Reducir, reutilizar, rellenar, reparar, repensar el modelo y detener el despilfarro. Son algunos de los conceptos clave que se han abordado en una jornada sobre economía circular organizada este lunes por elDiario.es en Madrid en la que altos cargos de la administración, representantes de empresas de diversos sectores, representantes de la sociedad civil y expertos independientes han reflexionado sobre esta transformación económica.
Un encuentro que ha clausurado la vicepresidenta primera y ministra para Asuntos Económicos, con una llamada a la unidad para “que todos rememos en la misma dirección” y España pueda provechar los fondos europeos, en los que la sostenibilidad va a tener un papel clave. El foro ha contado también con la participación de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que ha abogado por “reconciliar las ideas de sostenibilidad y trabajo decente” y ha advertido de que para abordar esta transformación económica “no se pueden postergar debates eternamente” y hay que actuar ya.
La economía circular, ha defendido Verónica Martínez, directora general de Trabajo, puede ser una “ventana de oportunidad” en la que las Administraciones públicas van a ser “agentes principales” para el cambio, “una diferencia muy grande” respecto a transformaciones económicas anteriores. Martínez ha afirmado que esa mayor implicación pública va a permitir que no se identifique digitalización o economía circular con una pérdida de derechos laborales. Y como ejemplo, ha puesto la Ley Rider del Gobierno para regular esa actividad.
Las perspectivas, ha apuntado, señalan a un incremento neto del 1% en la ocupación en este proceso de adaptación a la economía circular, lo que compensará la actividad que se pierda en los sectores más contaminantes, como aquellos con un uso intensivo de combustibles fósiles.
Durante un debate sobre impacto en el Empleo de la economía circular, Vicente Sánchez, secretario de Transiciones Estratégicas y Desarrollo Territorial de Comisiones Obreras, se ha declarado “optimista” ante esa transición, si bien ha advertido de que no puede hacerse “de un día a otro”. Sánchez ha recordado que, según la UE, cumplir a rajatabla la normativa comunitaria de recuperación de residuos generaría 400.000 empleos a escala europea y unos 57.000 en España.
Rafael Escudero, secretario general de Consumo y Juego, ha destacado entre las líneas que impulsa el Ministerio de Consumo el llamado “derecho a reparar” para ampliar la garantía obligatoria de los productos, o sus campañas contra la obesidad, que están produciendo “un desplazamiento” del consumo, pero no una reducción; y el llamado consumo de proximidad, “algo imprescindible” con la pandemia, y que puede ser un importante nicho de empleo en la España vaciada, sobre todo femenino.
En este proceso, las ciudades pueden ser “motor de este cambio” por estar pegadas “al día a día de la ciudadanía”, ha señalado la arquitecta urbanista Elisa Pozo, experta en ciudades saludables, durante una mesa sobre “Ciudades en constante reciclaje”. Poco antes, el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, ha pedido un “reconocimiento claro” de las autoridades nacionales y europeas para el papel de las entidades locales en esta apuesta por la economía circular.
Poco después, Ismael Aznar, director general de Calidad y Evaluación Ambiental, repasaba algunas iniciativas del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico como la Ley de Cambio Climático, que va a obligar a poner en marcha zonas de bajas emisiones en todos los municipios de más de 50.000 habitantes a lo largo del año que viene; o el proyecto de ley de residuos actualmente en tramitación, que da un “papel central” a las entidades locales al imponerles nuevas obligaciones de gestión de residuos, aunque van “a necesitar financiación” para ello, algo que ha dejado en manos de la reforma de la financiación local.
El papel de la industria
Durante un debate sobre “Segunda vida en la Industria”, Raül Blanco, secretario general de Industria y Pymes, ha recordado que el Plan de Recuperación prevé algún PERTE (proyecto estratégico) para la industria verde o la economía circular; ha animado a las pymes a presentarse a las convocatorias del Ministerio de Industria para el fomento de la economía circular; y ha recalcado que la pandemia ha puesto de relieve la importancia de contar con materias primas para el suministro a la industria, con la circularidad como “uno de los elementos” a tener en cuenta.
Blanco ha recordado que industrias como el acero, el papel o el aluminio siempre han tenido un alto componente de circularidad desde “hace años”, aunque ahora “se puede hacer con mucha más intensidad y de forma que llegue a toda la cadena de valor”.
Emilia Arias, directora corporativa de Tecnología y Transición Energética de Técnicas Reunidas, ha señalado que la compañía ya está empezando a recibir peticiones para proyectos llave en mano multimillonarios relacionados con la economía circular, como la captura de carbono, “con la idea de que se ejecuten en el año 2022”.
Arias ha calificado la idea del “crecimiento cero” de “irreal” y ha subrayado que en estos proyectos es fundamental que desde el punto de vista económico “tengan sentido”. Su compañía está “abriendo el foco” más allá de la industria petroquímica, a la que ha estado tradicionalmente vinculada, y a la que “no hay que demonizar”, sino “hacerla eficiente” porque “hay mucho tipo de polímero que se puede reciclar”. “Lo que no puede ocurrir es que acabe en el mar en forma de microplásticos”.
Ana Callol, vicepresidenta de Asuntos Públicos, Comunicación y Sostenibilidad de Coca-Cola Europacific Partners, ha recordado que la empresa ya utiliza materiales reciclajes en sus envases y se ha fijado el objetivo de la neutralidad de emisiones en 2040. Ha recordado que la digitalización “ayuda” a introducir eficiencia en los procesos y a dar con materiales más sostenibles y reciclables, pero ha advertido de que es preciso utilizar métricas de medición “muy claras” sobre los objetivos a corto medio y largo plazo.
En esa mesa estaba prevista la presencia de Ignacio Colmenares, presidente de Ence, que finalmente no ha podido acudir por un positivo de coronavirus en la empresa papelera.
La primera mesa, “Bueno para el medio ambiente, bueno para el consumidor”, ha abordado ejemplos concretos de cómo afrontar el “cambio de narrativas”, que, en palabras de la directora de la Fundación Biodiversidad, Elena Pita, se requiere para que la economía circular “sea un hecho y se implante” y el mundo deje atrás un modelo en el que necesita el equivalente a 1,7 planetas para poder seguir funcionando.
Pita ha recordado que los principales motores de pérdida de biodiversidad son el cambio climático, los cambios de usos del suelo, la contaminación, la sobreexplotación de los recursos y la proliferación de especies invasoras. Todos “muy vinculados a la forma en que producimos y consumimos”.
Para Eva Saldaña, directora ejecutiva de Greenpeace España, en los últimos años “se ha puesto el foco en reciclar”, pero este es un concepto “obsoleto” porque “no ha sido eficiente, ni eficaz ni suficiente”; y la pandemia ha puesto de manifiesto la importancia de relocalizar producción porque “las cadenas están al otro lado del mundo”.
En opinión de Saldaña, es necesario ir “al principio” de la cadena de un sistema basado en la “sobreproducción”, para “reducir, ralentizar” y “rediseñar” la economía en general. Y ha citado ejemplos con espacio de mejora, como la industria textil o la obsolescencia programada de la industria tecnológica.
En un mundo en el que, según la FAO, se desperdicia un tercio de la comida existente, se calcula que con un 25% de esa cantidad se podría alimentar a todas las personas que hoy no tienen acceso a la alimentación. Y un caso de negocio basado en la economía circular es el de Too Good to Go, app de origen danés que fomenta el rescate de rescate de alimentos sobrantes de establecimientos de alimentación y permite comprarla a precio reducido para no generar nueva demanda.
Su gerente de proyectos en España, Helena Calvo, ha asegurado que, en los tres años en que lleva operando el proyecto en España, ha “salvado” cinco millones de lotes de comida que recibe de hoteles, supermercados o restaurantes.