El Partido Popular ha comenzado desde el fin de semana una campaña para presionar al Gobierno para que baje los impuestos tanto de la luz como de la gasolina. Una de las declaraciones más duras fue la que realizó ayer el aspirante a presidir el partido, Alberto Núñez Feijóo, todavía presidente de la Xunta de Galicia. El dirigente gallego acusó al Gobierno de estar “forrándose con el incremento de la luz y de la gasolina”. “Hay que bajar los impuestos al mínimo”, reivindicó en un mitin en Palma dentro de su campaña para suceder a Pablo Casado al frente del principal partido de la oposición.
El todavía presidente de la Xunta omitió que tanto su Gobierno como el del resto de las comunidades se benefician de los ingresos por estos impuestos. Las normas tributarias conceden a las autonomías la cesión de determinados tributos, aunque estos sean estatales, como forma de financiar los servicios públicos que tienen las comunidades, con amplias competencias en materias como sanidad o educación. Así, el Gobierno gallego, al igual que los demás, perciben el 100% de los impuestos especiales sobre la electricidad, así como el 58% de los que se abonan cuando se reposta.
Esto afecta a las comunidades que se encuentran en el régimen común tributario, entre las que se encuentra Galicia. Así, el Estado cede todo lo que recauda por el impuesto especial sobre la electricidad a las comunidades, un tributo que está actualmente rebajado con motivo de las medidas para paliar los impactos del aumento del precio de la luz. También se benefician de más de la mitad de los impuestos especiales sobre hidrocarburos. El 58% de lo que recauda la Agencia Tributaria va a los territorios donde se ha obtenido.
La Ley de capacidad tributaria de las Comunidades Autónomas, vigente desde hace más de 20 años, traza qué impuestos son cedidos a los gobiernos autonómicos para financiarse. Esto incluye a la recaudación del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, el Impuesto de Suciesiones y Donaciones, los Tributos sobre el Juego y Tasas que afectan a determinados servicios transferidos. Además, incluye la parte conocida como tarifa autonómica del IRPF, esa parte del impuesto de la renta sobre el que tiene capacidad de decisión el Gobierno autonómico. Además, reciben el 50% de la recaudación líquida del IVA. También el 58% del ya citado impuesto especial sobre hidrocarburos pero también sobre el resto de impuestos especiales, como la Cerveza, las bebidas alcohólicas, los productos derivados o el tabaco. Además, el 100% del impuesto sobre la electricidad.
La propia Comunidad que preside Feijóo los contempla, como no podría ser de otro modo, en sus previsiones de recaudación presupuestaria. En las cuentas que aprobó su Gobierno para 2022 se contempla una previsión de ingresos de 555 millones de euros por los impuestos sobre la gasolina y el diésel. Es la mayor parte del capítulo de impuestos especiales, con los que el Gobierno de la Xunta prevé ingresar este año más de 800 millones de euros. En este apartado también se incluyen 108 millones de euros previstos por el impuesto especial sobre la electricidad.
El Estado recauda el impuesto sobre hidrocarburos, pero posteriormente lo traslada a las comunidades. Lo hace mediante las conocidas como entregas a cuenta. Este año el Gobierno tiene previsto ceder a las comunidades en concepto de entregas a cuenta de los impuestos especiales, entre los que se encuentra el de hidrocarburos, 13.800 millones de euros.