con espacio fiscal lo deberían utilizar para combatir la desaceleración de la economía. Debe hacerse no por solidaridad, sino en primer lugar por su propio interés”, ha afirmado el portugués, para después añadir que a esto deben añadirse “un buen acuerdo” sobre la reforma de la moneda única.
El Eurogrupo, sin embargo, se mantiene dividido sobre esta cuestión. El francés Bruno Le Maire, por ejemplo, se ha pronunciado a su llegada a favor de la Comisión Europea y el BCE y ha instado a países con superávit fiscal a elevar sus inversiones.
Sin embargo, la socialdemócrata sueca Magdalena Andersson, preguntada directamente por si Berlín debe gastar más, ha contestado que las capitales que lo piden “deberían haber dedicado más tiempo en los últimos años a saldar su deuda pública”. “A menudo hay mucha presión sobre Alemania”, ha apostillado.
El titular de Finanzas alemán, Martin Scholz, ha preferido no pronunciarse sobre los mensajes lanzados ayer por el BCE apelando a la independencia de la autoridad presidida todavía por Mario Draghi.