La Comisión Europea ha decidido endurecer las medidas contra la evasión fiscal para atajar el problema de los acuerdos bilaterales de los diferentes países para que las multinacionales paguen menos, lo que estaba convirtiendo a la UE en una suerte de federación de 'pseudoparaísos fiscales'. El dinero que dejan de pagar grandes firmas en la UE, algunas muy reconocidas como Google, Amazon, Apple o Starbucks, se estima entre 50.000 y 70.000 millones de euros, ha afirmado el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pierre Moscovici, citando un estudio del Parlamento Europeo.
Por ello, a falta de concretarse la medida que açún deben discutir los 28 países y la Eurocámara (y que de prosperar será de obligado cumplimiento), los estados podrán gravar los beneficios empresariales obtenidos por las multinacionales en la UE pero transferidos a terceros países en los que la carga impositiva es menor o nula. La propuesta contempla igualmente atacar los engranajes nacionales que permiten a las compañías pagar menos impuestos en determinados países de la UE, previo acuerdo con las autoridades fiscales. Y rescata la lista negra de paraísos fiscales, ya propuesta en 2015 pero aparcada.
El martes 27 de enero trascendieron de hecho más nombres de multinacionales que no pagaron los impuestos que debían: Omega Pharma, Proximus, Ontex y Kinepolis están entre las que eludieron al fisco en Bélgica según el diario De Standaard, un país que junto con Luxemburgo, Irlanda o Países Bajos (que se sepa hasta ahora) forma parte del reducido grupo de estados miembros que realizaron apaños fiscales declarados ilegales por la Comisión Europea hace dos semanas.
También el mismo día se conoció que la Hacienda de Italia reclama 227 millones de euros de impuestos atrasados a la compañía de tecnología Google durante el periodo que va de 2009 a 2013, según los medios italianos. El diario italiano “La Repubblica” publica que la Guardia di Finanza (Policía financiera) entregará en la sede de Google en Milán la notificación por parte de la Fiscalía de esta ciudad con la petición de esta cifra fruto de la evasión fiscal durante estos años, informa Efe. El diario explica que en un primer momento se reclamaban 800 millones de euros a Google Italia, pero que tras varios meses de negociaciones parecía que se había llegado a un acuerdo para el pago de entre 150 y 200 millones de euros hasta que hoy llegó la notificación de la Guardia de Finanza del pago de la cifra de 300 millones.
Regla de la compañía extranjera controlada
“Miles de millones de euros se pierden cada año por la evasión fiscal, un dinero que podría utilizarse para servicios públicos como las escuelas y los hospitales, o para impulsar el empleo y el crecimiento”, ha señalado Moscovici. Se introduce una nueva norma, la “regla de compañía extranjera controlada”, que dará a los estados la potestad de gravar “cualquier beneficio que una empresa transfiere a un país sin impuestos o con impuestos muy bajos”. Lo mismo sucede con los dividendos y otro tipo de emolumentos empresariales.
La nueva norma tiene varias sombras: no es vinculante, por lo que si un Estado decide no recuperar el dinero eludido las grandes firmas podrán seguir transfiriendo beneficios y dividendos a paraísos fiscales. Y no valdrá cualquier paraíso: tiene que tratarse de un país en el que los impuestos corporativos sean como mínimo un 40% menores que el estado miembro de la UE en el que la empresa tenga su matriz.
“La regla del intercambio” procede de la misma manera que la anterior, pero con los dividendos y ganancias de capital. Allí donde un directivo transfiera sus ganancias a un tercer país que grava menos, el estado miembro en cuestión podrá exigirle un pago mayor de impuestos.
El paquete de medidas incluye asimismo otras disposiciones, como el gravamen sobre traslado de activos (patentes, propiedad intelectual): en ocasiones, también se desarrollan en un país de la UE pero éstos son enviados a un tercer país donde tributan menos. Y se retoma la idea de la lista negra de terceros países en los que este tipo de prácticas son frecuentes, con el fin de lanzar una recomendación que al final puede ser una prohibición de operar con el paraíso en cuestión para cualquier multinacional.
Una idea que se concibió ya el año pasado tras el escándalo de LuxLeaks y que precisamente fue bautizada como la lista Moscovici. El comisario ha rechazado de plano la armonización de un impuesto de Sociedades en toda la UE. Con todo, la Comisión Europea sigue trabajando en la denominada Base Tributaria Consolidada Común del Impuesto de Sociedades, que verá la luz en teoría antes del final de año.