Límites a los beneficios, ayudas para familias y empresas, reducir el consumo eléctrico en horas punta y poner un tope al precio del gas que llega de Rusia. Son algunas de las medidas concretas que ha desgranado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, este miércoles con vistas a abordar la crisis energética, los recibos de la luz disparados y los cortes de gas ruso cuando Europa se encamina hacia el invierno. “Es importante para nosotros influir en el precio general del gas de tal manera que no siga disparándose”, ha dicho Von der Leyen: “Tenemos escasez de energía en todo el mundo y, por lo tanto, la presión sobre los mercados energéticos es enorme. Por eso también queremos sustraer parte de los beneficios excesivos de las empresas energéticas y ponerlos a disposición de los ciudadanos que no pueden permitirse este ajuste. Pero también empresas que, por ejemplo, tienen dificultades para protegerse de los altos costes energéticos. Por lo tanto, el objetivo es influir en el precio de la electricidad, sabiendo que también está influido por las circunstancias globales. El tope al gas ruso sin duda se discutirá en detalle en el Consejo de ministros [de Energía este viernes], y nuestra propuesta llegará el martes”.
El presidente ruso, Vladímir Putin, ya ha tachado de “tontería” la idea de poner un tope al precio del gas ruso, algo que también defiende el G7.
Von der Leyen ha difundido sus propuestas para el corto plazo, de intervención en el mercado de forma urgente, 48 horas antes de que se reúnan los ministros de Energía de la UE en Bruselas para discutir, precisamente, qué medidas tomar. A diferencia de gobiernos como el español, por ejemplo, la Comisión Europea, de momento, separa este paquete de medidas urgentes de la reforma del mercado, que prefiere dejar para principios de 2023. Esa reforma pasaría por desacoplar el precio de la energía más cara –el gas– del recibo de la luz.
“Estamos ante una situación extraordinaria, porque Rusia es un proveedor poco fiable y está manipulando nuestros mercados energéticos”, ha afirmado la alemana: “Hemos aumentado nuestra preparación y debilitado el control de Rusia sobre nuestro suministro de energía a través de la reducción de la demanda, lo que ha permitido que nuestras reservas estén al 82%. A través de la diversificación, hemos aumentado las entregas de gas natural licuado o gas de tubería desde EEUU, Noruega, Argelia, Azerbaiyán y otros. Por ejemplo, Noruega ahora entrega más gas a la UE que Rusia. Y estamos haciendo grandes inversiones en energías renovables locales a través del instrumento RePowerEU”.
Von der Leyen ha reconocido que “la manipulación de los mercados del gas tiene un efecto indirecto en el mercado de la electricidad”, por lo que Europa se enfrenta a precios astronómicos de la electricidad para hogares y empresas, así como a una enorme volatilidad del mercado“.
En consecuencia, la Comisión Europea propone “un conjunto de medidas inmediatas para proteger a los consumidores y empresas vulnerables”.
En primer lugar, la presidenta del Ejecutivo comunitario ha hablado de “ahorro inteligente de electricidad. Es decir: ”El suministro mundial de energía es escaso, lo que exige una reducción inteligente de la demanda. Necesitamos una estrategia para aplanar los picos que impulsan el precio de la electricidad“. Así, Von der Leyen ha anunciado: ”Propondremos un objetivo obligatorio para reducir el uso de electricidad en las horas punta“. Según adelanta El País, ese objetivo de reducción podría ser de al menos el 5%. Fuentes de la Comisión, no obstante, dicen que ”ahora no es el momento de dar números, sino de esperar a oír a los Estados miembros el viernes y, a partir de ahí, daremos nuestros números la próxima semana“.
“En segundo lugar”, ha dicho la presidenta de la Comisión Europea, “propondremos un tope a los ingresos de las empresas que producen electricidad a bajo coste [como las renovables]. Las fuentes de energía bajas en carbono [las menos contaminantes] están generando ingresos inesperados, que no reflejan sus costes de producción. Ha llegado el momento de que los consumidores se beneficien de los bajos costes de las fuentes de energía bajas en carbono, como las energías renovables. Por lo tanto, propondremos reencauzar estos beneficios inesperados para ayudar a las personas y empresas vulnerables”.
Pero estos topes no son solo para las renovables. Von der Leyen ha afirmado: “Lo mismo ocurre con las ganancias inesperadas de las empresas de combustibles fósiles. Las compañías de petróleo y gas también han obtenido ganancias masivas. Por lo tanto, propondremos una contribución solidaria para las empresas de combustibles fósiles. Porque todas las fuentes de energía deben ayudar a hacer frente a esta crisis. Y los Estados miembros deberían invertir estos ingresos para apoyar a los hogares vulnerables e invertir en fuentes de energía limpias”.
En cuarto lugar, “las empresas comercializadoras de energía deben recibir apoyo para hacer frente a la volatilidad de los mercados. Actualmente se les pide que proporcionen cantidades inesperadamente grandes de fondos, lo que amenaza su capacidad para negociar y la estabilidad de los mercados futuros. Así, ayudaremos a impulsar el apoyo a la liquidez por parte de los Estados Miembros para las empresas energéticas: actualizaremos nuestro marco temporal para permitir que las garantías estatales se entreguen rápidamente”.
En quinto lugar, Von der Leyen ha pedido limitar el gas ruso: “El objetivo aquí es muy claro. Debemos recortar los ingresos de Rusia, que Putin utiliza para financiar esta guerra atroz contra Ucrania. Al comienzo de la guerra, el gas de tubería de Rusia representaba el 40% de todo el gas importado. Hoy se ha reducido a solo el 9% de nuestras importaciones de gas”.