La legación de Colombia en Estados Unidos teme que la regulación del precio de un medicamento contra el cáncer ponga en peligro la financiación estadounidense para el proceso de paz, cuya aprobación depende del Congreso, según un documento filtrado de la embajada colombiana en Washington.
Se trata de una misiva, fechada el pasado 27 de abril, en la que el encargado de negocios colombiano, Andrés Flórez, se dirige a la canciller, María Ángela Holguín, para transmitirle sus preocupaciones al respecto por las quejas de las farmacéuticas.
Preguntada hoy por Efe, la Embajada dijo no hacer comentarios sobre documentos internos de Gobierno.
El Gobierno de Colombia anunció a finales del mes pasado un “acto administrativo” para suprimir la patente que tiene la farmacéutica suiza Novartis sobre el medicamento contra el cáncer Imatrinib o Glivec, tras haber rechazado la propuesta del Ejecutivo de reducir su precio a casi la mitad.
Novartis cobra casi el doble del ingreso per cápita de Colombia para el suministro de un año de Glivec por el tratamiento de un solo paciente, por lo que el Gobierno de Colombia está considerando autorizar la comercialización de un genérico mucho más barato.
Debido a que Colombia se encuentra en un proceso de regulación de medicamentos, Flórez informa a Holguín de que la embajada ya ha recibido varias reclamaciones de distintas farmacéuticas estadounidenses preocupadas por la situación.
“Dado el directo relacionamiento que hay entre un grupo significativo de congresistas con la industria farmacéutica en EEUU el caso de Glivec es susceptible de escalar hasta el punto de crear un inconveniente en la aprobación de los recursos de la nueva iniciativa denominada 'Paz Colombia', así como una disputa dentro de los términos del TLC (Tratado de Libre Comercio)”, apunta la carta.
El presidente estadounidense, Barack Obama, anunció el pasado febrero que EEUU financiará con 450 millones de dólares a Colombia de cara al proceso de paz que se está llevando a cabo entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), aunque esa cantidad debe ser ratificada por el Congreso.
La misiva también informa de que, además de varios congresistas, la Oficina del Representante de Comercio Exterior de Estados Unidos (USTR, en inglés) también se ha interesado por la situación de la licencia sobre el medicamento.
“De igual forma, toda esta situación repercute también en la posibilidad de agilizar intereses ofensivos comerciales de nuestro país en Estados Unidos, que podrán llevar incluso a afectar la posibilidad de contar con el apoyo de este país para una eventual futura adhesión al acuerdo transpacífico- TPP ”, añade la carta.
Las autoridades colombianas también has recibido presiones de parte del Gobierno de Suiza, sede de Novartis, por el caso de la supresión de la patente de ese medicamento contra el cáncer, de las que se ha hecho eco la prensa local.