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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Bruselas avala la fusión de Orange y MásMóvil a cambio de la venta de activos a Digi

Luz verde a la fusión de Orange y Más Móvil en España. El procedimiento que se ha prolongado casi un año ha obtenido el visto bueno de la Comisión Europea este martes. Bruselas avala la operación sujeta a una serie de condiciones a las que se han comprometido los dos operadores para garantizar la libre competencia en el mercado de las telecomunicaciones español. Esos compromisos han formado parte del proceso de investigación que los técnicos comunitarios pusieron en marcha hace meses.

Las pegas que Bruselas vio durante el proceso de la fusión, valorada en 18.600 millones de euros, tenían que ver con el incremento significativo de la cuota del mercado en manos de esos dos operadores en contra de otos competidores de servicios de telefonía móvil e Internet, como Vodafone o Movistar. También inquietaba el aumento de los precios (por encima del 10%) para los consumidores en España así como los efectos anticompetitivos, a pesar de que los ahorros en costes o el mayor despliegue de la fibra o el 5G fuera a priori una ventaja.

La solución ha llegado después de que Orange y MásMóvil alcanzaran en diciembre un acuerdo con la rumana Digi, que adquiría por 120 millones de euros parte del espectro radioeléctrico de MásMóvil. También anunciaron un entendimiento para el uso de las redes de la nueva operadora. “El espectro móvil que se cederá permitirá a Digi construir su propia red móvil y ejercer una fuerte presión competitiva sobre la empresa conjunta”, señala Bruselas en un comunicado.

El otro compromiso aceptado por Bruselas es el relativo a un contrato por el que Orange concede a Digi España la opción de celebrar en el futuro un contrato de servicios de itinerancia nacional para la prestación de algunos servicios de comunicaciones electrónicas móviles, que permitirían a Digi España acceder a todas las tecnologías disponibles en la red móvil de Orange Espagne SAU o de sus filiales, incluida MasMovil Ibercom SAU en España.

“Como el acuerdo de itinerancia nacional es opcional, Digi será libre de permanecer con su actual proveedor mayorista (Telefónica) o elegir otro operador de red móvil en España (es decir, la empresa en participación o Vodafone)”, explica la Comisión Europea.

¿Y ahora qué?

La nueva empresa conjunta cumple con el de este martes el principal bache en el camino que podía encontrarse tras el anuncio de la unión de ambas compañías. La gran envergadura de la unión de estas empresas —que nace con un reparto del 50% entre los socios— obligaba a que no dependiera solo de las autoridades españolas, sino de las europeas. De hecho, prácticamente todo el sector miraba al dictamen de Bruselas respecto a esta fusión ya que en el pasado había sido más restrictiva en cuanto a la concentración en el sector de las telecomunicaciones.

Por ahora seguirán como dos empresas independientes. Faltan los últimos flecos aunque fuentes cercanas a la operación señalan que con el aval de Bruselas ya se ha cumplido la parte más difícil. Entre las últimas decisiones de las que depende este proceso se encuentra el visto bueno por parte del Gobierno español.

Durante este año que se ha prolongado el estudio de las autoridades de Competencia de la Comisión Europea, ambas compañías han ido avanzando en el proceso, al menos en el diseño, de la que será la principal operadora de telecomunicaciones en España en negocios como la telefonía móvil o el internet en el hogar. Es por ello que el proceso ahora se prevé rápido, ya que el objetivo es que se cierre en el próximo mes, como han planteado ambas empresas en un comunicado conjunto tras la decisión de Bruselas.

La operación logra el aval de Bruselas unos días después de que la CNMC, la autoridad de competencia en España, aprobara la venta sin condiciones de Vodafone España a Zegona. Con ello, en los próximos meses se concretará el importante cambio en el panorama de las telecomunicaciones en España acelerado por la pérdida de rentabilidad que estaban cosechando dos gigantes europeos como Vodafone y España por la presión en precios de las pequeñas operadoras. A ello se suman los cambios accionariales en Telefónica, donde ha entrado Arabia Saudí a través de su 'teleco' estatal, y donde se espera el desembarco del sector público español a través de la Sepi.

Por otro lado, la operación confirma a Digi como la aspirante a convertirse en la única operadora capaz de competir respecto a las tres grandes compañías, que controlarán a partir de ahora más del 90% de los principales negocios del sector. La empresa rumana ha ido ganando cuota de mercado en los últimos años y con la desinversión de MásMóvil que incluye las condiciones de la fusión aprobada este miércoles ganará tamaño. Será así la cuarta operadora del país.

La nueva empresa nace con un reparto al 50% del accionariado del grupo entre los fondos propietarios de MásMóvil (KKR, Cinven y Providence) y Orange. Así se mantendrá durante los próximos meses durante un periodo de estabilidad que se acordó cuando se anunció la operación. Tras este tiempo, la empresa francesa tendrá la capacidad de asumir el control de la compañía. El objetivo de la compañía es mantener las marcas de estos dos grupos, aunque queda por concretar el nombre conjunto que darán a la empresa.