Las grandes operadoras de telefonía se preparan para una nueva realidad. Un contexto con menos operadoras, una relajación en la guerra de precios y tarifas con mayores márgenes. En el horizonte se encuentra la fusión entre Orange y MásMóvil, prevista para finales de este año. Sin embargo, algunos efectos ya se viven desde antes de que se complete esta nueva integración en el sector. Los precios ya han subido de manera generalizada este año y el 'robo' de clientes entre operadoras se ha relajado tras cinco años acelerados.
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) es la supervisora de este sector en España y recopila mes a mes los datos de intercambio de clientes entre empresas, las conocidas como portabilidades. Estos datos han vivido desde 2018 registros históricos, signados por la guerra de precios que han marcado en el sector competidores de bajo coste. Una batalla que ha arrastrado incluso a las grandes operadoras, pese a que las han criticado amargamente durante este tiempo.
Ahora, el panorama se dibuja distinto. En 2022 hubo algo más de 6,4 millones de portabilidades en España. Es decir, de clientes que cambiaron su número de teléfono a otra compañía. El dato deja atrás los registros históricos de los años previos y marca el nivel más bajo desde 2017. Aquel fue el año previo al que se considera el arranque de la gran batalla de precios que ha regido por norma en las compañías de telefonía durante este tiempo, impulsada fundamentalmente por MásMóvil y otras pequeñas operadoras. De hecho, 2018 fue el ejercicio más convulso en lo que ha portabilidades se refiere.
La caída ha sido abrupta el pasado año. Casi un millón menos menos de estas operaciones se han producido en España respecto al año 2021. La caída, del 12,2% ha sido la más grande que ha registrado la CNMC en toda su serie histórica, desde el año 2007. Hasta ahora, el mayor desplome que vivió el sector fue en 2015, cuando las portabilidades cayeron más de un 10%. Ni siquiera en 2020, cuando en plena cuarentena el Gobierno congeló durante meses este tipo de operaciones, la caída se acercó a la experimentada en 2022.
Hay algo que no cambia. Las pequeñas 'telecos', conocidas como Operadores Móviles Virtuales (OMV), siguen ganando presencia frente a las grandes telecos. La CNMC no desagrega entre estos grupos, aunque actualmente destacan fundamentalmente nombres como la rumana Digi, que va camino de convertirse en la cuarta marca del país, toda vez que Orange y MásMóvil sellen su unión. La operadora, que depende en buena parte de la red de Movistar, se ha desmarcado de las subidas de precios en el sector en pleno aumento de la inflación. También grupos como Finetwork, Avatel o Adamo han protagonizado en los últimos meses fuertes ganancias de clientes. El conjunto de las OMV ha ganado casi 680.000 clientes a través de portabilidades. También MásMóvil cerró el año en positivo.
Las tres grandes (Movistar, Vodafone y Orange) cerraron otro año en negativo en lo que al saldo entre entradas y salidas de portabilidades se refiere. La operadora de Telefónica ha perdido más de 334.000 clientes en el último año que se han ido hacia otras competidoras, siendo la empresa más damnificada. Le sigue Orange, que ha visto la pérdida de 238.000 números de teléfono; y Vodafone, que se dejó 165.000 clientes.
La telefonía móvil no es ya el negocio que mayores rendimientos da a las operadoras, pero sí es el más extendido, por lo que sus tendencias hablan de las de todo el sector. Por número total de clientes, Movistar se mantiene como el líder del sector, con casi 16 millones de líneas móviles, pese a haber perdido casi 9.000 clientes en 2022. Orange tiene casi 13 millones tras volver este año a ampliar su número de clientes en España. La 'teleco' francesa va camino de convertirse en la líder en este negocio toda vez que concluya su fusión con MásMóvil, que tiene prácticamente 12 millones de líneas móviles, según los datos de la CNMC, dejando atrás los 12,8 millones de clientes de Vodafone. Estas cuatro compañías, que pasarán a ser tres cuando se culmine la operación, aglutinan el 93% de cuota de mercado en telefonía móvil en España.
Fusión sin obligaciones
El sector tiene marcada esta fusión como uno de los temas que marcará a los implicados y al resto de operadoras. El acuerdo entre Orange y MásMóvil, que crearán una empresa al 50%, se encuentra actualmente en el tejado de la Comisión Europea. La envergadura de la operación hace que no dependa solo del dictamen de la CNMC en España, sino también de Bruselas. El Ejecutivo comunitario tendrá que dictaminar si aprueba la fusión y si le impone alguna obligación, como una posible desinversión, si supone algún riesgo para la competencia.
La fusión generará que tres operadoras en España tengan más del 90% de los clientes en prácticamente todos los negocios. Pese a ello, este es un escenario que vienen reclamando desde hace tiempo las grandes operadoras, tanto en España como en Europa, al entender que es una manera de que los márgenes del negocio aumenten y se puedan afrontar inversiones en infraestructuras y tecnologías como el 5G. Todas estas operadoras han criticado las regulaciones europeas, que han primado modelos de cuatro operadoras y precios bajos, limitando en el pasado otras fusiones como la que ahora se plantea.
Sin embargo, pese a ello, Orange confía en que la Comisión Europea dé el visto bueno a la operación con “pocos o ningún” requisito de desinversiones. Así lo explico Jean François Fallacher, hasta ahora responsable de la filial española de Orange y rostro más visible de este acuerdo. El directivo dejó claro durante la presentación de resultados del ejercicio 2022 de la 'teleco' que el grupo francés solo aspira a que este acuerdo sea aprobado sin la imposición de obligaciones.
En el pasado, estos 'remedies', como se les conoce a las desinversiones tras fusiones impuestas por las autoridades de competencia, redundaron en el crecimiento de otros operadores. Sin ir más lejos, MásMóvil se benefició de las fusiones del sector en 2017, ganando decenas de miles de clientes y creando la base de lo que ha acabado siendo. Es por ello que ahora no solo estas dos compañías confían en no tener que desinvertir, también sus rivales. José María Álvarez Pallete, presidente de Telefónica, aseguró hace unos días que “la operación debe de ser aprobada con mínimos remedios o sin remedios” porque “ya hay competencia efectiva”.