“A la luz de la incertidumbre excepcional relacionada con el extraordinario impacto macroeconómico y fiscal de la pandemia, la Comisión considera que en este momento no debe tomarse una decisión sobre si colocar a los Estados miembros bajo el procedimiento de déficit excesivo”. Así concluye el Ejecutivo comunitario que no es el momento de sancionar a quienes sobrepasan el 3% de déficit, porque se espera que España, por ejemplo, cierre 2020 con más del 10%. Y la media de la UE superará el 8%.
De esta manera, las recomendaciones por país de la Comisión Europea este año son cualitativas, partiendo de los requisitos presupuestarios que normalmente se aplicarían, explica Bruselas: “Reflejan la activación de la cláusula general de escape y recomiendan que los Estados miembros tomen todas las medidas necesarias para abordar la pandemia de manera efectiva, sostener la economía y apoyar la recuperación posterior. Cuando las condiciones económicas lo permitan, las políticas fiscales deben apuntar a lograr posiciones fiscales prudentes a mediano plazo y garantizar la sostenibilidad de la deuda, al tiempo que se mejora la inversión”.
Lo que no explica la Comisión Europea es a partir de qué momento sí exigirá el cumplimiento de los límites del pacto de estabilidad y crecimiento –3% de déficit y 60% de deuda–; y en qué momento empezará a abrir procedimientos de sanción por su incumplimiento.
Eso sí, “una vez que vuelva la recuperación, debe volver la sostenibilidad de la deuda y se tendrán que retornar los objetivos presupuestarios a medio plazo”, ha dicho el vicepresidente económico, Valdis Dombrovskis, quien no ha concretado una fecha para ello. ¿Cuánto tiempo se mantendrá la cláusula de escape que permite el endeudamiento y el déficit? “La condición es clara: una crisis económica grave en la UE o la eurozona en su conjunto. Este es el criterio en el que nos basaremos también para desactivarla. En estos momentos no podemos poner una fecha concreta porque tenemos un alto nivel de incertidumbre económica”, ha dicho Dombrovskis.
De momento, el informe sobre España señala que la evaluación general de la Comisión Europea “confirma una desviación significativa de la ruta de ajuste recomendada hacia el objetivo presupuestario a medio plazo en 2019”. Sin embargo, de momento, Bruselas no toma medidas, aunque se refiera a un desvío previo al coronavirus.
“La activación de la cláusula general de escape [activada por Bruselas al inicio de la crisis del coronavirus] permite una desviación temporal de la ruta de ajuste hacia el objetivo presupuestario a medio plazo, siempre que esto no ponga en peligro la sostenibilidad fiscal en el mediano plazo”, dice Bruselas, que avisa: “La cláusula general de escape no suspende los procedimientos del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Permite a los Estados miembros apartarse de los requisitos presupuestarios que normalmente se aplicarían al tiempo que permite a la Comisión y al Consejo emprender las medidas de coordinación de políticas necesarias en el marco del Pacto”.
Así, Bruselas recomienda a España que “tome todas las medidas necesarias para abordar de manera efectiva la pandemia, sostener la economía y apoyar la recuperación posterior”.
“Cuando las condiciones económicas lo permitan”, el informe recomienda a Espala que “aplique políticas fiscales destinadas a lograr posiciones fiscales prudentes a medio plazo y garantizar la sostenibilidad de la deuda, al tiempo que se mejore la inversión. Fortalecer la capacidad de recuperación y la capacidad del sistema de salud, en lo que respecta a los trabajadores de la salud, los materiales sanitarios necesarios y su infraestructura”.
Así, la Comisión Europea propone en las recomendaciones específicas por país (CSR) publicadas este miércoles una “orientación de política económica a todos los Estados miembros de la UE en el contexto de la pandemia de coronavirus, centrada en los desafíos más urgentes provocados por la pandemia y en el relanzamiento del crecimiento sostenible”.
Las recomendaciones se estructuran en torno a dos objetivos, dice Bruselas: “A corto plazo, mitigar las graves consecuencias socioeconómicas negativas de la pandemia de coronavirus; y a corto y mediano plazo, lograr un crecimiento sostenible e integrador que facilite la transición verde y la transformación digital”.
La Comisión también se centra en los Estados miembros que están previendo, por razones relacionadas con el coronavirus, superar el límite de déficit del 3% en 2020.
Los informes para Francia, Bélgica, Chipre, Grecia, Italia y España también evalúan el cumplimiento de estos Estados miembros con el criterio de la deuda en 2019, sobre la base de datos confirmados validados por Eurostat.
“Estos informes tienen en cuenta el impacto negativo de la pandemia de coronavirus en las finanzas públicas nacionales. A la luz de la incertidumbre excepcional relacionada con el extraordinario impacto macroeconómico y fiscal de la pandemia, la Comisión considera que en este momento no debe tomarse una decisión sobre si colocar a los Estados miembros bajo el procedimiento de déficit excesivo”, dice Bruselas.
El informe de seguimiento del rescate de España de 2012 publicado este miércoles por los hombres de negro transmite algunas alertas sobre el sistema bancario español.
“El sector bancario español mejoró con éxito su capacidad de recuperación durante la última década y entró en la crisis con liquidez y una capitalización adecuada”, dice el informe: “Los bancos también lograron reducir sus índices de préstamos morosos (NPL) a un poco más del promedio de la UE”.
Y añade: “Al mismo tiempo, los márgenes estrechos debido a las tasas de interés bajas y el crecimiento moderado de los préstamos han mantenido la rentabilidad bajo presión, como en la mayoría de los demás Estados miembros de la UE. Desde el comienzo de la crisis del coronavirus, se han realizado esfuerzos significativos por las autoridades nacionales y las instituciones de la UE y las autoridades de supervisión para preservar los préstamos bancarios y ayudar a los hogares y las empresas a reducir su pérdida de ingresos”.
“Sin embargo”, alerta, “dependiendo de la velocidad de la recuperación económica, los bancos pueden verse afectados por las caídas en la actividad económica y los precios de los activos y la creciente presión económica sobre sus prestatarios. Es probable que los bancos españoles enfrenten más presión sobre la rentabilidad, de manera similar a otros países europeos. Después de haber disminuido significativamente en los últimos años, la deuda soberana podría aumentar nuevamente”.
El informe también reconoce que “España conserva la capacidad de pagar su deuda con el MEDE [el mecanismo de rescates de la UE]: ”Las recientes subastas de deuda han mostrado una continua confianza de los inversores en la economía española y la deuda soberana a pesar del brote de COVID-19“.