Diez capitales de provincia españolas tenían uno de cada cuatro habitantes por debajo del umbral de la pobreza en 2016, según unos datos inéditos sobre renta y su distribución que ha publicado este miércoles el INE. Son las dos canarias, una de la Comunidad Valenciana, otra extremeña y el resto, andaluzas. Por orden: Almería, Alicante, Málaga, Huelva, Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas de Gran Canaria, Granada, Córdoba, Sevilla y Badajoz. En el caso de las dos ciudades autónomas, Ceuta y Melilla, su proporción es mayor, con uno de cada tres habitantes en riesgo de pobreza.
Es una de las conclusiones de los datos sobre renta difundidos este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE) dentro de una sección recién inaugurada de 'Estadística Experimental', de innovación en la producción estadística.
Entre la información disponible figura la población con ingresos por debajo del umbral de la pobreza, es decir, inferiores al 60% de la renta mediana estatal. Los datos corresponden a 2015 y 2016, últimos ejercicios disponibles.
Si se analizan las capitales de provincia españolas, la que cuenta con un dato más alto de población en riesgo de pobreza es Almería, con un 30,3%. La que registra la cifra más baja es Burgos, con un 13%.
Hay que decir que estos datos sobre pobreza no incluyen al País Vasco y la Comunidad Foral de Navarra, “dado que no se dispone aún de información de
distribución de renta de las cuatro Haciendas Forales (Bizkaia, Gipuzkoa, Álava, Navarra)“, ha precisado el INE.
Las diez capitales de provincia más afectadas por la llamada “pobreza moderada” (renta inferior al 60% de la mediana) son también las que presentan mayores tasas de “pobreza severa o alta” (ingresos por debajo del 40% de la renta mediana), aunque con algún cambio en el orden.
La que presenta un dato más alto en este caso es Alicante, con un 18,5% de su población en riesgo de pobreza severa o alta, mientras que Soria es la capital provincial con un dato más reducido (un 6,7%). De nuevo, las ciudades autónomas cuentan con peores resultados: un 23,5% de la población de Melilla tiene ingresos por debajo del umbral de la pobreza severa y un 22,3% de los habitantes de Ceuta.
Una “revolución” para la investigación
Estos datos forman parte del primer proyecto de la sección experimental del INE: un 'Atlas de distribución de renta de los hogares' (ADRH). Este Atlas proporciona información sobre la renta media por hogar y por persona en los diferentes municipios e, incluso, con más desglose dentro de los municipios (con información por distritos y secciones censales). El ámbito territorial es “de más de 100 habitantes, lo que implica disponer de datos para más del 99,8% de la población residente en España”, destaca el INE.
Además, el Atlas ofrece la distribución de la renta de la población en función de determinados umbrales, como el de la pobreza, para ámbitos geográficos de más de 500 habitantes. Y, por último, aporta datos de distribución de renta desglosando la población según su edad, sexo y nacionalidad (españoles/extranjeros) en ámbitos superiores a 2.500 habitantes.
El organismo estadístico ha estrenado también un visor de mapas, que muestran algunas de las variables de la base de datos. Por su parte, el Alto Comisionado para la lucha contra la pobreza infantil ha publicado también dos mapas territorializados en los que se puede consultar la tasa de pobreza general y de la infantil por municipios y secciones censales.
El INE recuerda que el proyecto es experimental y que, por tanto, no se pueden denominar los datos como “oficiales”, pero sí son relevantes: permiten por primera vez asomarse a cifras sobre pobreza y desigualdad con un nivel de detalle desconocido hasta el momento.
“La publicación de datos creo que es una joya, hay que alabar por ello al INE. Es una maravilla tener datos a nivel censal de este nivel. No sé hasta qué punto pondrán a disposición de los investigadores los datos anonimizados, pero sería una revolución”, afirma Olga Cantó, profesora de Economía en la Universidad de Alcalá de Henares y experta en pobreza y desigualdad.
Los datos que ha publicado el INE hasta ahora sobre pobreza, en la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV), se desagregan como máximo por Comunidades Autónomas. Por ello, supone un gran salto proporcionar información a nivel municipal y hasta por sección censal.
En cualquier caso, las fuentes de información no son las mismas ni comparables: la ECV es una encuesta y es oficial, mientras que el nuevo Atlas de renta es experimental, con datos administrativos y fruto del cruce de información de la población del INE y tributaria, fundamentalmente de la Agencia Tributaria (AEAT), pero también de las haciendas forales de País Vasco y Comunidad Foral de Navarra.
Clave para 'atinar' en la lucha contra la pobreza
Olga Cantó recuerda que este nivel de conocimiento es fundamental para la investigación y para el diseño de políticas públicas dirigidas a combatir la desigualdad y la pobreza.
En pleno debate sobre la creación de una renta mínima estatal para las personas con menos ingresos, la experta destaca que estos datos permiten situar “dónde deberían enfocarse esas políticas con más intensidad”. Los datos plasman la habitual brecha norte-sur, con las regiones meridionales más afectadas por los ingresos bajos, así como el corredor mediterránea con peores resultados que las regiones del norte de España.
Aun así, Cantó recuerda que habría que tener también en cuenta que el umbral de pobreza y los nuevos datos publicados por el INE “no están adaptados al coste de la vida” y el precio de los bienes de primera necesidad son relevantes a la hora de implementar estas políticas públicas contra la pobreza.
Con unos mismos ingresos, sostiene la experta, una persona puede vivir sin muchas dificultades en una zona rural y que enfrente situaciones de exclusión en una ciudad, sobre todo, por el coste de la vivienda.
El Alto Comisionado para la lucha contra la pobreza infantil destaca también en un documento la utilidad de estos nuevos datos publicados para combatir la pobreza desde las instituciones. Diversas investigaciones, subraya el organismo, apuntan que “la concentración de la pobreza en una área geográfica determinada tiene un efecto negativo sobre los resultados futuros de los niños, niñas y adolescentes (NNA) que viven en ella, independientemente de sus características individuales”. Por ello, detectar esos focos de población en riesgo de pobreza es clave.
Los datos, coinciden Cantó y el Alto Comisionado, también son fundamentales para la evaluación a lo largo del tiempo, saber si las políticas públicas y otras iniciativas que se puedan implementar funcionan en esta batalla contra la pobreza. La idea del INE es actualizar el Atlas con carácter anual y fija la próxima publicación en diciembre de este año, con los datos de renta de 2017.