Bruselas aplaude el escudo social español, alerta de las “incertidumbres” y prevé que la economía vuelva a niveles prepandemia a finales de 2022

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —
12 de mayo de 2021 10:36 h

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La Comisión Europea aplaude el escudo social desarrollado por el Gobierno español para atajar la crisis del coronavirus, alerta de las “incertidumbres mayores a las habituales” y prevé que la economía española vuelva a niveles prepandemia para finales de 2022. Así lo ha comunicado este miércoles a través de sus previsiones económicas de primavera 2021.

Las previsiones del Ejecutivo comunitario proyectan que la economía de la UE se expandirá un 4,2% en 2021 y un 4,4% en 2022, mientras que la española llegará al 5,9% en 2021 y 6,8% en 2022. Esto representa una mejora significativa de las perspectivas de crecimiento en comparación con las previsiones económicas de invierno de 2021 que presentó la Comisión en febrero. “Las tasas de crecimiento seguirán variando en toda la UE, pero todos los Estados miembros deberían ver que sus economías vuelvan a los niveles anteriores a la crisis a finales de 2022”, dice Bruselas.

Por tanto, “el fuerte repunte esperado a partir del segundo trimestre de 2021 debería permitir que el PIB español vuelva a su nivel prepandémico a finales de 2022”, dice Bruselas, que añade: “La implementación del Plan de Recuperación y Resiliencia [los 140.000 millones de fondos europeos] jugará un papel importante en la expansión económica, particularmente en 2022. Se espera que la demanda interna dinámica sea el principal impulsor de la recuperación, acompañada de la demanda externa en 2022, cuando se prevé que el turismo regrese a condiciones más normales. La recesión económica empeoró el saldo de las administraciones públicas en 2020, pero se prevé que el déficit disminuya gradualmente a partir de 2021”.

Crecimiento económico en el segundo trimestre de 2021

El severo brote de la pandemia de COVID-19 en España y las estrictas restricciones adoptadas en respuesta a ella dieron como resultado una caída sin precedentes del PIB en 2020 (-10,8%). El elevado número de contagios en los dos primeros meses de 2021 llevó a España a endurecer las restricciones, lo que provocó que la producción cayera aún más en el primer trimestre del año (-0,5% del PIB intertrimestral). Con el levantamiento de algunas restricciones en marzo y la aceleración del ritmo de vacunación, la actividad económica comenzará a crecer durante el segundo trimestre y continuará con más vigor en la segunda mitad del año.

Como sucedió con la recesión en 2020, Bruselas espera “que la recuperación siga siendo desigual en todos los sectores. La producción manufacturera ha comenzado a recuperarse, mientras que los sectores con alta interacción social, como las actividades relacionadas con el ocio y el turismo, se recuperarán a un ritmo más lento”.

Los fondos europeos, determinantes

La Comisión Europea cuenta con que la implementación del Plan de Recuperación y Resiliencia desempeñe un papel decisivo, “impulsando el repunte en la segunda mitad de 2021 y ayudando a sostener la expansión económica en el horizonte de los pronósticos”.

España es el mayor beneficiario de las subvenciones de los fondos europeos en términos absolutos (69.500 millones de euros) y la mitad de esta cantidad se absorberá en el horizonte de previsión, de aquí a finales de 2022.

“Si se implementa de manera eficiente, con su combinación de proyectos estratégicos acompañados de amplias reformas, el impacto económico será significativo, particularmente en 2022, cuando los fuertes efectos de la demanda irían acompañados de una contribución gradual del lado de la oferta”, dice Bruselas.

En general, la Comisión Europea prevé que el PIB crezca un 5,9% en 2021 y un 6,8% en 2022. Como resultado, se espera que el PIB de España vuelva a su nivel anterior a la pandemia a finales de 2022.

En la segunda mitad de 2021, se prevé que se deshaga parte del ahorro acumulado provocado por la pandemia, “impulsando el consumo privado, pero también la inversión”.

“Se prevé que la mayor absorción de fondos europeos prevista en 2022, con posibles efectos de atracción sobre la inversión privada y un efecto de arrastre a partir de 2021, proporcionará un impulso notable al crecimiento económico en 2022”, dice el informe de la Comisión Europea: “La contribución de la demanda externa al crecimiento del PIB se convertirá en positivo en 2022, cuando es probable que las actividades relacionadas con el turismo se acerquen a su nivel de 2019”.

Bruselas, además, prevé que la inflación repunte en 2021, “ya que una perspectiva más sostenida de la demanda impulsa un aumento gradual de los precios de los servicios al consumidor. También es probable que las presiones al alza provengan de los precios de la electricidad y de combustibles como el diésel y la gasolina”.

“Si bien la incertidumbre ha disminuido ligeramente”, dice Bruselas, “las perspectivas de la economía española aún están sujetas a un grado de incertidumbre mayor de lo habitual. Esto se debe a las incertidumbres vinculadas a la recuperación de las actividades relacionadas con el turismo, la respuesta de los agentes privados ante la potencial relajación de las medidas de contención, y la magnitud e impacto de las medidas públicas para contener el efecto de la pandemia y apoyar la recuperación, incluida la absorción real de los fondos de recuperación”.

Según el comisario de Finanzas europeo, Paolo Gentiloni, “la incertidumbre está vinculada con la aplicación del plan de recuperación y la retirada de los apoyos”.

Las medidas políticas “han amortiguado” el impacto de la COVID

Los esquemas de trabajo a corto plazo (ERTE) “se hicieron más generosos al comienzo de la crisis para mitigar la pérdida de empleos y actualmente están legislados para permanecer en vigor hasta fines de mayo de 2021. Además, se tomaron varias medidas para proteger a los autónomos mediante prestaciones por suspensión de actividad”.

“A pesar de estas medidas”, dice la Comisión Europea, “la caída del empleo empujó la tasa de desempleo al 15,5% en 2020, y se prevé que el desempleo aumente ligeramente en 2021 (15,7%) antes de caer en 2022, cuando se espera que la creación de empleo lo reduzca a alrededor del 14,4%”.

“La liquidez empresarial se ha visto reforzada por un programa de garantías públicas para nuevos préstamos bancarios y moratorias de pago, entre otras medidas”, reconoce Bruselas: “No obstante, el deterioro de la rentabilidad podría llevar a la materialización de insolvencias corporativas con riesgos para la capacidad productiva y el empleo. Para limitar estos riesgos a corto plazo, las autoridades adoptaron en marzo de 2021 un nuevo paquete de medidas para apoyar a las pymes”.

Como resultado de la crisis de la COVID-19 y la respuesta pública, “el déficit público se amplió en más de 8 puntos, hasta el 11,0% del PIB en 2020. También se produjeron algunos hechos singulares, en particular la reclasificación al sector Administraciones Públicas de la Sareb, que agregaron alrededor de 1 punto a la ratio de déficit y 3 puntos a la ratio de deuda en 2020”.

En 2021, se prevé que el déficit se reduzca a alrededor del 7,6% del PIB, como consecuencia de la remisión de la pandemia y el impacto de una aplicación gradual del fondo de recuperación de España conduce a un repunte de la actividad económica, y que se prevé que el impacto de las medidas pesará menos en las finanzas públicas.

Gracias a un mayor impacto en el crecimiento económico de los fondos europeos en 2022, Bruselas prevé que el déficit se reduzca al 5,2% del PIB en 2022.

“Las garantías públicas brindan un apoyo crucial”, dice Bruselas, “pero también constituyen un riesgo para las perspectivas fiscales. Debido al gran déficit público, la fuerte contracción del PIB y el impacto de la reclasificación de la Sareb, la ratio deuda/PIB de las administraciones públicas aumentó en casi 25 puntos. del 95,5% del PIB en 2019 al 120% en 2020. A medida que se reanude el crecimiento y se reduzca el déficit, se espera que la ratio de deuda se reduzca gradualmente a alrededor del 116,9% del PIB para fines de 2022”.