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Bruselas prohíbe la fusión entre Siemens y Alstom por “atentar contra la competencia y encarecer el mercado”

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —

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La Comisión Europea ha prohibido este miércoles la propuesta de adquisición de Alstom por parte de Siemens en virtud del Reglamento de concentraciones de la UE. La fusión, según Bruselas, “habría perjudicado la competencia en los mercados de sistemas de señalización ferroviaria y trenes de muy alta velocidad”.

“Las partes”, de acuerdo con el Ejecutivo comunitario, “no ofrecieron recursos suficientes para abordar estas preocupaciones”.

La comisaria Margrethe Vestager, a cargo de la política de competencia, ha dicho tras la decisión: “Millones de pasajeros en toda Europa confían cada día en trenes modernos y seguros. Siemens y Alstom son campeones en la industria ferroviaria. Esta fusión habría traído consigo precios más altos para los sistemas de señalización que garantizan la seguridad de los pasajeros, y también para las nuevas generaciones de trenes de muy alta velocidad. La Comisión ha prohibido la fusión porque las compañías no estaban dispuestas a abordar los graves problemas de competencia”.

La decisión de de este miércoles es fruto de una investigación realizada por la Comisión Europea sobre la adquisición, que habría combinado los equipos de transporte y las actividades de servicio de Siemens y Alstom en una nueva compañía totalmente controlada por Siemens.

La fusión habría reunido a los dos mayores proveedores de diversos tipos de sistemas de señalización ferroviaria y de metro, así como de material rodante en Europa. Ambas compañías también tienen posiciones líderes a escala mundial.

La unión, así, habría creado al líder indiscutible del mercado en algunos mercados de señalización y un actor dominante en trenes de muy alta velocidad. “Habría reducido significativamente la competencia en estas dos áreas, privando a los clientes, incluidos los operadores de trenes y los administradores de infraestructura ferroviaria de una selección de proveedores y productos”, afirma la Comisión.

La Comisión recibió varias quejas durante su investigación por parte de clientes, competidores, asociaciones de la industria y sindicatos. También recibió comentarios negativos de varias Autoridades Nacionales de Competencia en el Espacio Económico Europeo (EEE).

“La creación de un verdadero mercado ferroviario europeo depende fundamentalmente de la disponibilidad de los sistemas de señalización, que cumplen con el estándar del Sistema Europeo de Control de Trenes (ETCS) a precios competitivos”, afirma la Comisión.

Preocupaciones

La Comisión afirma que le preocupaba que la fusión obstaculizara significativamente la competencia efectiva en dos áreas principales: sistemas de señalización, que son esenciales para mantener seguros los viajes en tren y metro al prevenir colisiones; y trenes de muy alta velocidad, que circulan a velocidades de 300 km por hora o más. 

En concreto, la investigación de la Comisión mostró que para los sistemas de señalización, la fusión habría eliminado a un competidor muy fuerte de varios mercados de señalización urbana y de línea principal.

La entidad resultante se habría convertido en el líder indiscutible en varios mercados de señalización de líneas principales, en particular en los sistemas de protección automática de trenes ETCS (incluidos los sistemas instalados a bordo de un tren y los ubicados a lo largo de las vías) en el EEE.

En la señalización de metro, un elemento esencial, la entidad fusionada también se habría convertido en el líder del mercado en los últimos sistemas de señalización de control de trenes basados en comunicaciones (CBTC). 

Para material rodante de muy alta velocidad, la fusión habría reducido el número de proveedores al eliminar a uno de los dos fabricantes más grandes de este tipo de trenes en el EEE. La entidad fusionada tendría una participación de mercado muy alta tanto dentro del EEE como en un mercado más amplio que también comprende el resto del mundo, excepto Corea del Sur, Japón y China (que no están abiertos a la competencia).

Según la Comisión, la entidad fusionada “habría reducido significativamente la competencia y perjudicado a los clientes europeos. Las partes no presentaron ningún argumento fundamentado para explicar por qué la transacción crearía eficiencias específicas de la fusión. En todos los mercados anteriores, la presión competitiva de los competidores restantes no habría sido suficiente para garantizar una competencia efectiva”.

Como parte de su investigación, la Comisión afirma haber tomado en consideración “cuidadosamente el panorama competitivo en el resto del mundo”. En particular, investigó la posible competencia global futura de proveedores chinos. En lo que respecta a los sistemas de señalización, “la investigación confirmó que los proveedores chinos no están presentes en el EEE en la actualidad, que ni siquiera han intentado participar en ninguna licitación a partir de hoy y que, por lo tanto, pasará mucho tiempo antes de que puedan convertirse en proveedores creíbles para los gestores de infraestructuras europeos. En lo que respecta a los trenes de muy alta velocidad, la Comisión considera altamente improbable que una nueva entrada de China represente una restricción competitiva para las partes que se fusionen en un futuro previsible”.

Quejas de las empresas

Siemens y Alstom han lamentado la decisión de la Comisión Europea de prohibir su fusión por considerar que dañará la competencia en los mercados de trenes de alta velocidad y sistemas de señalización, informa Efe.

Ambas compañías se han quejado de que las soluciones ofrecidas, incluidas mejoras recientes, hayan sido consideradas insuficientes por la CE. Las soluciones, según las empresas, eran extensivas en alcance y afrontaban todas las preocupaciones de la CE respecto a la técnica de señalización y los trenes de muy alta velocidad, de más de 250 kilómetros por hora.

Siemens y Alstom están convencidas de que la transacción habría creado valor añadido para el sector de la movilidad, la industria ferroviaria europea, los clientes, los viajeros y las personas que viajan diariamente en tren a su trabajo, sin perjudicar la competencia europea.