El pacto comercial con Canadá, conocido como CETA, fue sometido a ratificación en todos los parlamentos nacionales del bloque comunitario y el rechazo de Bélgica al mismo, por la oposición inicial de la región de Valonia, retrasó su entrada en vigor.
En el caso de los tratados comerciales con Japón y Singapur, el Ejecutivo comunitario ha preferido sortear estas dificultades a través de un procedimiento que permite que ambos acuerdos sólo tengan que ser ratificados en primer lugar por el Consejo de la UE - - la institución comunitaria que representa a los países - - y después por el Parlamento Europeo.
El objetivo de la Comisión Europea es que ambos acuerdos comerciales puedan entrar en vigor antes de que finalice su mandato, en noviembre de 2019.
No obstante, el acuerdo de protección de inversiones cerrado con Singapur sí que tendrá que ser ratificado por los Estados miembros, al igual que el de Japón cuando ambas partes concluyan un pacto.
Bruselas ha destacado que el acuerdo de libre comercio con Japón “es el mayor acuerdo comercial bilateral jamás negociado” por la Unión Europea, al tiempo que ha destacado que “abrirá enormes oportunidades de mercado para ambas partes, reforzará la cooperación entre la UE y Japón en varios ámbitos y reafirmará el compromiso específico con el Acuerdo de París”.
En concreto, el tratado eliminará “la gran mayoría” de los derechos de aduana, que cuestan 1.000 millones de euros a las empresas europeas que exportan a Japón, según estima Bruselas. De la misma forma, abrirá el mercado japones a las exportaciones agrícolas europeas y protegerá más de 200 productos alimentarios y bebidas regionales tradicionales del bloque comunitario.
Por su parte, el acuerdo comercial con Singapur es el primero completado por la UE con un miembro de la Asociación de Naciones del Asia Sudoriental (ASEAN) y el Ejecutivo comunitario ha subrayado que con él la UE ha dado “un importante paso hacia el establecimiento de elevados estándares y normas” para la región asiática.
Además, Bruselas ha remarcado que Singapur es el primer destino de las inversiones europeas en Asia, así como que la inversión entre ambas partes ha crecido “rápidamente” en los últimos años. En concreto, el volumen de inversiones bilaterales alcanzó los 256.000 millones de euros en 2016.
“Tanto Japón como Singapur son amigos, socios y aliados cuando se trata de dar forma a la globalización y de defender un comercio basado en normas en un sistema de comercio global”, ha expresado en una rueda de prensa la comisaria de Comercio, Cecilia Malström
CONVERSACIONES CON ESTADOS UNIDOS
En la misma rueda de prensa, la comisaria sueca ha afirmado que la “prioridad” de la UE en las conversaciones que mantiene con Estados Unidos es que se excluya de manera “permanente” al bloque comunitario de los aranceles sobre las importaciones acero y el aluminio.
Sin embargo, ha negado que Bruselas vaya a iniciar negociaciones comerciales con Washington “bajo presión” o “amenazas”. “Siempre estamos dispuestos a hablar sobre barreras al comercio, pero no estamos bajo ninguna circunstancia negociando algo bajo presión o bajo amenazas”, ha recalcado Malmström.
“Primero, queremos una exención incondicional y permanente y entonces, cuando lo confirme el presidente (de Estados Unidos), hablaremos sobre otras cuestiones. Pero no hemos empezado a negociar nada”, ha reiterado.