Tres años después de que Bruselas diera barra libre a los 27 para hacer frente a la crisis de la pandemia, toca ajustarse el cinturón. Por primera vez desde 2020 las recomendaciones de la Comisión Europea dejan de tener un carácter cualitativo para volver a señalar el camino para la consecución del 3% del déficit y el 60% de deuda respecto al PIB que son los objetivos que deben cumplir los estados miembros. El gobierno comunitario pide a España que tenga un 2,6% máximo de aumento del gasto neto primario (el que no tiene en cuenta cuestiones como los intereses o los fondos de desempleo) en 2024.
“Teniendo en cuenta las consideraciones de sostenibilidad fiscal y la necesidad de reducir el déficit por debajo del valor de referencia del 3 % del PIB, sería adecuada una mejora del déficit estructural de al menos el 0,7 % del PIB para 2024 [unos 9.000 millones de euros]. Para asegurar esa mejora, el crecimiento neto del gasto primario en 2024 no debería exceder el 2,6%”, afirma la Comisión Europea en las recomendaciones publicadas este miércoles. La cifra máxima de gasto que la Comisión permite a España es similar a la de países que tienen mejores cifras de deuda o déficit, como Alemania, porque la previsión de crecimiento para España es mayor. Sin embargo, el ajuste global del 0,7% es superior al de otros países (0,5%) por la elevada cifra de deuda que tiene España que es, junto con el desempleo, una de las debilidades de la economía española que señala Bruselas.
El gobierno comunitario recuerda, además, que esa cifra está por debajo con las actuales previsiones: “Suponiendo que las políticas no cambien, las previsiones de la primavera de 2023 de la Comisión proyectan cifras netas el gasto primario con financiación nacional crezca un 1,4% en 2024, por debajo del tasa de crecimiento recomendada”.
Fin de las ayudas energéticas salvo el impuesto
También avala las cifras del Plan de Estabilidad que el Gobierno le remitió a finales de abril al asegurar que están “en línea” con sus proyecciones. La intención del Ejecutivo es cumplir con el objetivo del 3% del déficit en 2024, a pesar de que los cálculos de Bruselas lo sitúan en el 3,3%. El escenario macroeconómico de Bruselas es menos optimista que el español porque cuentan con un consumo privado e inversión más bajos de lo que estima España. Lo mismo sucede en el caso de las previsiones de crecimiento, que España sitúa en el 2,1% para este año y en el 2,4% para 2024, frente al 1,9% y 2%, respectivamente, que pronostica la Comisión. Respecto a la deuda pública, esperan que se reduzca al 109,1%, la misma cota que prevé Bruselas. “El escenario macroeconómico en el que se basan las proyecciones presupuestarias del Programa de Estabilidad es realista para 2023 y optimista”, resume el texto.
Lo que Bruselas vuelve a pedir al Gobierno de Pedro Sánchez es que elimine las ayudas que se pusieron en marcha con la crisis energética a finales de este año y que utilice el ahorro que supondrá para reducir el déficit. Lo que apunta de nuevo es que si el precio de la energía en invierno requiere medidas de apoyo, estas deberán focalizarse en los vulnerables así como ser “fiscalmente asequibles y preservar los incentivos para el ahorro de energía”.
Esas ayudas extraordinarias, como la reducción del IVA que el Gobierno ha extendido hasta finales de año, suponen un gasto del 0,6% del PIB, según Bruselas. Su eliminación contribuiría, por tanto, al ajuste fiscal que persigue el ejecutivo comunitario, que espera la eliminación de todas esas ayudas, excepto del impuesto a las empresas energéticas, dado que supone ingresos para las arcas públicas, según fuentes comunitarias.
En este sentido, la Comisión insta a España a seguir reduciendo el consumo de combustibles fósiles y acelerar el desarrollo de las energías renovables simplificando y digitalizando los procedimientos de autorización, mejorando el acceso a las redes e invirtiendo en almacenamiento energético e interconexiones transfronterizas.
A punto de superar los desequilibrios
España sigue teniendo desequilibrios que le hacen permanecer bajo la vigilancia del Macroeconomic Imbalance Procedure (Procedimiento de Desequilibrios Macroeconómicos). No obstante, por primera vez desde 2012 la Comisión Europea abre la puerta a que salga de esa situación el próximo año, al igual que Alemania, Francia y Portugal. “Los desequilibrios se están reduciendo”, ha dicho en términos generales el vicepresidente económico, Valdis Dombrosvkis. “Las vulnerabilidades están retrocediendo en Alemania, España, Francia y Portugal hasta el punto de que una continuación de estas tendencias el próximo año sentaría las bases para una decisión de ausencia de desequilibrios”, recoge la comunicación de la Comisión Europea relativa al paquete de primavera.
“Se está produciendo un cambio estructural en la economía española. Las inversiones y reformas del Plan de Recuperación están transformando la economía española a medio y largo plazo, con un aumento del crecimiento potencial y un descenso del desempleo estructural”, celebran desde el Ministerio de Asuntos Económicos que pilota Nadia Calviño.
Precisamente una de las tres recomendaciones que Bruselas hace a España es “mantener el impulso en la implementación constante del plan de recuperación y resiliencia y finalizar rápidamente el capítulo RePowerEU con vistas a iniciar rápidamente su implementación así como garantizar la ”absorción“ de las ayudas procedentes del fondo de recuperación y de los fondos de otros programas de la UE.