La auditora PwC ha comenzado a notificar a sus clientes en China que las autoridades de ese país le van a imponer una multa de seis meses, que conlleva el cese de operaciones, como castigo por su actuación en la caída del gigante inmobiliario Evergrande, según recoge el diario británico Financial Times.
Ese cese de actividad también iría acompañado de una sanción económica, aún por determinar, según el mismo periódico. Supondría la multa más dura impuesta por los reguladores chinos a una 'big four', una de las cuatro grandes auditoras globales. Además, se produciría en un momento en que Pekín intensifica el escrutinio sobre el papel desempeñado por los auditores en los escándalos financieros.
Lo que está en entredicho es el papel de PwC como auditor del gigante inmobiliario durante 14 años, hasta su quiebra en 2023. En concreto, la autoridad que regula la Bolsa china ha acusado a Evergrande y a su equipo directivo, que fue detenido, de inflar los ingresos de la inmobiliaria en 78.000 millones de dólares (unos 72.000 millones de euros) durante los ejercicios 2019 y 2020, lo que conllevó información falsa en sus balances y acabó siendo uno de los mayores fraudes contables del mundo.
Además, según recoge la agencia Efe, el regulador chino ha impuesto una multa de 4.175 millones de yuanes (527 millones de euros) a la principal filial local de Evergrande por emisión de bonos fraudulenta. Asimismo, el fundador del grupo, Xu Jiayin, recibió otra sanción por 47 millones de yuanes (6 millones de euros), la cifra máxima en este tipo de multas, y fue vetado de por vida en los mercados bursátiles.
Cese de actividad
La filial china de PwC, según recoge Financial Times, es la firma de contabilidad más grande del país por ingresos en 2022, con una facturación de 7.900 millones de yuanes (unos 1.100 millones de dólares), según datos del Gobierno.
Y, si se concreta la prohibición a su actividad, PwC China no podría aprobar resultados financieros ni ofertas públicas de salida a Bolsa o realizar otras actividades reguladas, según el medio británico.
La firma ya habría comunicado a sus clientes que su plantilla seguirá trabajando durante la suspensión y podrá certificar las opiniones de auditoría en sus informes anuales de 2024 una vez que se levante la prohibición, que comenzaría en el mes de septiembre y se prorrogaría hasta marzo. Sin embargo, la pérdida de clientes y la necesidad de ahorrar costes también conllevaría un recorte de puestos de trabajo en las filiales chinas de la multinacional.