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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

“Cobras 3,90 euros la hora y parece que tienes que dar las gracias porque tienes trabajo”

“Nos dicen que estamos saliendo de la crisis. Pero ¿quién está saliendo?”, se pregunta Lucía Caballero. La mujer, cartera y miembro de la Plataforma de Eventuales de Correos, es una de las participantes del espacio 'No más precariedad'. A unos cinco grados, en la calle, ha sido una de las encargadas de presentar el movimiento en una rueda de prensa “precaria” en Madrid en la que han explicado por qué animan a salir a la calle el próximo sábado 10 de febrero, sexto aniversario de la reforma laboral. “Algunos dicen que metamos dinero en fondos de pensiones para el futuro y yo pienso en qué dinero, si no tengo ni para llegar a fin de mes”, prosigue Caballero.

El espacio 'No más precariedad', creado el pasado 13 de enero, cuenta con la participación de varios colectivos, como afectados por los desahucios, defensores de las pensiones públicas, estibadores, las Kellys, integrantes de Coca Cola en Lucha, miembros de Élite Taxi y riders de plataformas de reparto a domicilio, entre otros. También cuentan con el apoyo de miembros de Vamos, de Podemos –iniciativa para desplegar en la calle “espacios de participación y acción colectiva”–, aunque insisten en que no son los organizadores del colectivo.

Su intención es revitalizar la protesta en la calle con un movimiento social unitario, que sea la expresión de una situación compartida y sufrida por muchos ciudadanos: la precariedad. “No hay que buscar a la gente precaria. Está en nuestras escaleras, nuestros barrios, nuestras ciudades”, explica José Coy, exafectado por la hipoteca, histórico activista murciano y vinculado a Podemos. Lo que pretenden desde el grupo es hacer visible ese malestar, convertir en indignación colectiva ese lamento que viven muchos ciudadanos y que comparten con sus familias, amigos y vecinos. “Y que no solo es lo laboral, es el modo de vivir. Bueno, es que esto no es vivir porque eso exige dignidad, es que estamos sobreviviendo”, critica Irene Santiago, del sindicato valenciano de estudiantes Acontracorrent.

Las nuevas formas de trabajo de la “falsa economía colaborativa”, denuncia Cecilio de Élite Taxi, “han precarizado el sector, que también se resiente por la precariedad del resto de la población, que no puede permitirse un taxi”. Por ello, desde su colectivo participarán en los actos anti precariedad el próximo 10F.

“Lo que no es visible no existe”

Es una batalla por la visibilidad –“tengo claro que lo que no es visible no existe”, precisa Coy–, pero también una lucha sobre el discurso que impera en relación a la crisis económica. Este martes, el PP redujo la precariedad a un “mantra” de la oposición. Los integrantes de 'No más precariedad' quieren que la población y los gobernantes no olviden que muchas personas mantienen un nivel de vida mucho peor al previo a la crisis. Uno de los nuevos paradigmas de la pobreza en los países desarrollados es el de los trabajadores pobres: una tercera parte de los españoles pobres tiene un trabajo remunerado, según el último informe de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza (EAPN).

También supone anticiparse a un temor: que el conformismo instale este modelo como el “normal” para las generaciones presentes y futuras. “Ya basta de precariedad, no podemos más”, dice Rosario, miembro de la Asamblea de Vivienda de Usera. La mujer perdió su casa en 2012 y ahora vive ocupando un piso propiedad de una entidad bancaria. “La precariedad es no llegar a fin de mes, no poder pagar un recibo de la luz, perder la casa... Esto no ha terminado”, dice con convicción y pesar a partes iguales.

Varios de los portavoces critican el triunfalismo en torno a la recuperación de la economía. Irene Santiago estuvo trabajando con un contrato parcial en una cadena de comida rápida, para poder compaginarlo con sus estudios universitarios. “Cobras 3,90 euros la hora y parece que hay que dar las gracias porque tienes un trabajo”, denuncia. Este tipo de contrato precario está detrás de “las cifras de 'cae el paro'; no te dicen que es por contratos de verano, en la hostelería, mal pagados y por los que parece que tenemos que estar agradecidos”.

En el mismo sentido se pronuncia Lucía Caballero, que recuerda las protestas de los estibadores el pasado año: “Oías a gente que los criticaba por cobrar mucho. Lo que debería molestar es que el resto cobremos tan poco, no que ellos cobren más”. En su caso, “el sueldo me llega al día 5 y el resto lo pasamos con arroz”.

Leopoldo Pelayo, portavoz de la Coordinadora en Defensa de las Pensiones Públicas en Madrid, alerta de “la forma de vida esclava” que se está imponiendo desde los gobernantes y los poderes económicos. “Nosotros somos la gente que acabó con la dictadura, estamos acostumbrados a la resistencia. Le queremos recordar al Gobierno que no nos vamos a rendir, vamos a pelear por lo que es nuestro, por nuestras pensiones”.

Más allá del 10F

Todos ellos participarán en los actos de protesta que se están todavía organizando para este sábado 10 de febrero en varias ciudades, entre ellas Madrid, Barcelona, Valencia, Murcia, Málaga, Ourense, Sevilla, Bilbao, Zaragoza y Santa Cruz de Tenerife. Aunque los participantes no quieren que esto se quede en una fecha, sino que se instale como un espacio de reivindicación más allá del 10F. “Habrá una gran movilización el 26 y 27 de mayo en Madrid”, anuncia José Coy, que quiere que 'No más precariedad' sea una “gran ola, una gran bola de nieve para que España sea un país de primera categoría en materia de derechos sociales”.

La segunda movilización aún está definiéndose y la han fijado en mayo “porque tiene muchas fechas históricas” –sostiene Coy– “como el 15M, la primera gran movilización contra la precariedad”. El activista considera que en el pasado asistimos a “un segundo periodo con las Marchas de la Dignidad y que ahora este puede ser ese tercer periodo de movilización”.