Con la campaña de la renta de 2017 a punto de comenzar, los contribuyentes de la Comunidad de Madrid, a menudo acusada de hacer “dumping fiscal”, volverán a ser los que paguen menos IRPF, tanto los salarios bajos, que son los más comunes según el INE, como los altos. Del lado contrario, Catalunya es el territorio en el que las rentas bajas y medias pagan más por el principal tributo. Si hablamos de las rentas más altas, la comunidad donde más tributan es la Valenciana.
De este modo, según un estudio del Consejo General de Economistas dentro de su “Panorama de la Fiscalidad Autonómica y Foral 2018”, presentado este lunes, un salario de 16.000 euros anuales, el más común en España, paga 1.611 euros de IRPF en Catalunya y 1.434 en la Comunidad de Madrid, un 12,34% menos.
Si nos vamos al tramo del salario medio, 20.000 euros anuales, en Catalunya se pagan 2.510 euros y en la Comunidad de Madrid 2.303, una diferencia del 8,99%. Los sueldos considerados altos para el Consejo, 110.000 euros al año, en la Comunidad de Madrid se pagarán 36.375 euros, de nuevo la menor cantidad. En este caso, la Comunidad Valenciana es donde más se paga: 38.663.
En el caso de los salarios medios-altos, de 30.000 euros, en la comunidad gobernada por Cristina Cifuentes se pagan 4.829 euros y en Catalunya 5.102. A partir de ese tramo salarial, los contribuyentes catalanes dejan de ser los más gravados.
Otro de los resultados del estudio es que el Impuesto sobre el Patrimonio ha reducido su recaudación un 58,32% entre 2008 y 2015, hasta recaudar unos 1.000 millones anuales. En el caso de Sucesiones y Donaciones, la “competencia fiscal a la baja” ha estabilizado el impuesto en 2.300 millones anuales. Entre 2010 y 2015 ha caído un 3,47%. Como ya hicieran el año pasado, el Consejo General de Economistas y Asesores Fiscales (REAF-REGAF), ha reclamado una armonización de los tipos mínimos de este impuesto. “No es razonable que en pocos kilómetros lo que se paga una autonomía y otra sea tan dispar, por lo menos un tipo mínimo, y luego cada una que decida”, han defendido.
El grueso de la recaudación de las comunidades autónomas (un 82%) proviene de su participación en los grandes impuestos: IRPF, IVA e impuestos especiales. Pero además, los territorios tienen 82 impuestos propios, que suponen un 2,2% de la recaudación. Donde más tributos propios existen es en Catalunya, 18, cuatro de ellos creados este mismo año. “Se ha exagerado la utilización de la capacidad normativa”, a juicio del Consejo. La mayor parte de estos impuestos propios de las autonomías giran sobre el mismo tipo imponible: el agua.
El secretario técnico de REAF, Luis del Amo, ha recalcado que “la competencia fiscal a la baja es un problema”. Ha puesto el ejemplo de Irlanda, donde su bajo impuesto de Sociedades le permite tener una buena recaudación: “si se hace en un solo lugar, se atrae a empresas y personas, si se generaliza, todos pierden”. A su juicio, las comunidades se pueden “permitir jugar” con impuestos como el de Sucesiones, ya que en realidad suponen una pequeña parte de su recaudación.
“Si no se entiende como funciona la financiación autonómica es difícil evitar populismos”
El presidente del Consejo General de Economistas, Valentín Pich, ha advertido de la necesidad de afrontar la reforma de la financiación autonómica. “Que se entienda cómo se financian los servicios públicos, si no, es difícil evitar los populismos: un marciano que aterrizase aquí no entendería que no se haya hecho la reforma. Si los ciudadanos nos saben cómo se financian la sanidad y educación, cualquier frivolidad se puede lanzar”.
Teniendo en cuenta esta disparidad entre lo que recaudan por sus propios tributos y por su participación en IRPF, IVA y Especiales, el presidente de REAF, Jesús Sanmartín, ha admitido que las autonomías disponen de “poca autonomía financiera”. Junto a la financiación autonómica, el REAF-REGAF ha pedido que se avance en la reforma del sistema de pensiones y en la “dignificación” de la función pública.