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Bruselas suspende a España por las altas tasas de paro, deuda y déficit

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —

Una de las tasas de paro más altas de la Unión Europea, y con un déficit y una deuda pública que no terminan de reducirse a los ritmos exigidos por Bruselas. Es el panorama que dibuja la Comisión Europea en su Paquete de Otoño sobre la economía española.

Así, el Informe del Mecanismo de Alerta (AMR) de este año ha identificado a España junto con otros 12 Estados miembros sujetos a una revisión en profundidad en 2020: Bulgaria, Croacia, Chipre, Francia, Alemania, Grecia, Irlanda, Italia, Países Bajos, Portugal, Rumania y Suecia.

Cada uno de estos Estados miembros fue objeto de una revisión en el ciclo anual anterior del Procedimiento de desequilibrios macroeconómicos (PMI) y se descubrió que experimentaban desequilibrios o desequilibrios excesivos. Las nuevas revisiones ayudarán a evaluar si esos desequilibrios están siendo corregidos.

La Comisión presentará los resultados de las revisiones en profundidad en los informes de país que se publicarán como parte del paquete de invierno del semestre europeo en febrero de 2020.

De los 11 indicadores que evalúan las autoridades comunitarias, España suspende en cuatro.

La tasa media de paro durante los últimos tres años es del 17,4%, más de siete puntos por encima del umbral, fijado en el 10%; la deuda pública se encuentra lejos del 60% del PIB exigido –está en el 97,6%–; la deuda del sector privado está en el 133,5% del PIB, cinco décimas por encima del límite del 133%; y el indicador de la posición de inversión internacional neta (NIIP) está en el -80,4%, cuando el tope es el -35%.

“A medida que se prevé que el crecimiento económico se moderará y los riesgos aumentarán, los Estados miembros deben seguir adelante para abordar los desequilibrios, para colocar a sus economías en una posición más sólida para enfrentar los desafíos a largo plazo”, dice la Comisión.

“En febrero de 2019, la Comisión Europea concluyó que España estaba experimentando desequilibrios macroeconómicos”, explica Bruselas, “relacionados con altos niveles de deuda externa e interna, tanto privada como pública, en un contexto de elevadas tasas de desempleo”.

Varios indicadores superan los umbrales permitidos: la inversión internacional neta (deuda externa), el índice de deuda pública, la deuda privada, la tasa de desempleo y la disminución de la tasa de actividad.

La posición de la cuenta corriente ha estado continuamente en excedente aunque se redujo en 2018, mientras que la inversión internacional neta negativa siguió mejorando, pero sigue siendo muy alta.

La disminución de la deuda pública en relación con el PIB continuó, pero se desaceleró, mientras que la deuda de los hogares ha seguido disminuyendo aunque el crecimiento del crédito subió en 2018. Los precios reales de la vivienda han continuado aumento y las subidas parecen estar llegando a su fin.

En los últimos años, el fuerte crecimiento económico ha sido el principal impulsor de la reducción del déficit público, pero los déficits persistentes implican que la relación de deuda pública aún alta solo está disminuyendo lentamente.

El desempleo ha disminuido, pero es muy alto y está por encima de los niveles anteriores a la crisis, especialmente entre los jóvenes y los trabajadores no calificados.

En general, la lectura económica de Bruselas destaca cuestiones relacionadas con la deuda externa, la deuda pública y privada, en el contexto del alto desempleo y el débil crecimiento de la productividad. Por lo tanto, “la Comisión considera oportuno, también teniendo en cuenta el desequilibrio de identificación en febrero, examinar más a fondo la persistencia de los desequilibrios o su solución”.