La concentración bancaria deja a cuatro entidades gestionando dos tercios de los depósitos en España
En España se cuentan por decenas las entidades bancarias que desaparecieron tras la crisis de 2008. Sobre todo cajas rurales y bancos de implantación regional que, o bien fueron rescatadas o bien absorbidas por grupos de mayor tamaño. O ambas a la vez. La desaparición de oficinas, los despidos masivos y la concentración empresarial fueron la tónica en los años siguientes y se volvió a acelerar tras la pandemia. Ahora, los datos muestran cómo unos pocos se reparten una gran parte del pastel, especialmente en negocios como la gestión de los depósitos. Cuatro bancos gestionan hoy dos de cada tres euros de los ahorros que tiene la población en el sector.
El dato surge del último informe de la agencia crediticia Moody's sobre la banca española. Según este reciente documento, CaixaBank es líder en depósitos en España, seguido por Santander, BBVA y Sabadell. Estas cuatro entidades acumulan una cuota de mercado conjunta en este apartado del negocio bancario del 67%. Es decir, algo más de dos tercios del total. Si además se suman los otros dos bancos del Ibex 35, Unicaja y Bankinter, el porcentaje supera el 75%. O lo que es lo mismo, seis grupos gestionan tres de cada cuatro euros depositados por los españoles en entidades financieras.
La concentración es también alta, aunque algo menos, en lo que respecta a los activos. Aquí se engloban muchos aspectos, pero principalmente el crédito gestionado por los bancos, como las hipotecas o los préstamos al consumo. En este caso, las cuatro entidades mencionadas anteriormente son también las más grandes del país y aglutinan el 60% del total. Si además se suma a las otras dos cotizadas, el porcentaje sube hasta el 67%. La situación se repite en mayor o menor medida en la mayoría de negocios bancarios, donde la concentración es la tónica general. Por ejemplo, Expansión informaba este lunes que los tres grandes bancos (CaixaBank, BBVA y Santander) aglutinan el 40% de los créditos a las grandes empresas.
España tiene el segundo sector financiero que más se ha concentrado tras la crisis de 2008. El porcentaje de activos en manos de los cinco grandes bancos creció en más de 30 puntos en los 14 años siguientes, algo solo superado por Grecia. Los grandes grupos bancarios son cada vez de mayor tamaño y caminan en una senda que ya se ha visto en sectores estratégicos como el energético o las telecomunicaciones, donde menos de cinco empresas gestionan la mayor parte del negocio.
El dato de los depósitos es especialmente relevante en el contexto actual de la banca. El año pasado se cerró un ejercicio histórico para los bancos en España, con el mayor beneficio jamás registrado. Tres de los bancos españoles están entre los diez europeos que más ganaron durante el pasado año. Y una de las claves de esta mejora en las cuentas fue la diferencia entre el ritmo en el que se han ido subiendo los precios de las hipotecas con la subida de tipos, casi simultánea, y al que se ha ido mejorando la remuneración de los depósitos, mucho más bajo. La diferencia se multiplicó el año pasado.
En España, a cierre del mes de enero, los hogares tenían en entidades financieras en torno a un billón de euros en depósitos, según los datos con los que cuenta el Banco de España. De ese total, unos 136.000 millones están en productos de depósito a plazo, que son los que tradicionalmente han generado un mayor rendimiento para los clientes. La media de lo que los bancos pagan por este dinero se sitúa en España en el 2,38%. Son cifras muy superiores a las que hace meses, pero siguen lejos de asimilarse a la media europea, que en la zona euro se queda en el 3,2%. Solo en cuatro países se paga menos que en España por los depósitos de la clientela.
La situación es especialmente sensible cuando se compara con las grandes economías de la zona euro. La banca española se encuentra lejos de Alemania (3,24%) y, especialmente, de Francia (3,66%) e Italia (3,76%).
Los grandes bancos españoles han arrastrado los pies desde que en 2022 comenzaran a subir los tipos de interés en Europa. Estas subidas no solo tendrían que afectar a los créditos, algo que millones de hogares han constatado en sus gastos mensuales por las hipotecas. También afecta al dinero que pagan los bancos por tomar prestado el dinero de los clientes en forma de depósitos. Sin embargo, no se ha producido la esperada batalla por el ahorro entre las entidades financieras. Todas ellas han apuntado a razones como que tienen una gran liquidez que hace que no tengan urgencia por pagar más por este dinero. A ello se suma que los grandes competidores no han forzado al resto a hacerlo, ya que las mayores ofertas se han limitado a las entidades más pequeñas o a la banca online.
Moody's apunta en su citado informe periódico de la banca española que esta subida de tipos de interés vivida desde 2022 ha disparado sustancialmente la rentabilidad de la banca española, especialmente por la exposición que tienen estas entidades a los préstamos a tipo variable. Para este año, la agencia crediticia señala que los créditos seguirán aumentando su precio, aunque lo harán a un ritmo más lento que hasta ahora puesto que el euríbor ha comenzado a dar algunas muestras de bajada. “Esto limitará las mejoras de rentabilidad”, añade el documento.
Subidas “modestas”
Al tiempo, Moody's prevé que los costes para los bancos por los depósitos “solo crecerán modestamente”. Una de las razones que achaca para ello es que los bancos van a mantener unos niveles de depósitos por encima de lo que había antes de la pandemia, pese a que se prevé que se realicen retiradas de estos productos en busca de alternativas más rentables para los clientes. Esta gran cantidad de depósitos en su balance dota a los bancos de mucha liquidez que hace que no les urja tener que pagar más por tomar este dinero de la clientela. Y eso, pese a que supervisores y el propio Gobierno han hecho llamamientos públicos para que los bancos españoles pagaran más por los depósitos de los hogares.
Por tanto, Moody's prácticamente descarta que se vaya a producir esa batalla por el ahorro de los hogares entre las grandes entidades. Desde que comenzaran a subir los tipos de interés, en el sector se habló de la posible guerra comercial entre competidores para tratar de captar los depósitos de la clientela. Sin embargo, casi dos años después, esta posibilidad ya no asoma en el horizonte. Onur Genç, consejero delegado de BBVA, resumía en la presentación de resultados del banco hace algo más de un mes esta situación en un análisis que se hace extensible a todo el sector. “Los depósitos no son un recurso escaso, no pasa nada si se pierde algo. Al no ser escaso, no tiene sentido pagar más por ello y no está sobre la mesa”, argumentó.
En conclusión, la agencia señala en su informe lo que ya avanza incluso el propio sector. Aunque el crecimiento del negocio sea menor en 2024, los resultados seguirán al alza tras encadenar dos récords de beneficio consecutivos. Moody's llega a esta conclusión por dos razones. La primera y más importante es que la economía española, aunque menos que en 2023, seguirá creciendo sustancialmente por encima de la europea. La segunda es que el más que probable empeoramiento de la morosidad por la subida de tipos, la agencia prevé que sea “moderada”. De hecho, el informe concluye que “un mercado laboral estable y los todavía sustanciales ahorros de los hogares acumulados durante la pandemia respaldarán el pago de los préstamos”.
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