Ya hay una reforma de pensiones consensuada en el Gobierno. Las dos fuerzas de la coalición progresista han cerrado este jueves por la noche una propuesta común, que están planteando a los agentes sociales esta mañana. El cierre de la reforma se basa en un gran refuerzo de los ingresos del sistema, principalmente a través de las cotizaciones a los salarios más elevados, ahora muy exentos en España. Además, finalmente se plantea un periodo de cómputo opcional y mejoras en las pensiones mínimas y otras medidas favorables para las mujeres, lo que descarta los recortes y amplía la protección social, según los detalles conocidos por elDiario.es.
El último paquete de cambios ha quedado ampliado finalmente a más materias de las inicialmente planteadas a través de la negociación dentro del Ejecutivo, pero no solo. También se ha producido un importante intercambio con varios socios de la investidura, principalmente ERC y EH Bildu, así como los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT.
A continuación, se resumen las principales medidas de esta última fase de la reforma:
1) Periodo de cómputo opcional
Para las próximas dos décadas, se plantea que los trabajadores podrán jubilarse teniendo en cuenta los actuales últimos 25 años de la carrera laboral para calcular su pensión u otra opción, elegir los mejores 27 años dentro de los últimos 29, según cuál sea la más beneficiosa. Esta segunda opción se desplegará progresivamente durante doce años a partir de 2026, explican fuentes del diálogo social. A partir de 2044, el periodo que quedará será solo el segundo.
La ampliación del periodo de cómputo será así solo opcional de partida –frente al anterior planteamiento de la Seguridad Social– y beneficiará principalmente a los trabajadores con carreras laborales más inestables, como aquellos que hayan estado en varias temporadas en desempleo, ya que podrán descartarse dos años del cómputo (en realidad las peores 24 mensualidades de su carrera, meses que no tienen por qué ser consecutivos).
2) Los salarios más altos cotizarán más
España aumentará en los próximos años lo que cotizan los salarios más elevados, ahora exentos de contribuir desde los 4.500 euros brutos mensuales, unos 54.000 anuales. A partir de esa cantidad no contribuyen nada, también con la lógica de que más tarde hay pensiones máximas establecidas. Este límite en su contribución a la Seguridad Social es de los más bajos de Europa, retratando a España como uno de los países donde menos cotizan los salarios altos.
A partir de ahora, ese límite (la base máxima de cotización) subirá poco a poco entre los años 2024 y 2050. ¿Cuánto aumentará? El IPC anual y se le sumará una cuantía fija de 1,2 puntos porcentuales. Este mayor aporte se verá compensado con aumentos de la pensión máxima a futuro.
Además, se establecerá una cotización de “solidaridad” por encima de este límite, que se detalla en el siguiente punto.
3) Cuota de “solidaridad” para los salarios muy elevados
Para las remuneraciones muy altas, por encima de la base máxima de cotización que va a ir creciendo, se establecerá una “cuota de solidaridad” a la Seguridad Social. Aunque de inicio se preveía lineal para todos los salarios por encima de este nivel entre 2025 y 2045, pero finalmente la reforma aprobada por el Consejo de Ministros estableció tres tramos diferentes, tras un acuerdo entre el Ministerio de la Seguridad Social y el PDeCAT.
Así, los salarios hasta un 10% por encima de la base máxima comenzarán pagando una cuota del 0,95% en 2025 y alcanzará un 5,5% en 2045. Por otro lado, las remuneraciones que superen ese 10% y hasta un 50% por encima de la base máxima empezarán pagando una cuota del 1% hasta el 6%, y por último, los sueldos por encima del 50% de la base máxima tendrán una cuota de solidaridad del 1,17% en 2025 y alcanzará el 7% en 2045.
4) Aumento de la pensión máxima
El incremento de lo que cotizan los salarios más altos por el auge de la base máxima se traducirá en una subida de la pensión máxima a futuro. Las pensiones máximas se revalorizarán anualmente con el IPC, como todas las pensiones, más un incremento adicional de 0,115 puntos porcentuales acumulados cada año desde 2025 hasta 2050. A partir de ese año y hasta 2065 “habrá incrementos adicionales” de la pensión máxima, que van del 3,2% en 2051 hasta el 20% en este último año.
5) Subida de las pensiones mínimas y no contributivas
Las pensiones más bajas del sistema, muchas que afectan a mujeres, aumentarán en los próximos años, como reclamaban sindicatos, Unidas Podemos y socios de investidura. Como se hizo con el salario mínimo (SMI), se establece una senda de subida para los próximos años.
Las pensiones mínimas contributivas alcanzarán “el 60% de la renta mediana” correspondiente a un hogar con dos adultos, “tomando como referencia la evolución de la pensión mínima con cónyuge a cargo”, indican desde la negociación de pensiones. El plazo para iniciar estos aumentos arrancará el próximo año, en 2024, y debe alcanzarse en “2027”.
Además, también se establece una senda de subida para las pensiones no contributivas, para personas sin el mínimo cotizado para una pensión. En este caso, la meta se sitúa en alcanzar “el 75% del umbral de la pobreza calculado para un hogar unipersonal”, también en el año 2027. Estas pensiones son relevantes en otro ámbito, el ingreso mínimo vital, ya que su subida es la referencia para el alza anual de la renta mínima estatal.
6) Mejora de “lagunas” que beneficia a las mujeres
Se refuerza el modelo actual de “cobertura de lagunas”, para periodos de vacío o interrupciones en la carrera laboral, algo que afecta sobre todo a las mujeres porque asumen más los cuidados familiares. Se mantiene que los vacíos de cotización se compensen con el 100% de la base mínima los primeros 48 meses (que suman cuatro años), pero además se incluye una mayor cobertura durante más años para las mujeres.
A partir del mes 49, se cubrirá en general con el 50% de la base mínima como venía ocurriendo, pero para las mujeres por cuenta ajena se mejora esta cantidad: se cubrirá el 100% de la base mínima entre el mes de vacío 49 y el 60 (es decir, hasta el quinto año) y el 80% de la base mínima desde el mes 61 y hasta el 84 (siete años). Estas mejoras se aplicarán también a hombres que hayan interrumpido sus carreras para cuidar, con algunas condiciones.
7) Aumento del complemento por brecha de género
El complemento de brecha de género de las pensiones, que sustituyó al anterior complemento de maternidad de Rajoy invalidado por la justicia europea, se incrementará “un 10%, adicional a la revalorización anual” en los próximos dos años, 2024 y 2025.
8) Mecanismo de equidad intergeneracional
El Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) ya aprobado por el Gobierno, una pequeña cuota adicional para llenar la hucha de las pensiones de nuevo de cara a la jubilación de los 'baby boomers', aumentará. Va a pasar de los 0,6 puntos porcentuales actuales a 1,2 puntos porcentuales en 2029 y se aplicará hasta 2050. Bruselas había reclamado al Ejecutivo que concretara su aplicación, que Escrivá había diseñado solo hasta 2032 en principio.
El aumento que se aplicará será “de una décima de subida por año”, explican desde la negociación. Los futuros 1,2 puntos de cotización del MEI correrán sobre todo a cargo de la empresa: 1 punto para el empleador y 0,2 puntos en la cuantía que abona el empleado.
9) Control de la AIReF
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) evaluará cada tres años la sostenibilidad del sistema de pensiones con las medidas implementadas por la reforma de pensiones. El organismo evaluará el impacto del aumento de los ingresos, así como la previsión del gasto en pensiones hasta 2050. Si la estimación sitúa el gasto por encima del 15% del PIB se prevé que el Gobierno active las negociaciones en el diálogo social y en el Pacto de Toledo para tomar medidas que lo reduzcan, ya sea por la vía de los ingresos o de los gastos. En caso de no tomar medidas, se prevé el aumento progresivo del MEI.
10) Cobertura de lagunas a autónomos
Por primera vez, la Seguridad Social cubrirá las llamadas 'lagunas' o vacíos de cotización a este colectivo. Se regula para periodos de hasta seis meses posteriores a la percepción del paro de los autónomos (prestación por cese de actividad), que se integrarán como cotizados por la base mínima del régimen por cuenta propia. Es destacable también que a los autónomos con altas ganancias no se les aplicará la cuota de solidaridad, al menos de momento.